La columna internacional de Marcelo Justo
La columna internacional de Marcelo Justo
Coronavirus
en el Reino Unido: el debate por la cifra de muertos (*)
Coronavirus
en el Reino Unido: el debate por la cifra de muertos (*)
En el tétrico ranking de
muertes por coronavirus, el Reino Unido dejó atrás a España y Francia
en Europa y es el tercer país a nivel mundial luego de Estados Unidos e Italia.
El cambio se debe a la nueva forma de conteo adoptada por las
autoridades británicas que suma al registro de muertes hospitalarias las
ocurridas en Residencias de Ancianos y la comunidad, lo que da hoy un total de
26.097.
El cambio metodológico
se anunció el martes luego de más de dos semanas de polémica por las muertes en
residencias de ancianos que no estaban agregadas al número total y que pintaban
un panorama menos desesperante sobre el impacto del coronavirus. Aún
con los cambios es una cifra provisoria ya que solo se contabilizan los decesos
de personas a las que se les realizó el test del virus.
Un análisis del
matutino Financial Times estima que la cifra real supera los
47 mil muertos una vez que incorpora un cálculo de las muertes de personas no
testeadas en base a tendencias comparadas de mortalidad de otros años. “Si
ponemos esto en perspectiva, durante el Blitz murieron 43 mil personas. Es
decir que el Cornavirus ha matado a más británicos que el Blitz”, señala el
matutino financiero.
La alusión a la segunda
guerra no es casual. Como muchos otros gobiernos, el británico compara a la
pandemia con una guerra. La referencia tácita del mensaje oficial llamando a la
unidad es el Blitz (bombardeo) alemán sobre suelo británico en 1940 y 1941, una
de las imágenes más arraigadas a nivel colectivo.
Estos números de la
muerte están hoy en el centro del debate y serán clave para decidir si hay un
relajamiento de la cuarentena el próximo 7 de mayo. En su reaparición
este lunes al frente del gobierno, luego de su paso por terapia intensiva, el
primer ministro Boris Johnson señaló que había cinco criterios para decidir un
levantamiento gradual del confinamiento: uno de ellos era un descenso del
número de decesos. La cuestión es cómo calcularlo.
El gobierno no se ha
caracterizado por su pericia o transparencia con los números. Al anunciar el
cambio de metodología del conteo el martes, el ministro de Salud, Matthew
Hancock calculó que la cifra de muertes en Residencias sería un sexto de la que
ocurrían en hospitales.
Unas horas antes la Office of National
Statistics (ONS) gubernamental mostraba un porcentaje muy superior. Según la ONS aproximadamente un 70 por
ciento de las muertes ocurren en hospitales, un 25 por ciento en residencias de
ancianos y el resto en casas y otros establecimientos comunitarios.
Uno de los pocos datos
alentadores es el creciente consenso en que se ha pasado el pico de muertes
muertes hospitalarias. “Desde el 8 de abril ha habido una caída, aunque los
números siguen siendo altos y el declive es lento”, señala Chris Gilles, editor
del Financial Times.
El 8 de abril se
registraron 857 decesos hospitalarios: el 22 de abril 453, un poco más de la
mitad. El problema es que las residencias de ancianos muestran una tendencia
exactamente opuesta. La semana que finalizó el 17 de abril hubo 2398 muertes,
el doble que la semana previa.
El foco de atención está
hoy en estas muertes en residencias de ancianos cuyos datos fueron escamoteados
o ignorados durante semanas por el gobierno. En una entrevista televisiva el 17
de abril, cuando empezó a saltar el escándalo, la ministra encargada del área
de Social Care, Helen Whately, admitió que no tenía un registro preciso de
muertes en esos establecimientos. Esa misma mañana el Daily Mail,
adalid de la prensa conservadora, había publicado en primera plana que más de
5300 ancianos habían muerto del coronavirus y no figuraban en las estadísticas
oficiales.
El martes hubo un minuto
de silencio a las 11 de la mañana por los trabajadores de salud muertos a raíz
del coronavirus. Ese mismo día, en una entrevista radial por la mañana, Intisar
Chowdhury, hijo de un médico recientemente fallecido, interpeló al ministro de
Salud Matthew Hancock por la política gubernamental. “Cuando ya estaba enfermo,
mi padre le escribió una carta abierta al primer ministro pidiéndole equipo de
protección para los trabajadores de la salud que están en el frente de esta
batalla. Nadie le respondió. Desde entonces más de 100 trabajadores del
Servicio Nacional de Salud y trabajadores sociales murieron al contraer el
virus. ¿No lamenta no haber escuchado las palabras de mi padre y las de mi
hermana de 11 años?”, le preguntó a Hancock.
Hancock respondió
que estaba muy “sorry” por la muerte de su padre y que desde ya el gobierno
estaba trabajando día y noche para que hubiera suficiente equipo de protección
hospitalaria. En realidad la crítica de Intisar Chowdhury iba más allá de este
tema. En una entrevista previa con la
BBC había señalado que quería un pedido de disculpas oficial.
“Porque pienso que la respuesta del gobierno no solo al tema del equipo de
protección sino a toda la crisis ha sido muy pobre”, dijo.
(*) Página/12,
30/4/020.
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