La nota de Ignacio Miri
La condena a Rusia
y los intereses de la
Argentina
Clarín
27/02/2022
El kirchnerismo suele descalificar las posiciones universalistas,
sobre todo cuando se trata de opinar sobre las decisiones de sus adversarios, y
repite que la política se organiza y se define como una contraposición de
intereses. Es una de sus definiciones posibles pero, como suele ocurrir con las
definiciones rápidas, se queda corta muchas veces. Un buen ejemplo de sus falencias acaba de quedar expuesto con la
invasión a Rusia y, sobre todo, con los zigzagueos del Gobierno frente a Vladimir Putin.
No se cumplió un mes todavía del viaje del Presidente de
Por supuesto, Fernández volvió de Moscú
con menos de lo que llevó: no trajo ningún
anuncio concreto y las promesas que lo habían atraído fueron desmentidas por la
realidad. ¿Cómo pudo pensar alguien en el Gobierno que un
hombre que estaba preparándose para invadir un país vecino tenía tiempo de promover las inversiones al otro lado del
mundo?
La invasión rusa a Ucrania agravó
ese cuadro y obligó al Gobierno a condenar la violencia y a pedir el
cese del fuego. Aún así, a pesar de que cualquiera pudo ver a los tanques rusos
rodando por las rutas ucranianas y a la artillería de Putin atacando ciudades
ucranianas, el comunicado oficial eligió no mencionar la invasión.
Este domingo, la vicepresidenta se vio en la necesidad de dar
alguna clase de geopolítica y, cuando no, de
hablar de su propio gobierno. Tampoco condenó la invasión
y, en lugar de hablar de Rusia, habló en
términos generales del poder de veto que tienen las potencias militares en el
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Con una posición tan melindrosa, es difícil entender qué quiso hacer Cristina Kirchner con su hilo de tuits. Para
ponerlo en sus propios términos: ¿Cuáles son sus intereses? ¿Quiere la
vicepresidenta denunciar la invasión rusa o quiere recordar su posición frente
al referéndum en Crimea? ¿Quiere condenar el ataque ruso o quiere denunciar el
poder de todas las potencias en el Consejo de Seguridad?
Con la invasión, al Gobierno le había aparecido muy claramente la
oportunidad para revertir su largo coqueteo con Putin y declarar que en la
violación de la integridad territorial -no la que surge de apoyar la secesión
de Crimea sino la que configura entrar con tanques a otro país- es un límite
que
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