Picada de Noticias en el recuerdo
El punto de
vista de Claudio Scaletta
¿Qué se puede esperar de las medidas económicas anunciadas por
Macri? (*)
Y al
tercer día resucitó. Sí, el “coucheo”, una de las armas que constituyeron la
esencia del macrismo y a la que los votantes le dijeron basta el domingo,
volvió a la vida. Nunca el contraste fue tan evidente. En cuestión de horas
Macri pasó del niño rico caprichoso y desencajado de la conferencia del lunes,
en la que culpó a los votantes opositores por la corrida inducida, al típico
escenario M de luminosidades y pastitos de este miércoles, con discurso leído y frases hechas , tono
calmado y sonrisa impostada.
Habían
saltado todas las térmicas del marketing político. Sus palabras post PASO
impactaron mal hasta en los votantes propios. Ensayando humildad pidió
disculpas y esta vez asumió la responsabilidad de la derrota. Más vale tarde
que nunca, finalmente el macrismo siempre apeló al recurso de “decir la verdad”
como una suerte de confesión religiosa para expiar los pecados de sus malas
políticas.
El
mandatario reconoció que incluso muchos de quienes lo votaron se hartaron del
ajuste sin fin. Un ajuste que para la población, según sus palabras, habría sido
como “trepar el Aconcagua”, claro que sin logros, sin paisajes placenteros y
sin llegar a cumbre alguna. Una trepada en el vacío y que terminó en una caída
“al décimo subsuelo”, el lugar de donde dijo el presidente haber partido. El
eterno reino del revés cambiemita.
Tras el
mazazo electoral que lo despidió del poder, Macri dijo que venía a traer
alivio. Aclaró no haber tomado las medidas antes porque había otras urgencias,
como la imaginaria explosión de obras (cloacas, “no se inunda más”, “mi
condición de ingeniero”) de un gobierno que en realidad redujo la inversión
pública. Pero hubo anuncios concretos. Para los trabajadores en relación de
dependencia “hasta” 2000 pesos extra sólo en septiembre y octubre. Este monto
será financiado restando aportes personales, de los que se hará cargo el
Estado. Para quienes pagan Ganancias habrá una reducción de 2000 pesos por mes,
en este caso “hasta fin de año” y se subirá 20 por ciento el “mínimo no
imponible”. También habrá dos pagos extra de
Es
mejor que el gobierno haya tomado estas medidas que no tomarlas, pero de lo enunciado
se desprenden unas pocas conclusiones. Los aumentos son por única vez o hasta
pasar las elecciones, igual que el congelamiento de los combustibles. Sólo se
trata de intentar cambiar el clima electoral, pero no se despeja la
incertidumbre de los tiempos por venir. No hay cambio de rumbo y quizá
lo peor sea que no se compensan las pérdidas provocadas por la devaluación que
se dejó correr. Cuando a fin de mes lleguen los mayores ingresos ya habrán
sido comidos por los aumentos de precios en marcha. Difícilmente alcance
siquiera para recuperar la pérdida de poder adquisitivo. Cuando las
medidas que favorecen la demanda llegan tarde y en cuentagotas son apenas
pólvora mojada.
El
segundo dato notable es el sello Cambiemos en el envoltorio del paquete, el
sesgo de clase: no hay una sola nueva carga para quienes vuelven a beneficiarse
con la renovada carrera devaluatoria iniciada el lunes. Cómo se señaló
desde el minuto cero, los aranceles de suma fija a las exportaciones
instauradas a desgano bajo la presión del FMI quedaron absolutamente licuados.
Tampoco se dijo nada sobre el tema principal, el freno a la incertidumbre en la
cotización del dólar que mantiene paralizada la economía.
(*) Página/12,
15/8/019.
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