La ejecución de Pillín Bracamonte
En las últimas horas, inmediatamente después del partido entre Central y San Lorenzo en el Gigante de Arroyito, fue asesinado a balazos el histórico jefe de la barra brava de Central, Andrés Pillín Bracamonte.
A continuación, paso a transcribir un informe publicado en el día de la fecha por TyC Sports que pone dramáticamente en evidencia algo que todos sabemos desde siempre pero que hemos naturalizado, quizá por una cuestión de supervivencia: que un personaje como Pillín haya tenido tanto poder durante dos décadas sólo fue posible porque detrás suyo hubo una inexpugnable red de complicidade al más alto nivel (político, policial, judicial y empresarial) que lo protegió...hasta ayer.
Quiénes y por qué mataron a Pillín Bracamonte: las
oscuras teorías que maneja la
Justicia
El líder de Los Guerreros por 25 años fue
acribillado a balazos a la salida del partido entre Central y San Lorenzo. ¿Qué
podría haber detrás de un crimen que conmociona a Rosario?
Descubrir quién mató a Pillín Bracamonte anoche
a la salida del partido entre Rosario Central y San Lorenzo será para el fiscal
Alejandro Ferlazzo un rompecabezas multitudinario. Porque como en una novela de
Agatha Christie, son muchos los hombres que tenían motivos para mandar
a asesinarlo. Pasada ya la primera conmoción por el hecho, dos
teorías son las que se despliegan con mayor fuerza en
La otra, es que en la interna por
ver quién maneja todos los negocios ilegales de la ciudad, su nombre
históricamente estuvo asociado al de Los Monos, de la familia Cantero. Pero
hace un par de temporadas que dos laderos clave de Guille Cantero, Leandro
Vilches y Pablo Caminos (todos obviamente presos con penas altísimas), abrieron
una central paralela de negocios y le ofrecieron un acuerdo compartido a
Bracamonte. Liberar zonas a partir de los arreglos con
La otra versión, aunque tiene menor
fuerza, es que también a partir de este juego doble el que se enojó fue
Guille Cantero y ordenó a su gente comandada por su yerno, Samuel Medina, alias
el Gordo Samu, que le comieran la barra. Samu fue asesinado el mes pasado y
lo de anoche habría sido una represalia por aquel crimen. Una tercera
hipótesis también pone en juego a la familia Alvarado, el otro gran clan narco
de
Para entender lo complejo de la trama hay
que analizar dos factores. Primero, el poder de todos los grupos contendientes
y la millonaria trama delictiva forjada a partir de la tribuna de Rosario
Central y extendida por todos lados. La segunda, quién podría tener
datos concretos de que Pillín y su segundo, Daniel Rana Atardo, no irían por el
habitual camino de Parque Alem al salir del estadio (allí lo atacaron
en agosto pasado tras el clásico con Newell’s) sino que tomarían una vía no
habitual por la calle Avellaneda. Y que aun cuando se estaba dentro del
radio del operativo de seguridad, no habría policías a escasas cuatro cuadras
de la cancha, en el cruce de esa arteria con Iberlucea y que encima un foco de
luz estaría inactivo. Demasiadas
casualidades para no pensar en una entrega y quienes
últimamente han tenido las zonas liberadas son mucho más la dupla
Vilches-Caminos con su grupo de sicarios apodados “Los Menores” que el resto de
los grupos delictivos que asolan Rosario.
Igual Pillín era a esta altura un
blanco al que todos querían apuntar. Sus negocios se habían extendido
por toda la ciudad y su patrimonio se había vuelto exorbitante. Cuatro
eran sus negocios más redituables, todos millonarios: las viandas
en los hospitales y sanatorios de Santa Fe a través de una serie de
compañías donde su nombre no aparecía, el manejo de cerca de 300
taxis a partir de testaferros (algunos a nombres de su hijo, otros de
su ex mujer) que le descubrieron en una causa judicial (cada licencia está
cotizada en 13 mil dólares), la empresa por la que extorsiona a los
constructores para que le contraten a él la mano de obra, los baños
químicos y las viandas de los trabajadores de la construcción en una alianza
con Carlos Vergara, el secretario general de
Lejos de ser una Pyme, Bracamonte era una
multinacional del negocio ilegal. Sólo no se metía en el narcotráfico y eso le garantizaba la paz
con los grupos Los Monos que cada vez que alguien quiso desbancarlo de la
tribuna, puso su fuerza sicaria a su servicio y logró mantenerlo en pie. Cinco
fueron las veces que Pillín recurrió a la sombra protectora de la familia
Cantero y las cinco veces ganó la contienda. Hasta anoche, cuando cayó
perforado por las balas disparadas desde muy corta distancia en la esquina de
Avellaneda e Ibarlucea mientras conducía su camioneta blanca.
¿Pero quién fue? Ese es el rompecabezas
que se intenta armar a esta hora entre los investigadores. Pillín había ganado la barra en 2002 cuando
al frente de un grupo al que dio en llamar Los Pillines desbancó de la tribuna
a los hermanos Juan Alberto y César Bustos, quienes habían heredado la barra a
fines de los 90 de parte de su padre, Juan Carlos. Desde entonces y por mucho
tiempo hubo una guerra constante por el poder pero que siempre tuvo el mismo
ganador: Bracamonte, quien sufrió un ataque a balazos en 2006 y acusó a sus
rivales de haber contratado un sicario para matarlo. Con impecables conexiones
a nivel político, policial y dirigencia deportiva, Pillín logró seguir en lo
más alto del paravalancha y ampliar rápidamente su influencia.
Cegado por el poder y por cómo fluía el
dinero, Bracamonte cometió un par de errores que a otros le hubiesen costado
caro: tuvo una causa por
amenazas contra un empleado del club (quería que le diera carnets actualizados
para su grupo de 700 barras, ante la inminencia de las elecciones internas de
la institución), una denuncia por violencia de género, otra por presunto
homicidio y una más por haber gobernado a piacere los partidos de
¿De dónde surgía tanta impunidad? De sus
relaciones políticas, claro, policiales pero sobre todo de su vínculo
con el grupo Los Monos. Pillín entendió que él era un engranaje
importante del submundo delictivo de Rosario, pero los verdaderos dueños eran
la familia Cantero. El nexo barras y narcos quedó registrado en la fiesta de 15
de Mariana Cantero, hermana menor entre los seis hermanos. Allí posaron juntos
a la cumpleañera Pillín Bracamonte, Mariano Salomón, lugarteniente de Ramón
Machuca, alias Monchi (hermanastro de los Cantero y condenado a 37 años de
prisión), y Daniel Teto Vázquez, histórico barra leproso. Esa relación
umbilical también dejó una ofrenda para siempre en la bandeja alta del estadio
Canalla: desde mayo de 2013, cuando fue asesinado Claudio el Pájaro
Cantero, en la tribuna flamea una bandera con su imagen y la frase “Dios
le da las peores batallas a sus mejores guerreros”.
Esa impunidad quedó también a la vista de
todos los argentinos cuando
Parecía, por entonces, que era
inmortal. Pero la
escisión en 2021 del grupo Los Monos con varios bandos disputándose toda la
ciudad también le llegó a su territorio. Y si bien siempre había sabido
manejarse entre los polos delictivos, esta vez habría jugado mucho más
fuerte. Cercado por
Pero al mismo tiempo, Cantero a
cambio de la eterna protección le habría pedido una porción del fútbol para la
gente del Gordo Samu. No hubo acuerdo y Samu fue asesinado. Mientras
todos creían que había sido Pillín, este siempre apuntó nuevamente a la dupla
Vilches-Caminos, que según él querían quedarse con todo y cometieron el crimen
para que todos creyeran que fue él y así sacarlo del medio. Si su hipótesis era
cierta o sólo buscaba una excusa para cubrirse, ya no parece importar tanto.
Ayer, pasadas las nueve de la noche, su cuerpo quedó tirado en la esquina de
Iberlucea y Avellaneda atravesado por las balas. Terminaba su reinado
de la peor manera. Ahora viene la sucesión. Que será cruenta y que
tiene aterrorizada a toda
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