La reflexión de Sergio Berensztein
Milei en
su laberinto: el show no debería continuar
Fuente:
(*) Notiar.com.ar
24/5/024
No
es un “rey de un mundo perdido”, sino el presidente de un país en crisis que
necesita un plan de gobierno lógico, realista y flexible que no se limite a un
ajuste fiscal extremo. Dueño de un carisma que le permitió penetrar en un
electorado variado que sus adversarios no lograron seducir, de una notable
habilidad para capitalizar las redes sociales aun antes de contar con la
colaboración de un equipo de profesionales en marketing digital y, como vimos
el miércoles en el Luna Park, de envidiable suficiencia en el manejo escénico,
Javier Milei fue capaz de aggiornar en esta primera etapa de su gestión nuestra
concepción de la política como entretenimiento. Convertida en un recurso
habitual en los últimos 40 años, la politainment (estudiada por autores como
David Schultz y presente en la obra tardía de Giovanni Sartori y aun de
Clifford Geertz) se hizo común entre los líderes que maximizaron el uso de los
medios de comunicación, tradicionales y digitales, como plataforma de
instalación e influencia.
Se
potencia así la ficción del contacto directo entre el líder y “la gente”,
típico de los políticos de corte populista que descreen del entramado
institucional del sistema democrático o lo rechazan. Más: aquellos con atributos
o programas transformacionales tienden a enfatizar narrativas audaces y
rupturistas respecto de los discursos predominantes llegando a la saturación o
los excesos. No resulta sencillo definir los límites entre lo bisoño y lo
esotérico. Puede que exista una zona intermedia e imprecisa que implique costos
reputacionales significativos, de consecuencias tal vez no inmediatas pero
eventualmente determinantes. Muchos se preguntan si el show presidencial
constituirá un evento con repercusiones similares a las de la “fiesta de
Olivos” para Alberto Fernández o la visita a VideoMatch para Fernando de
Por
otra parte, si bien es muy probable que el conflicto entre Milei y Pedro
Sánchez sea recordado como algo insignificante en la fecunda historia de las
relaciones bilaterales entre ambos países, la clave está en que ambos se
esfuerzan en aumentarlo. El líder del PSOE, que surgió como un dirigente
moderado y representativo del “ala liberal” de ese partido antes de girar por
necesidad y pragmatismo a posturas más radicalizadas, está salpicado por
denuncias de tráfico de influencias que investiga
Mucho
más preocupantes que esta confrontación absurda y por ambas partes exagerada
por mezquinos intereses políticos y personales fueron las declaraciones de otro
Sánchez, Francisco, secretario de Culto de
En
la medida en que la realidad de la gestión lo lleva a ser más pragmático (postergar
ajustes, intervenir mercados como el de la salud privada, mantener el cepo,
subir la carga tributaria), el Presidente apuesta a lo simbólico (por eso el
regreso a la estética de campaña que se vio en la presentación de su libro) y a
reforzar los principios narrativos de su propuesta. No acepta críticas, en
especial de los “padres fundadores” de su profesión en el país, los
imprescindibles Miguel Ángel Broda o Domingo Cavallo. ¿Agrediría colegas, se
burlaría y los ridiculizaría si estuviera seguro de lo que piensa y de las
políticas que implementa? Milei fue una máquina de citar autores clásicos y
siempre respalda sus posturas con al menos una parte de la literatura
académica. Pero un verdadero profesor no baja línea, sino que induce a sus
alumnos a pensar críticamente, formularse preguntas originales, cuestionar el
conocimiento existente para correr la frontera hacia nuevos horizontes.
Semáforo amarillo: los gestos y las actitudes soberbias pueden convertirse en
un búmeran venenoso si la recuperación económica no se logra en el transcurso
de este año, como la mayoría de la opinión pública espera, según un sondeo
reciente de D’Alessio/IROL-Berensztein. El Presidente se haría un gran favor si
tuviera una mayor cuota de cautela y de humildad.
Más
allá de lo impropio que resulta que utilice su poder e investidura para mofarse
de actores políticos, económicos y culturales de su país y del exterior,
aparece un problema medular. Milei tiene derecho a defender sus valores, pero
no cuando están reñidos con los de
Frustrado
el Pacto de Mayo, mañana, en Córdoba, tiene la oportunidad única de mostrar al
país y al mundo que sus primeros meses en el poder no fueron en vano: puede
desplegar una narrativa innovadora, inclusiva y refrescante, en formas y en
contenido, para consolidarse como el líder de todos los argentinos. No es el
presidente solo de quienes lo votaron en primera o segunda vuelta ni de la
secta que piensa como él. Tampoco un deus ex machina que, con un mandato
celestial, está llamado a redefinir las reglas del juego de una sociedad
cansada del hiperpresidencialismo cesarista. Es, simplemente, el representante
de un sistema democrático plural, diverso y con una multiplicidad de matices
que merecen ser valorados. La mala política fue siempre el principal problema
de
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