La mirada de Sergio Berensztein
Predomina la desconfianza aun ante
una eventual alternancia electoral
25 de noviembre de 2022
“Nadie confía en
No es un comentario demasiado original. Basta ver el valor de los
títulos públicos para comprobar el casi nulo
apetito que hay por ellos en la plaza financiera. Gracias a la controvertida
estrategia de reestructuración de deuda liderada por el reaparecido Martín
Guzmán (que salió a defender su gestión y responsabilizar a la vicepresidenta y
su hijo por obstaculizarla, en especial en la relación con el FMI),
El enojo de Guzmán (a quien todavía tutela otro profesor de
Columbia históricamente afín al
kirchnerismo, Joseph Stiglitz, en su momento gran crítico de la
convertibilidad, aunque no tanto de otras experiencias posteriores de atraso
cambiario) con Cristina y su vástago es comprensible: le permiten hacer a Massa
lo poco que le negaban hacer a él, sobre todo en materia de tarifas
energéticas. Y nadie cuestiona su despliegue mediático, ni cuando viaja al
exterior. Guzmán parece haber desarrollado una temprana ambición por la
política, incluida la dimensión agonal. Sin embargo, si se mirara en el espejo
de alguno de sus predecesores, podría concluir que muchos de ellos lograron
reinsertarse en la arena político-electoral con éxitos módicos: al menos para
candidaturas presidenciales, el destino los colocó a lo sumo en tercer lugar
(Alsogaray en 1989, Cavallo en 1999, López Murphy en 2003 y Lavagna en 2007 y 2019).
El equipo económico trata de rever las metas con el Fondo para el
año próximo e, idealmente, lograr algo más
de flexibilidad. El acuerdo original puso un límite a la emisión descontrolada,
pero no incluyó una estrategia integral para reducir la inflación. En los
hechos, la convirtió en uno de los principales instrumentos de este ajuste
fiscal forzado, junto con la reducción gradual de los subsidios a los servicios
públicos, particularmente la energía. Más: el BCRA viene sosteniendo el valor
de los títulos en pesos que coloca el Tesoro, comprando lo que desechan los
inversores frente a las dudas derivadas del escenario electoral. El deterioro
de su balance es creciente. Síntesis: estamos insertos en un círculo vicioso
cuya dinámica es difícil de predecir y que explica las preferencias subyacentes
de la enorme mayoría de los argentinos. Según un sondeo reciente de
D’Alessio-IROL/Berensztein, más del 90% de los votantes están obsesionados con
la inflación y más del 70%, con la incertidumbre que genera la economía. La
inseguridad quedó desplazada a un tercer lugar.
La díada desconfianza/incertidumbre domina el horizonte de
expectativas en el cual están forzados a
tomar decisiones los distintos agentes económicos. En este contexto se produce
la salida del país de la empresa italiana ENEL, principal accionista de la
distribuidora de electricidad Edesur. Según el comunicado oficial, harán
también desinversiones en México y Perú para concentrarse en otros mercados de
la región, como Brasil, Colombia y Chile. En los tres ganaron recientemente
coaliciones de izquierda. El problema no es ese, sino la rentabilidad y la
incertidumbre regulatoria. Muchas empresas decidieron irse del país desde que
el Frente de Todos ganó en 2019. Lo que llama la atención es que la decisión de
dejar
La enorme mayoría de los sondeos sugieren un profundo desgaste del
FDT, que además carece de candidatos
competitivos (incluida CFK). El escenario, al menos hasta ahora, luce bastante
propicio para las principales fuerzas de oposición: Juntos por el Cambio y
Apenas un año antes de una eventual alternancia en el poder sigue
el drenaje de empresas, a pesar de que las
distintas fuerzas de oposición muestran un compromiso más definido con una
agenda de reformas económicas que era vista casi como un anatema ocho años
atrás. Incluso la opinión pública parece estar mucho más abierta y receptiva a
esa clase de narrativa, a diferencia de lo que ocurría con la famosa “crisis
asintomática” que heredó Cambiemos. ¿Será que la decepción que generó ese
gobierno en materia económica impacta en las percepciones de los agentes
económicos? ¿Tendrá que ver con la indefinición en materia de candidaturas o la
falta de precisión en términos de qué planes concretos y equipos de gestión
tendrá la próxima administración? ¿Influye el clima recesivo que imperará en la
economía global?
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