El informe de Brenda Struminger
El Gobierno está preocupado por
los votos en el Senado y solo
convocará al Pacto de Mayo a los
gobernadores
que apoyen la Ley
Bases
Cuando convocó
largamente al Pacto de Mayo, en
“No todos van a
estar invitados”, dijo un importante funcionario cuando terminaba la semana
hábil, en la previa del duro discurso de Cristina Kirchner en Quilmes contra
Milei, y después de que Axel Kicillof y toda la primera plana opositora,
incluidos algunos aliados, participaran o apoyaran la marcha universitaria en
su contra. Más tarde, un alto asesor del Jefe de Estado fue más directo: “Van a
estar invitados aquellos gobernadores cuyas provincias apoyen la ley Bases”,
dijo, pero aclaró que “siempre fue así”.
En Balcarce 50
consideraron “lógica” la distinción. “No iban a venir de todas formas,
no tiene sentido”, dijeron, en referencia a los líderes que, a pesar
de las disidencias internas, se muestran alineados con la posición dura de la
ex mandataria. En parte, los libertarios no quieren prestarse a dejar la pelota
del lado de la oposición más crítica y que se repitan las escenas de titubeos
sobre la asistencia que se vieron durante las convocatorias a las cumbres en
El Gobierno acaba
de conseguir dictamen para el paquete de leyes que pregona como fundamental de
la “nueva etapa de libertad” del país, y dará inicio al debate en el recinto a
partir del lunes. Si no hay sorpresas, en
A sabiendas de
que la injerencia de los gobernadores en el Senado es más directa que en
Diputados, en la sede nacional creen que puede seducir a los gobernadores con
un reconocimiento a futuro en caso de que cooperan, y castigarlos si se
rebelan. Miran especialmente los jefes de fuerzas provinciales, claves de la
votación. Calculan que, al dejarlos afuera, los enfrentarían al riesgo de
quedar ubicados, ante la opinión pública, en la misma “bolsa” del kirchnerismo,
que ya avisó que no levantará la mano. Una nueva aplicación de la vieja lógica
amigo-enemigo adaptada a las categorías de “la casta” y “los
argentinos de bien” que los libertarios usan para presionar desde el
discurso.
Con el radical
Martín Lousteau cada vez más distanciado -acaba de convocar a una sesión para
debatir el polémico presupuesto universitario- y sin pistas sobre la voluntad
de su correligionario Maximiliano Abad, creen que la llave está en
manos de Claudio Vidal (Santa Cruz), Alberto
Weretilnek (Río Negro) y Hugo Passalacqua (Misiones).
Y observan de cerca al peronista K Raúl Jalil (Catamarca), que
estuvo muy cerca de Alberto Fernández y de Sergio Massa durante los cuatro años
del Frente de Todos y se abrió a colaborar con los libertarios
abiertamente desde el primer día. Hoy creen que duda entre entregar
totalmente su apoyo o votar en disidencia ciertos puntos del articulado, lo
cual podría complicar la votación en particular.
Además de penar a
los dudosos y separarse de los duros, para los libertarios también juega,
aunque de manera secundaria, la intención de mantener contentos a los propios
distinguiendo en la convocatoria. El gesto responde a los pedidos que, dicen,
recibieron de parte de algunos gobernadores de JxC para que se les otorguen
ciertas concesiones como reconocimiento del acompañamiento. ”Nos dicen
que no los tratemos como si fueran todos lo mismo. Es algo sensato”, confió
un funcionario.
Si se mantienen
firmes en la decisión de separar, se descuenta que no estarán invitados a
Córdoba ni Axel Kicillof (Buenos Aires), ni Ricardo
Quintela (
Seguramente
inviten a todos los referentes provinciales de Juntos por el
Cambio, pero no descartan sorpresas. Si hubiera bajas en ese sector,
el Pacto podría terminar de distanciar a los “cambiemitas” más críticos, como Maximiliano
Pullaro (Santa Fe) o Ignacio Torres (Chubut), que
integran la coalición aliada desde
El del peronista
anti kirchnerista, Martín Llaryora (Córdoba), es un caso
aparte, que no sólo dejó sus cuestionamientos atrás y dejó entrever que
dará visto bueno, sino que también aceptó actuar como anfitrión y está ayudando
a Karina Milei en la organización del evento. La ubicación aún es un misterio,
pero se rumorea que podrían dejar a un lado la posibilidad del Estadio Mario
Kempes y llevar el acto a un espacio más reducido e institucional, en el
Palacio de Justicia local. El pacto, que recientemente redujeron al
plano económico para evitar pedidos para que se incluyan ítems como la
educación o la ciencia, se celebrará a toda costa, advierten
en
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