El informe de Aien Nesci
Se agrava la crisis post electoral en Venezuela
Página/12
31/7/024
Desde Caracas
Luego de la proclamación de Nicolás
Maduro como ganador de las elecciones presidenciales el domingo
pasado, la crisis de Venezuela se acentuó el martes y
el país se mantiene en un frágil equilibrio, al borde del precipicio de la
violencia generalizada. El día estuvo signado por sendas marchas
multitudinarias del chavismo y de la oposición, en un clima muy tenso. Y mientras
el oficialismo profundiza sobre las acusaciones de un intento de golpe de
estado, sus contrincantes persisten en desconocer los resultados, alegando
fraude electoral, y se proclaman como los verdaderos ganadores de la
contienda.
De la misma forma que viene sucediendo desde el
día después de las elecciones, el martes estuvo colmado de
declaraciones de funcionarios de gobierno, referentes opositores y
pronunciamientos internacionales. Maduro dio tres discursos importantes:
uno al mediodía, desde
En sus tres alocuciones, Maduro insistió
con el tema que ocupó su principal atención los últimos dos días: los hechos de
violencia que se desarrollaron en algunos puntos del país y por los que responsabiliza
a grupos delincuenciales presuntamente pagados por la oposición. Mostró,
incluso en cadena nacional, videos publicados en redes de varios de esos
episodios vandálicos. No hizo, por su parte, ninguna mención de las actas
electorales, que aún no fueron publicadas (la página oficial del Consejo
Nacional Electoral -CNE- continúa caída).
Machado
Por el contrario, Machado sí se enfocó en ese
tema y lo hizo eje de sus alocuciones. La ex diputada, que continúa con su
papel absolutamente protagónico pese a no haber sido candidata en las
elecciones, vociferó: “Nos acusan de que defender la verdad es
violencia. Violencia es ultrajarla. Retamos al CNE a que entregue las actas, ¿Cuál
es el miedo? Nosotros lo hicimos con la gente”. A las 19:13, en sus redes
sociales, publicó una página web en la que se podían ver las supuestas actas
que le darían el triunfo a González Urrutia por un porcentaje de 67% (7.119.768
votos) contra Maduro, con el 30% (3.225.819 votos), con 81,21% del conteo
completo.
Disturbios
La atmósfera durante toda la jornada fue muy
tensa. Hubo disturbios e incidentes en varios puntos del país, aunque la
violencia no fue generalizada.
Apoyo de las
FF.AA.
Muchos seguidores de Machado piden al Ejército
Bolivariano que se convierta en garante de su supuesto triunfo y se vuelva
contra Maduro. De hecho, el lunes hubo una manifestación a las puertas de un
cuartel general en la ciudad de Valencia. Sin embargo, el martes, en otra de
las tantas declaraciones que hubo, Vladimir Padrino López, Ministro
de Defensa y General en Jefe de la fuerza, manifestó su incondicional apoyo
"al presidente reelecto". En una conferencia y rodeado de otros altos
mandos militares, manifestó: “Estamos en presencia, sencillamente, de
un golpe de estado fraguado nuevamente por estos factores fascistas de la
derecha extremista, apoyados por factores imperiales, los norteamericanos y sus
aliados y lacayos y cipayos”.
En medio de la vorágine de hechos que se sucedió
desde la mañana hasta bien entrada la noche, Página/12 logró
acceder a Miraflores y presenció el tercer discurso presidencial del día. A las
dos de la tarde, sobre
Maduro
"El fascismo en Venezuela no pasará, no
llegará, no volverá", declamaba Maduro por TV -en su segundo discurso del
día- mientras la gente marchaba rumbo al palacio. Al conversar con los
presentes, las respuestas se asemejaban entre sí: "¡Nicolás es nuestro
presidente y el pueblo lo eligió de nuevo!", "Venezuela no quiere que
la gobiernen desde Estados Unidos!". Las consignas anti imperialistas y
“contra los nazis” fueron las más escuchadas por Página/12. Con una
“boina bolivariana”, un señor mayor alzaba un cuadro con el retrato de Hugo
Chávez, hecho con sus propias manos: “Es mi Comandante eterno", contaba a
este diario entre lágrimas.
En el techo de la sede de
También aseveró que habrá que “movilizar
el pueblo todos los días, cada día, para marchar”, y anunció que en toda
Venezuela la unión "popular, policial y militar" custodiará la
seguridad. En varias regiones del país el Ejército ya está desplegado en las
calles. Cuando se retiró, sus seguidores comenzaron a salir, pero el evento no
terminó allí: se quedaron bailando en rondas al ritmo de los jingles chavistas
que seguían sonando afuera, en una rara postal de alegría dentro de un día muy
difícil.
Cada hora que pasa en Venezuela comporta la
incertidumbre de cara a un estallido y, al mismo tiempo, el deseo de que
escampe la tensión, en un país que ya vivió etapas recientes de
violencia. Las actas (o su ausencia) siguen siendo una de las claves,
así como el reconocimiento internacional respecto al resultado electoral. En el
mientras tanto, el futuro se vislumbra sombrío.
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