La columna política de Horacio Verbitsky
UN DISCURSO
HISTÓRICO
Cada vez que habla, dentro o fuera del país,
el Presidente Javier Milei proclama que sus actos y sus palabras son
históricas, que no tienen precedentes en el género humano. Esta compulsión por
sobresalir, parado sobre un cajoncito detrás del atril, desde el Congreso de
No fue el único que le bajó el pulgar. La
asistencia legislativa a la convocatoria presidencial llegó a 130
culos/butaca, cuando la idea era reunir a la mayor parte de los 327 integrantes
de las dos cámaras. Y en cuanto se encendieron las cámaras de la cadena
nacional, se apagaron centenares de miles de televisores, hasta desplomarse el
rating a su valor más bajo para un domingo en el horario central. Una semana
después siguen las recriminaciones entre funcionarios por esa demostración de
debilidad, justo cuando se procuraba mostrar el músculo más tenso. No es seguro
que Milei termine de entender que el insulto puede granjear adhesiones de
algunos sectores por cierto lapso, pero que nunca obtendrá la complacencia de
sus destinatarios, y que su efecto dinamizador de resentimientos y voluntades
tiende a agotarse en tanto no se observen resultados que mejoren lo anterior.
Al presentar el presupuesto para 2025,
menester que por primera vez no corre por cuenta del Ministro de Economía ni se
realiza en los ámbitos dispuestos para las comisiones sino en el recinto
principal del Parlamento, Milei sostuvo que de ahora en más "el superávit
primario tiene que equivaler o exceder obligatoriamente al monto de los
intereses de deuda a pagar", de modo que condicione "el nivel de
gasto a erogar". El artículo 1° del proyecto de ley de presupuesto lo
traduce así: frente a cualquier desvío en los ingresos proyectados, "los
gastos deberán, como mínimo, recortarse en la misma proporción".
Lo que se puede encontrar en el cofre de los
recuerdos que atesora Milei es el discurso que el Presidente Nicolás Avellaneda
pronunció al inaugurar las sesiones ordinarias del Congreso de 1876, hace un
siglo y medio. Allí dijo que había "dos millones de argentinos que
economizarían hasta sobre su hambre y sobre su sed para responder en una
situación suprema a los compromisos de nuestra fe pública en los mercados extranjeros".
Honrar la deuda, se decía entonces.
La gran deudora del sur
Domingo Sarmiento, que lo había precedido en
la presidencia, tuvo tiempo de ver el fracaso de su programa de colonización de
lo que hoy llamamos Tercer Mundo por el capital imperialista, que sólo buscaba
alimento barato para bajar sus costos laborales, según la teoría esbozada en
Inglaterra por David Ricardo. En 1886 la pluma brillante de ese gran escritor
que fue Sarmiento lo resumió con una paráfrasis despiadada del Himno Nacional.
“México, Ecuador, Perú, Venezuela, están acribillados de deudas, empréstitos, y
declarados más o menos insolventes en la bolsa de Londres.
Lo publicó en El Censor, el periódico que
Sarmiento editó hasta su muerte, cuando faltaban 14 años para que concluyera el
siglo XIX. Y cuando ya corrieron 24 años del siglo XXI,
En aplicación de ese principio, el Poder
Ejecutivo vetó la ley previsional que disponía un modesto aumento para los
jubilados que perciben el ingreso mínimo, y que son dos de cada tres. Para
impedir que
No es seguro que Milei cuente con los mismos
para respaldar su anunciado veto a la ley de financiamiento de las
universidades nacionales. El rumbo de colisión está fijado. Ante la dificultad
el gobierno acelera, pero en este caso se encontrará con una resistencia muy
superior a la que pueden ofrecer los trabajadores jubilados: los gremios de
educadores ya han anunciado desde mañana hasta el miércoles actos de
esclarecimiento del conflicto, con dos paros generales, el último jueves de
septiembre y el primer miércoles de octubre, y una marcha federal, desde todo
el país. Sumar en contra a los jubilados, los universitarios y el papa católico
que está en Roma pero por primera vez es argentino, conforma un frente de
tormenta temible para cualquiera que mida las consecuencias de sus actos.
El gobierno no muestra más respeto hacia el
presupuesto que respecto de las demás leyes, sometidas a los principios
rectores de la motosierra y de la licuadora. Tampoco estima demasiado sus
propias palabras. La sucesión de anuncios oficiales de ese tipo parece menos
consistente que el propuesto traslado de la capital a Vietnam del Sur que
formuló Alfonsín. El viento y el frío congelan la economía.
A seis meses del anuncio de la constitución
del Consejo de Mayo y dos meses después del decreto formal que lo creó, no han
sido designados sus miembros ni convocadas a deliberar las organizaciones que
deberían integrarlo. Pese a que negoció con el Congreso la eliminación en
Las estimaciones presupuestarias difieren de
las que tiene el mercado, ya se trate del crecimiento del producto, la
inflación o la cotización del dólar, por lo cual no hay consultor que las tome
en serio. Ni el crecimiento del 5% del PIB, ni el IPC anual del 18,3%, ni el
dólar a 1.200 pesos tienen explicación. La única duda es sobre el superávit
comercial de 22.000 millones de dólares, porque la caja negra energética puede
incluir alguna grata sorpresa. Pero tampoco es imposible la inversa, dada la
retracción de Petronas, que luego de la cruenta batalla entre Río Negro y
Buenos Aires, ha puesto en duda la inversión para licuar el gas natural y
exportarlo en barcos. También pueden aparecer otros imprevistos, que ya han
puesto en guardia a los posibles afectados: si el gobierno insiste en que
reducirá las retenciones, ¿cómo podrían duplicarse los ingresos por derechos de
exportación?
Un penal con la ovalada
El pasaje más desopilante llegó cuando Milei
se dirigió a los gobernadores, que firmaron sin fijarse en el contenido las
metas del Pacto de Mayo, como un gasto público consolidado que no supere los 25
puntos del PIB. Esto "requiere que las provincias en su conjunto hagan un
ajuste adicional de 60.000 millones de dólares", dijo. No hizo falta que
todos los atónitos mandatarios refutaran esa pretensión (como llegaron a
hacerlo el bonaerense Axel Kicillof, quien dijo que en su provincia la
propuesta de Milei no equivaldría a déficit cero sino a gasto cero, el
santafesino Maximiliano Pullaro y el cordobés Martín Llaryora), porque los
desmentidos llegaron desde los lugares más imprevistos.
Fueron el Ministro de Economía Luis Caputo y
el presidente de
Los que no saben sumar
La falsificación de los datos también tiene
antecedentes históricos, pero no en los próceres del liberalismo sino en los
técnicos de la última dictadura. Su último ministro de Economía, Jorge Wehbe,
anunció en 1983 que la deuda externa ascendía a 43.000 millones de dólares. Un
alto jefe militar lo refutó: no pasaba de 37.800 millones. Le interesaba la
precisión porque las Fuerzas Armadas eran responsables de adquisiciones de
material bélico que habían abultado la cuenta. Sin complejos, Wehbe admitió el
error: su ministerio había sumado dos veces una partida de 5.000 millones de
dólares. En un país donde el humor encubre tanto la resignación cuanto la ira,
Wehbe debió soportar este diálogo ante las cámaras de televisión:
—Feliz cumpleaños, señor Ministro.
—Muchas gracias.
—¿Cuántos cumple?
—63.
—¿Está seguro?
El ascenso de Manuel Adormi a Ministro de
Comunicación tiene que ver con el propósito de los Hermanos Milei de que sea
candidato el año próximo en
Sus pronunciamientos sobre la inflación son
un buen ejemplo. En agosto sentenció que ese era un "tema terminado".
Lo reiteró la semana pasada. Cuando le preguntan por qué entonces el IPC se ha
estacionado en el último cuatrimestre entre el 4% y el 4,6%, alega que "el
impacto de la política monetaria lleva varios meses, así que esto va a seguir
así hasta que la inflación sea un tema del pasado”. Es decir, el pasado se
ubica en el futuro pero no es posible saber cuánto tardará en llegar. Es una
variante algo más astuta que la performance de Macrì, durante cuyo gobierno la
inflación bajó al doble. Por lo menos, la expresión de deseos de Adormi no
incluye su refutación y difiere las comprobaciones para un impreciso porvenir.
Todavía es cuestión de fe, de creer o reventar.
Ni ellos le creen
La peor noticia provino de la investigación
de Gustavo Córdoba y Ana Paola Zuban. Ni los votantes de Milei creen en las
afirmaciones que se derraman como pétalos de rosa desde las alturas del atril
presidencial y la cátedra de Adormi. La imagen que preside el Domingo de Datos
de septiembre de la consultora cordobesa anticipa una opinión: a Milei le crece
la nariz, como si fuese de madera. Las afirmaciones rimbombantes del gobierno
cuentan con una escasa credibilidad. Ordenadas según los resultados, mirá qué
porcentaje de la muestra de 2.330 personas cree en estas seguridades pregonadas
por los Hermanos Milei:
Afirmaciones % es verdad
El poder adquisitivo de los jubilados voló
13,2
Las tarifas de servicios están regaladas
16,5
Está mejorando el empleo 18
Las jubilaciones le ganan a la inflación
19,5
La motosierra se aplicó a la política 22
Estamos haciendo cosas maravillosas 22
Los salarios le ganan a la inflación 22
Científicos, periodistas y artistas
Opositores son ratas inmundas 24,6
Les duele que yo sea uno de los políticos
más importantes del planeta 25,5
Estamos arrasando con la inseguridad 27,6
Correlativamente, entre el 62,7% y el 76,2%
responden que esos dichos presidenciales son lisas y llanas mentiras.
Cuando el cuestionario indaga sobre la confianza
en una serie de organismos e instituciones, el saldo tampoco es favorable al
gobierno. Este es el ranking de confianza obtenido:
Instituciones % de confianza
Universidades públicas 71,5
Salud Pública 71,2
CONICET 64,3
Universidades privadas 56,4
INDEC 42,2
Iglesia Católica 33,3
Redes antisociales 22,9
Sindicatos obreros 20,9
Periodismo en general 19,9
Medios de comunicación 18,8
Partidos políticos 16,8
Congreso 14,8
Iglesias evangélicas 13,7
Justicia argentina 12,3
Es llamativo que el top cinco de los peor
evaluados incluya a
Las preguntas sobre aprobación del gobierno
y la dirección que sigue también arrojan saldo negativo para el gobierno de los
Hermanos Milei.
Aprobación del gobierno nacional Desaprueba
57,3%
Dirección en que va el país Incorrecta 55,1%
Comprensión de textos
El flamante Ministro de Comunicación tiene
además un ostensible déficit de comprensión de textos. En su conferencia de
prensa del miércoles último, le atribuyó al ex Presidente Alberto Fernández las
opiniones sobre el cine argentino comprendidas en la patética grabación en la
que discute con Fabiola Yáñez, en el último trimestre de su presidencia. Esto
es lo que se escucha:
Alberto Fernández: Mil de esas me tuve que bancar
Fabiola Yañez: Pero no me fui a acostar con
ninguno, boludo…
La única Sandra registrada por
El audio impresiona por la brutalidad de los
términos de una parte y la voz etílica de la otra. Ratifica la idea de que
ninguno de los dos es demasiado creíble en sus acusaciones al otro.
En su conferencia de prensa, Adormi mostró
que no había entendido el diálogo.
Con su habitual suficiencia, dijo que
"suena bastante extraño lo del ex Presidente, cuando tenemos un cine que,
al menos a mí, me gusta mucho, con grandes películas, grandes series,
como El Encargado. Pero
además un sinfín de películas que han hecho historia y han ganado innumerable
cantidad de premios internacionales, hasta premios Oscar. El comentario del ex
Presidente me parece que dista de la realidad de Argentina. Tenía entendido que
el ex Presidente apoyaba efervescentemente el cine nacional, pero se ve que no.
Sería bueno que revea algunas películas que tienen una calidad impresionante,
además con todo el potencial que tiene el cine argentino. La verdad que estamos
sorprendidos". En la discusión matrimonial es inequívoco que Yáñez quiere
ver un filme en el que intervino su amiga Rojas y el entonces Presidente le
recrimina que ella nunca quiere ver las películas argentinas que a él sí le
gustan.
Sobre todo, no hay correspondencia entre las
alabanzas del Ministro vocero al cine argentino y la brusca supresión de todas
las ayudas que en las últimas décadas han apoyado su crecimiento y
consolidación.
Dimes y diretes
En cualquier caso, la confusión de Adormi no
es exclusiva de quienes ejercen el poder político. Esta semana la agencia Noticias
Argentinas, del Grupo Alpha Media, que también posee la radio macrista
Rivadavia, distribuyó un cable plagado de falsedades que no pueden atribuirse a
descuido. El texto, que Perfil publicó,
pero luego rectificó al advertir la manipulación, sostiene que en una columna
mía, "el amigo elegido por el ex Presidente para ensayar una defensa
pública, en El Cohete a
Ni soy amigo del ex Presidente ni me eligió
para hacer su defensa. Tengo el registro de la llamada que yo le hice para
interrogarlo sobre el tema, en forma no complaciente. Fue él, y no yo, quien
expuso el alcoholismo de Yañez, que ella confirma. Y la afirmación final no me
pertenece a mí, sino a la socióloga Dora Barrancos, uno de los íconos del
feminismo en
Según Fernández, cuando él llamó a
Barrancos, que fue su asesora en temas de género, para darle su versión del
episodio, ella lo habría interrumpido para decirle:
—No tenés que explicarme nada. Mi esposo
atendió a Fabiola y yo conozco toda la verdad.
El esposo de Barrancos es el médico
acupuntor Eduardo Moon.
No conozco a nadie en Alpha Media ni en NA,
de modo que la mala fe que trasunta esa publicación debe provenir de posiciones
mías en los debates políticos del país, cargados de ponzoña, tal como le
recriminó el diputado Oscar Zago a su presunto compañero de causa libertaria
Agustín Romo, uno de los tuiteros de la escudería Caputo (Jr).
Dentro de esa contaminación general hay sin
embargo excepciones. En el programa de Jonathan Goldfarb en la señal de
noticias por cable del Grupo Clarín, su colega Nicolás Wiñazki consignó
correctamente que en mis notas sobre Fernández sostuve que el presunto
alcoholismo de Yáñez no sería un atenuante sino un agravante, en caso de
comprobarse que la golpeó. Ambas cosas comenzaron a materializarse esta semana,
con la declaración testimonial de la madre de Yáñez, la primera que declaró
haber visto los golpes. Al confirmar el alcoholismo de su hija, sentenció:
"Él conoció a una chica sana y limpia y la convirtió en un despojo
humano".
(*) El Cohete a
22/9/024
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