El panorama económico de Marcelo Bonelli
Gestiones
de Caputo en Washington, la dureza del FMI y el futuro de Lorenzetti
Fuente: Clarín
(*) Notiar.com.ar
28/2/025
Toto
Caputo le pidió ayuda al Tesoro de EE.UU para destrabar e intentar cerrar el
acuerdo con el FMI. Ocurrió en el encuentro con Scott Bessent. Fue una reunión
profesional, que duró exactamente media hora. Ambos no se conocían.
Al
inicio, Caputo hizo una exposición. Utilizó parte de la reunión para hablar de
los beneficios de la “motosierra” y de la baja de la inflación. Solo hizo una
mención a la política cambiaria: una cerrada defensa como estrategia central
para contener la inflación.
Bessent
escuchó paciente. Evitó - amable - hurgar en el atraso cambiario. Diplomático,
al final, lo felicitó. Así le dijo: “elogiamos las reformas macroeconómicas en
Argentina”.
Pero
después hizo preguntas puntuales. El “Toto” aprovechó ese momento y se tiró a
la pileta: “Necesitamos la ayuda del Tesoro con el FMI”.
Bessent
no se sorprendió. Sus técnicos le habían preparado un dossier sobre “el caso
argentino” y conocía al dedillo los problemas reales - al margen del relato
rosado – que tiene Milei con el FMI.
El
jefe del Tesoro contestó: “Vamos a
apoyar. Pero tengo que evaluarlo con mi equipo”. Toto se fue
eufórico. Sobreestimó el encuentro: “Vamos
a conseguir los U$S 11.000 palos”. Transmitió su alegría a Milei.
Clarín
confirmó la información en fuentes del Tesoro y Economía. También circula en
forma confidencial entre los “lobos” de Wall Street. La cuestión confirma un
secreto a voces para todos: el concreto pedido al Tesoro obedece a que la negociación
con los funcionarios de Washington está “embarrada”. Toto Caputo ya le notifico
al FMI: “No vamos a devaluar”.
Pero
Luis Cubbedu contragolpea: pide una
nueva estrategia cambiaria para que el BCRA aumente las reservas. Entre
banqueros se especula con que los informes públicos del Bank of Americas tienen
como origen -en verdad- comentarios secretos y papers reservados de los
burócratas del FMI.
En
Manhattan fueron cautos tras el encuentro entre Toto y Besset. Muchos dudan de los “relatos” del Palacio de Hacienda.
Caputo - desde diciembre- anuncia que el acuerdo con el FMI es inminente y
muchos - en Argentina- repitieron como loros. Ya entramos en marzo y ahora se
habla recién de fines de abril.
Así,
en esta semana el mercado se movió marchito y lejos de la euforia
“promocionada” por Economía. Febrero
no fue bueno.
Sucede
que los “lobos” tienen información confidencial de que existen problemas y que
- como anticipó Clarín - en Washington el equipo de Luis Cubeddu exige
modificar y devaluar. Ya lo dicen los “papers” secretos en Manhattan. El
influyente - ex Goldman Sachs - Alberto Ades lo dijo en público: “Necesitamos un tipo de cambio más depreciado”.
Kristalina
Georgieva estuvo frente a Javo y transmitió su “voluntad política” de apoyar. Pero aclaró que para eso
había que modificar la posición del staff. Habría recomendado: “Se necesita el aval del Tesoro”.
Ese
plan político tiene cuatro premisas: el “dólar quieto”; ayuda del FMI para
sostener ese billete; apuntalar el carry trade y mantener el control del cepo.
Milei se entusiasma con Donald Trump. Sueña que “ese ancho de espada” le
permita resolver sus problemas. Su misión a EE.UU. sufrió la “gota gorda”
porque la foto bilateral estuvo en duda hasta último momento. Fue Barry Bennet
-estratega político de Trump- quien habilitó la foto. Milei devolvió con creces
ese gesto: cambió en 180 grados su posición sobre Ucrania.
Hasta
ahora era un ferviente aliado de Zelenski -estuvo en la asunción- y Milei hizo
alarde contra Rusia.
Fueron
un papelón los argumentos de Gerardo Werthein para justificar el violento giro y apoyo a Putin.
Encima, Alemania dio una mala noticia. El triunfo de Friedrich Merz también
desubicó a
Los
inversores del exterior quieren ver. Ahora circula que los inversores
internacionales que iban a financiar el Plan Nuclear que promocionó Demian
Reidel se corrieron del proyecto.
El
“criptogate” impactó fuerte. Forbes
lo calificó como el “robo
más grande de la historia”. También The Economist habló
de “la desventura de Milei”. Ahora
se sabe un curioso dato. Tres de
las cuatro billeteras que controlaban el fondo “Libra” tenían una
particularidad: llevaban el nombre Milei.
Milei
tiene una virtud política: mantuvo la gobernabilidad y bloqueó la
contraofensiva política.
El
radical Eduardo Vischi batió todos los récords: ya se sabe que votó en contra
de su propio proyecto. Pero encima quiso presidir una reunión de bloque radical
acompañado de Ezequiel Atauche, líder de los libertarios, para explicar su
bochornoso cambio.
La
pelea, después, fue fenomenal. Los radicales se dijeron de todo. Volaron las
acusaciones: “traidor”, “mal parido”. Vischi acusó al gobernador Valdés, pero
los radicales lo acusan de cortarse solo.
Lisandro
Catalán estuvo en toda la negociación. Esta en alerta: se insistirá con otra
comisión investigadora.
La
cuestión esta complicada en EE.UU. Un secreto informe de
En
la intimidad, ataca a Santiago Caputo: “El
Pibe exacerba lo peor de Javier y lo vuelve paranoico”. Caputo
se mofa de Mauricio: “su tiempo ya
fue”.
Hubo
una fuerte discusión en esa reunión del PRO. Dicen que Guillermo Montenegro
hizo una defensa frontal de Ariel Lijo y Diego Santilli – está más libertario
que nunca – se opuso a un comunicado oficial contra el decretazo de Milei.
Milei
hablará del tema mañana. El “Pibe” elucubró la puesta en escena para hacerse el
“disruptivo” justo en una noche de sábado en Carnaval. Guillermo Francos tuvo
contacto con varios empresarios y a todos les anticipó: “va a ser un discurso duro. Javier está muy enojado”.
Javo
insistirá en sus éxitos y atacaría a quienes lo cuestionaron.
La
cuestión de
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