El enfoque de Carlos Pagni
Un ajedrez
inesperado en la lucha por el poder
Fuente:
(*) Notiar.com.ar
3/4/025
La lucha por el poder está jugando un ajedrez inesperado. El destino de dirigentes que han sido decisivos en los últimos lustros quedó expuesto al destino de dos duelos que, en tiempos más convencionales, carecerían de importancia.
Las
elecciones para
Kicillof
debe resolver en las próximas horas el calendario electoral de su distrito. En
particular, si los comicios bonaerenses se celebrarán en la misma fecha que los
nacionales. Si los adelanta, habrá cruzado el Rubicón. El kirchnerismo ya le
avisó que esa medida es una declaración de guerra. Lo hizo a través de un
proyecto de ley impulsado por la senadora María Teresa García, que propone que
las dos elecciones sean concurrentes. En los fundamentos de esa iniciativa se
aclara que, si dispone lo contrario, el gobernador estará demostrando que sólo
le interesa su situación personal. Y que manipula las reglas de juego igual que
Javier Milei. Es difícil imaginar una comparación más peyorativa para Kicillof.
Hasta
julio del año pasado, la señora de Kirchner tenía previsto impulsar a su
antiguo ministro de Economía para
La
expresidenta entendió esa estrategia como un desafío. Y se dispuso a
contestarlo. Si Kicillof cumple su amenaza, ella competirá como candidata a
diputada provincial por la tercera sección electoral. Es decir: irá a buscar al
gobernador al terreno en el que él pensaba fortalecerse.
No
es indiferente que ella haya elegido la tercera sección, ubicada en el sur del
conurbano. Allí están radicados los principales soportes territoriales de
Kicillof: Jorge Ferraresi, de Avellaneda, y Mario Secco, de Ensenada. Es
natural, entonces, que Cristina Kirchner quiera derrotar a esos dos
intendentes. Sobre todo a Ferraresi, a quien ella había halagado con la
vicepresidencia del Instituto Patria. Por otra parte, la región que eligió para
postularse es la más popular del Gran Buenos Aires. Donde consigue “idolátrico
amor en el gauchaje”, como dijo Borges sobre Rosas.
La
expresidenta se propone elaborar las listas de todas las secciones, en
combinación con Sergio Massa y su Frente Renovador. Tiene la ventaja de
controlar el PJ, que preside su hijo, Máximo. Kicillof y los intendentes que lo
apoyan deberían ir con su propio sello por fuera de la estructura partidaria.
El plan es competir en las ocho circunscripciones de la provincia, ganarlas, y
a partir de allí reconstruir el peronismo. Hay que enfatizar el verbo
“reconstruir”. Porque lo que está ocurriendo hoy en la provincia de Buenos
Aires es la fractura del sujeto político más importante del último cuarto de
siglo. El PJ bonaerense que, arraigado en el conurbano, dio su poder a los
Kirchner.
En
la grieta que se abriría con ese choque entre la expresidenta y su discípulo
puede germinar otra variante justicialista. Una tercera opción encabezada por
Joaquín de
Si
se retira un poco la lupa de estas querellas coyunturales, se confirma un rasgo
cada vez más inquietante de la vida pública de estos días: una tendencia
incesante a la fragmentación. Las consecuencias del proceso son todavía
misteriosas. Pero puede llevar a que muchos intendentes pierdan la mayoría de
la que disfrutan en los concejos deliberantes. Y a que fuerzas que todavía no
maduraron, como
En
la disputa que se está esbozando se decide también si la candidatura
presidencial de Kicillof logra sobrevivir. O si sucumbe en homenaje a un
proyecto que, o es autónomo respecto de los Kirchner, o no merece ser. El
principal interesado en esa incógnita es Massa, que espera relanzar su sueño de
llegar a
Si
las listas de Kicillof consiguen la mayoría, la noticia sería histórica:
Cristina Kirchner ingresaría, por la puerta de una candidatura secundaria, al
eclipse que tantas veces profetizaron, en vano, sus detractores. Pero si el
gobernador resulta derrotado, se instalará un interrogante al que no debería
ser indiferente el resto del país: ¿qué consistencia tendría en adelante la
gobernabilidad bonaerense? Con un kirchnerismo prescindente, Kicillof no logró
hasta ahora que
Tal
vez no haya que esperar al resultado de las urnas para que esos acertijos
empiecen a emerger. ¿El gabinete de Kicillof seguirá siendo el mismo en medio
de la contienda? ¿O los ministros ligados a la señora de Kirchner presentarán
su renuncia?
La
representación de este drama bonaerense se despliega sobre el telón de fondo de
los movimientos judiciales. Hoy se podría decidir en el Senado si el controvertido
Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla reciben el acuerdo como jueces de
El
lunes pasado ella se dirigió en queja a
Como
Lorenzetti es el padrino de la candidatura de Lijo, en el círculo más estrecho
de Cristina Kirchner se interpretó ese trascendido como un intento de
condicionar lo que se votará hoy en el Senado. Imposible saber si esa fue la
intención del magistrado. Además, desde
Los
expedientes judiciales se están transformando cada vez más en armas arrojadizas
de las disputas de poder. En estos días reapareció el otrora polémico juez
Guillermo Tiscornia, denunciando a Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Juan
Carlos Maqueda por la administración de la obra social judicial. Tiscornia se basa
en pronunciamientos en los que Lorenzetti disintió con sus tres colegas. La
causa fue asignada por sorteo a la jueza Eugenia Capuchetti.
Pero
otro funcionario escandaloso, el fiscal Ramiro González, célebre por su
opulenta fiesta de cumpleaños, reclamó que el caso pase a manos de Lijo, que ya
investiga otra denuncia por las mismas disidencias de Lorenzetti. Más allá de
la combinación, que hay que presumir azarosa, Lorenzetti-Lijo, en relación con
La
peripecia judicial de Cristina Kirchner cobra vigencia en estos días no sólo
por la condena en la causa de la obra pública santacruceña. También hay una
controversia alrededor de una investigación en la que ella es víctima: la del
intento de asesinato por parte del “copito” Fernando Sabag Montiel. La jueza
Capuchetti retomó la investigación, desplazando al fiscal Carlos Rívolo. Apenas
lo hizo, Capuchetti dispuso medidas que obligan a funcionarios de
Todo
gira alrededor de la pésima custodia que tuvo aquella tarde la expresidenta; el
destino del celular de Sabag, que fue “incautado” por militantes de
La
jueza también es motivo de denuncias. Le atribuyen haber manipulado ese móvil,
en custodia en la caja fuerte de su juzgado. Uno de los declarantes que se hizo
cargo esa versión es Juan Martín Mena, ministro de Justicia bonaerense y
colaborador principal de la expresidenta en cuestiones tribunalicias.
Capuchetti formuló a Mena una denuncia por falso testimonio, que duerme en el
despacho de Lijo.
¿Otra
prenda de negociación de ese magistrado con el kirchnerismo para condicionar el
voto en el Senado? Si esa fue la intención de Lijo, hasta ahora tuvo efecto
cero. En cuanto a Capuchetti, ayer en Comodoro Py se comentaba que sus
custodios estaban siendo presionados para que declaren en su contra. El destino
es imprevisible: Capuchetti, hija de un viejo comisario de
Así
como en la provincia de Buenos Aires se dirime la trayectoria de Cristina
Kirchner, en
La
división de cada fuerza política es más aguda en el paisaje porteño que en el
bonaerense. El viejo Cambiemos está desgajado en innumerables piezas: Pro,
En
este panorama astillado saca ventaja el PJ, liderado por Juan Manuel Olmos,
quien se postuló en el undécimo lugar de la lista de legisladores que encabeza
Leandro Santoro. Es una señal de optimismo y también una amenaza. Si Olmos
consigue entrar a
En
este contexto de fragilidad, cobra una relevancia deplorable la conferencia de
prensa preventiva de la lista de Pro, que reclama una campaña limpia. En la
clase política metropolitana no hay quien no sepa que se trata de una
advertencia para el gobierno nacional, que anteayer adquirió un documento muy
agresivo para Jorge Macri. Fiel a su estilo, el comando libertario adelantó la
amenaza con un tuit de Gordo Dan. La decadencia política que condujo a Milei
hasta el poder parece acelerarse, ahora con el impulso de Milei.
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