La columna política de Joaquín Morales Solá
Una
reunión crucial para Milei
Fuente:
(*) Notiar.com.ar
2/4/025
Por
primera vez en mucho tiempo, varios senadores no están dispuestos a vaticinar
definitivamente nada sobre el caso de los dos candidatos a jueces de
De
todos modos, una sesión fallida por falta de quorum no sería una mala noticia
para el Gobierno. Perdido por perdido, podría defender la permanencia de
García-Mansilla, el más cercano ideológicamente al mileísmo, en el único
tribunal inapelable del país. Las situaciones de Lijo y de García-Mansilla no son
la misma. Mientras García-Mansilla ya está integrado a
La
falta de quorum de mañana podría, en efecto, beneficiar objetivamente al
Gobierno. La oposición kirchnerista pidió la sesión especial para tratar el
acuerdo de esos candidatos a jueces supremos. La vicepresidenta, Victoria
Villarruel, que es también presidenta del Senado, se la concedió en solo cinco
días, aunque la convocó para dos semanas después. Villarruel evitó embarrar el
recinto del Senado mezclando el acuerdo a los jueces con el proyecto de ficha
limpia, que ya tiene media sanción del Senado y que solo requiere la aprobación
de
¿Qué
posibilidades hay de que no haya quorum mañana? Teóricamente, ninguna. Cuidado:
la teoría choca con la praxis política casi siempre. Veamos la teoría: el
kirchnerismo afirma que pondrá los 34 senadores que tiene para que
Pero
¿cuántos senadores peronistas están dispuestos a darle la espalda al Gobierno?
¿Cuántos, cuando hay gobernadores del peronismo que hablan y negocian con el
oficialismo y en cuyos liderazgos se referencian algunos senadores? Por eso, y
excepcionalmente, el bloque peronista abrirá las puertas de sus oficinas el
miércoles, feriado, para reunirse y establecer de una buena vez qué harán el
jueves todos sus integrantes, si es que todos hacen lo mismo. El trance del
bloque radical no es distinto. El presidente del bloque del radicalismo es el
correntino Eduardo Vischi (“Peteco”, según lo llaman los senadores de su
partido), quien depende políticamente del gobernador de Corrientes, Gustavo
Valdés, obsesionado con que Lijo salga del Senado con el acuerdo en la mano.
Valdés es un dirigente radical que antes logró hacerse de cierto prestigio en
círculos políticos y empresarios nacionales, pero está a punto de perder esa
reputación para quedar bien con el gobierno de Milei. Ocurre que Corrientes
elegirá gobernador durante este año; Valdés anunció que estará en la boleta del
oficialismo provincial, pero él no puede ser candidato a gobernador. Los
ahijados políticos que suenan para candidatos a gobernar Corrientes son un
hermano de Valdés (el nepotismo es una enfermedad grave en la política
argentina) y el propio Peteco Vischi, a quien ayer se lo vio cerca de las
oficinas de Milei. Ni Valdés ni Vischi quieren luchar en su provincia contra la
popularidad de Milei. Vischi ya cometió varios papelones haciendo y deshaciendo
lo que había hecho, tal vez por influencia directa de su gobernador. Valdés
suele hablar con los senadores como si estos fueran empleados suyos, según
denunciaron varios miembros del bloque del radicalismo. “El mandato popular lo
tenemos los gobernadores”, los zamarrea. Es un error de Valdés. Los senadores
son elegidos por el voto de la sociedad y ellos cuentan de igual modo con
mandato popular. En cambio, el mandatario de Mendoza, el también radical
Alfredo Cornejo, prefirió aconsejarle al Presidente, con el que tiene más
coincidencias ideológicas que Valdés, que retire los pliegos de los dos
candidatos a jueces antes de que sean rechazados. Los estilos describen a las
personas.
Entre
los votos de los senadores kirchneristas (basta con que sean 15 o 16, aunque
ellos dicen que tienen por lo menos 25) más varios radicales y otros de Pro
asegurarían el rechazo de los dos candidatos a jueces, según los cálculos
previos a la reunión. Cristina Kirchner no está en condiciones anímicas de votarle
los candidatos a Milei, a quien le atribuye, segura como nunca, la autoría
intelectual de que le hayan retirado la visa para ingresar a los Estados
Unidos. A su vez, la senadora radical Carolina Losada anticipó, por ejemplo,
que está dispuesta a votar en contra de los dos candidatos, aunque le gusta la
postulación de García-Mansilla, si ese es el requisito para que Lijo no llegue
a
La
pregunta que nadie responde es cuánto influirán los gobernadores peronistas y
radicales en sus senadores y a cuánto de estos los llevarán de las narices. El
número mágico es 25. Esa es la cantidad de votos en contra que necesita Lijo
para que su acuerdo no alcance los dos tercios. García-Mansilla tiene
objeciones ideológicas de parte de los senadores, no éticas ni intelectuales,
aunque algunos senadores, como Tagliaferri, lo objetan más por haber incumplido
la promesa de no aceptar una designación en comisión (la terminó aceptando) que
por sus ideas. García-Mansilla está más desprotegido que Lijo; él no es juez
federal.
Mañana
se jugará un partido crucial para el Presidente: el Senado decidirá si el
mandatario tendrá en lo inmediato una Corte Suprema en condiciones de tomar
decisiones rápidas o si los trámites serán más lentos. Por lo pronto, el jefe
del Estado decidió hacer un viaje no previsto para visitar a Donald Trump en su
residencia privada. Ni siquiera estará en el país cuando el Senado se reúna
para resolver los acuerdos de los dos candidatos a jueces. ¿Necesidad?
¿Indiferencia? La necesidad de un acuerdo con el Fondo Monetario, donde Trump
tiene una influencia decisiva, existe; la indiferencia con respecto del destino
de los dos candidatos a jueces supremos es lo único que se destaca de Milei
desde hace casi un año. Quizás porque nunca le gustó alistarse en causas
perdidas de antemano.
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