Cartas de lectores publicadas en La Capital de Rosario
Cartas de lectores publicadas en La Capital de Rosario
Paz justa y duradera
(14/12/07)
Toda sociedad liberal, enseña
John Rawls, tiene derecho a proteger y preservar las libertades fundamentales
de sus ciudadanos. La guerra que libran contra el estado agresor es, por ende,
justa. Para preservar la legitimidad de su accionar bélico la sociedad liberal
tiene la obligación moral de respetar, tanto como sea posible, los derechos
humanos de los ciudadanos del Estado agresor. ¿Por qué? En primer lugar, porque
los miembros del Estado agresor son personas; en segundo término, porque de esa
manera la sociedad liberal estará en condiciones de enseñar al pueblo enemigo
la importancia de los derechos humanos. De esa manera, la sociedad liberal podrá
alcanzar una paz justa y duradera con el estado agresor. Si la sociedad liberal
no respeta los derechos humanos del estado enemigo, se transforma en un estado
criminal. Bombardear con misiles aldeas indefensas es un acto criminal, un
crimen de lesa humanidad. ¡Qué dudas cabe! Pero también lo es cortar el
suministro de energía a la población enemiga, tan inocente como la de la
sociedad liberal, a manera de represalia. Cuando la sociedad liberal pasa a ser
una sociedad criminal la convivencia con la sociedad agresora es inviable. A la
larga, la única solución pasa por el aniquilamiento de uno de los bandos en pugna.
Sólo la tolerancia y el respeto mutuo garantizan una paz justa y duradera entre
las naciones.
El poder al desnudo (20/12/07)
No hubo luna de miel. La
realidad política argentina le impuso a Cristina Kirchner sus condiciones a horas
de haber pronunciado su magnífico discurso en la Asamblea Legislativa.
El escándalo internacional provocado por la investigación judicial en Miami al
enigmático Antonini Wilson, quien en agosto intentó ingresar de manera ilegal
en la Argentina
800.000 dólares supuestamente para ayudar a la por entonces candidata
presidencial del oficialismo, puso nuevamente sobre el tapete la íntima
vinculación que existe entre el poder y el dinero. El financiamiento de las
campañas electorales todavía sigue siendo en nuestro país un enigma tan
profundo como el de los fondos reservados que maneja la
SIDE. Por si la causa de la valija no
hubiera resultado suficiente, la muerte por envenenamiento del torturador Héctor
Febres hizo recordar al gobierno nacional y al pueblo argentino que el reciente
pasado trágico lejos está de ser cosa juzgada. Por el contrario, el cianuro
hallado en el cuerpo de ese sádico constituye un claro mensaje de impunidad. Tal
como aconteció con la desaparición de Julio López, quienes ocuparon los Falcon
verde durante los años de plomo intentan hacer saber a la sociedad y a su
presidenta que su capacidad operativa sigue intacta. Dinero, asesinato,
desaparición e impunidad. El poder al desnudo. Su lógica de hierro no tuvo
contemplaciones con la primera mujer elegida presidente por el pueblo
argentino. Que se prepare.
El ejemplo de Perón (27/12/07)
Juan Domingo Perón fue un
claro exponente de realismo político. En la campaña electoral previa a las
elecciones presidenciales de 1946 los Estados Unidos, a través de su embajador
en Buenos Aires Spruille Braden, apoyaron decididamente a la Unión Democrática. Perón se dio
cuenta de que lo más conveniente para sus intereses era manipular el
sentimiento antinorteamericano arraigado en amplias capas de la población. Puso
al embajador norteamericano en el centro del escenario opositor y llamó al
pueblo argentino a elegir entre “Braden o Perón”. En junio de 1946 Perón asumió
la primera magistratura. La antinomia había dado resultado. Sesenta años después
el matrimonio presidencial se valió de la misma estrategia, esta vez para
evitar que Cristina sufra un innecesario desgaste al comienzo de su gestión. El
12 de diciembre el FBI vinculó la valija “wilsoniana” con la campaña electoral
del oficialismo. Al día siguiente Kirchner calificó el informe del FBI como una
“operación basura”. El 18, el ex presidente Kirchner afirmó que el país estaba
siendo manoseado por una “banda de mafiosos”. Al desviar la atención del verdadero
problema (la valija) recreando la histórica antinomia (Patria o colonia),
Cristina logró salir airosa del primer gran desafío a su gestión. Desde el más
allá Perón la debe estar aplaudiendo a rabiar.
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