La columna política de Fernando González
Bullrich con Milei; Larreta con
Schiaretti: la urgencia de armar
mayorías para gobernar
Infobae
15
de Junio, 2023
El
escenario institucional de
Giorgia Meloni armó su coalición de gobierno de derecha extrema en Italia después
de ganar las elecciones con su partido “Hermanos”, que solo obtuvo el 26% de
los votos. Es el mismo porcentaje que sacó Olaf Scholz en 2021
en Alemania, lo que lo obligó a armar su gobierno con el Partido
Verde y el Demócrata Liberal para poder armar gobierno y convertirse en el
Canciller.
Más
extremo es el caso del socialista Pedro Sánchez en España.
Lleva cinco años gobernando su país sin haber superado el 30% de los votos en
las dos elecciones que disputó. Tuvo la suficiente habilidad para acordar con
la izquierda chavista de Podemos, los catalanes independentistas y los vascos
pro ETA de Bildu. Así se ha mantenido haciendo equilibrio y todas las encuestas
señalan que le tocará perder en las elecciones del 23 de julio próximo frente
al Partido Popular. Pero no son pocos los que temen que Sánchez pueda hacer una
nueva alquimia con sus alianzas y consiga quedarse un tiempo más gobernando en
En
El
cálculo que complicó a Rodríguez Larreta fue que la presentación de candidatos
presidenciales vence el sábado 24 de junio, justo un día de las elecciones
cordobesas para gobernador. La negociación con Schiaretti, quien lleva a Martín
Llaryora como candidato propio, descolocó y destrozó los nervios
de Luis Juez, el candidato por el que Larreta había empujado para
que fuera el adversario del peronismo cordobés. Mauricio Macri y Patricia
Bullrich aprovecharon el tropezón estratégico y lo acusaron de
promover la derrota de Juntos por el Cambio en la provincia.
Rodríguez
Larreta debió dejar el plan Schiaretti para después de las PASO, siempre que
pueda vencer a Bullrich. De todos modos, luego del triunfo de Claudio
Poggi en San Luis (un peronista que pasó del clan Rodríguez Saá a ser
un gran aliado de Juntos por el Cambio), los acuerdistas (además de
Larreta, Gerardo Morales, Elisa Carrió y Miguel
Angel Pichetto) recuperaron oxígeno y prometen renovar la embestida si les
va bien en las PASO.
Rodríguez
Larreta ya ha hecho pública su idea de que para gobernar
Macri
lo había hecho en los albores de su gobierno, cuando llevó a Massa al Foro de
Davos para decirle al establishment financiero internacional que en el futuro
lo podría suceder ese peronista de buenos vínculos con los mercados. Ya se sabe
cómo terminó esa historia. En algún momento, Macri se sintió traicionado por
Massa, lo bautizó “Ventajita” y lo sufrió luego como opositor encarnizado. De
aliado a enemigo, lo terminó capturando Cristina Kirchner (que
le desconfiaba mucho que Macri) para armar junto a Alberto Fernández el
Frente de Todos, la coalición que le cerró la puerta de la reelección y lo dejó
a la intemperie del poder.
Ahora,
Macri ha consolidado esa idea de la pureza del PRO y fueron
con Bullrich los grandes objetores de cualquier tipo de alianza con Schiaretti.
Sin embargo, Patricia también mira el escenario electoral y sabe que se
encontrará con los mismos obstáculos que tumbaron a Macri hace cuatro años. Por
eso, con el estilo sorpresivo que la caracteriza, hizo su jugada este último
miércoles. Lanzó un globo de ensayo que impactó a muchos.
El
miércoles, durante una entrevista con el periodista Pepe Gil
Vidal por CNN Radio, explicó que después de las elecciones
intentará construir una mayoría parlamentaria nada más, y nada menos, que con
los populistas libertarios de Javier Milei.
“Si
yo soy la candidata de Juntos por el Cambio voy a poder articular con el
bloque
Bullrich
habló de sus planes para frenar la inflación y para reducir
los planes sociales. “Todas estas reformas van a ser acompañadas
por aquellos que son el ala liberal, que vienen de la mano de
No
es una jugada inocente. En el equipo de campaña de Bullrich creen que la
apuesta de Patricia hablando de una mayoría legislativa con Milei puede
atraerle votos que están indecisos entre votarla a ella o hacerlo por el
candidato libertario. Y ha elegido esta semana, justo cuando el referente de
Milei en Tucumán (Ricardo Bussi) acaba de hacer una elección desastrosa
a gobernador, en el mismo sendero de derrota que también transitó Martín
Menem en
La
debacle de Bussi y del sobrino de Carlos Menem reavivó una larga discusión
interna que vienen manteniendo en el equipo de Milei. El estratega de la
campaña, Carlos “El Chino” Kikuchi, siempre había sido partidario
de no perder energía en las elecciones provinciales y destinar el presupuesto
recaudado únicamente a la candidatura presidencial de Milei. “Si ganamos y
llegamos a
En
un team de candidatos y asesores integrado mayoritariamente por economistas y
financistas (Diana Mondino, Roque Fernández, Carlos Rodríguez, Marcelo
Etchebarne, Emilio Ocampo, Darío Epstein y ahora Juan Nápoli), se
cristalizó rápidamente una certeza. Las noticias de las derrotas de Bussi y
Martín Menem, más la deserción de Guillermo Britos, no ayudan en nada a
fortalecer la recaudación de fondos urgentes para la campaña presidencial.
Twitter y los medios son una excelente plataforma para crecer pero, y la
mayoría de ellos lo sabe de sobra, el combustible esencial de la política sigue
siendo el dinero.
En
el otro andarivel, Sergio Massa está muy lejos de poder pensar en aliados para
el Congreso o fuerzas que acompañen al Gobierno. Su problema es la inflación,
la renovación del acuerdo con el FMI y Cristina, quien debe
bendecirlo al final del camino para que se convierta en el candidato del Frente
de Todos, que el miércoles pasó a llamarse Unión por
Massa
apostó todo a conseguir que la inflación de mayo fuera menor que la de abril.
Llevó el índice del 8,4% al 7,8% que se anunció el miércoles, y abrió
nuevamente las dudas sobre la siempre temida flexibilidad del Indec que Marco
Lavagna había sobrellevado hasta ahora con cierta respetabilidad. Tendrán que
dar muchos argumentos para justificar este punto de inflexión justo cuando
Massa más lo necesitaba. Hombre de suerte.
Fue
el punto caramelo después de haber inaugurado el avión presidencial que Alberto
acababa de comprar en 22 millones de dólares, invitando para el vuelo inaugural
a Máximo Kirchner para que conociera de primera mano cómo
funciona esa democracia de partido único (hermosa metáfora de dictadura, hay
que reconocerlo) que lleva casi ochenta años en China.
Pero
sus cinco viajes a Washington y su jugada del dólar soja son premios consuelo
al lado del presente que Massa le hizo a
Todos
los caminos conducen a Roma y todas las señales del peronismo kirchnerista
conducen a que Massa terminará siendo candidato a presidente del oficialismo.
Intentaron convencer a Daniel Scioli para que se baje y no
haya confrontación interna, pero el embajador en Brasilia resiste y hasta se
permitió la ironía de poner en juego su desgracia personal de hace muchos años.
“No
me bajo ni aunque me exijan tener los dos brazos”, le dijo a sus colaboradores.
Estaba claro que nadie le iba a pedir semejante sacrificio. En la noche del
miércoles, el peronismo se encaminaba a tener otra interna por la candidatura
presidencial. La primera en treinta y cinco años. Desde aquel 9 de julio de 1988
en que Carlos Menem derrotó a Antonio Cafiero. Y el peronismo iniciaba la
primera experiencia liberal de su historia.
Excelente análisis!
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