La columna de economía de Leandro Renou
El culebrón de Milei, Caputo y Sturzenegger
Página/12
21/6/024
La disputa sobre el futuro de la política
económica en el Gobierno de Javier Milei quedó expuesta, en las últimas horas,
con las marcadas diferencias en el rumbo que le plantean al presidente dos
personajes de mucho peso y que ya fueron parte de una interna feróz en los años
del macrismo. El ministro de Economía, Luis Caputo, y el asesor sin
cartera pero con altas pretensiones, Federico Sturzenegger, volvieron a
chocar fuerte por la intentona del ex BCRA de establecerse en un
"súperministerio" que terminaría vaciando de poder a
"Toto".
Según confiaron a Página I12 fuentes
oficiales, la avanzada de Sturzenegger, avalada en un principio por Milei,
debió se frenada por los popes de gabinete y la mesa chica, que le recomendaron
al mandatario cortar de plano superpoderes a un cuadro con ansias serias de
manejo del poder.
La cronología de los acontecimientos tiene un
hecho inicial, que es la obsesión de Milei, ya siendo presidente
electo, de que Sturzenegger ocupara el ministerio de Economía. Eso fue,
precisamente, lo que demoró casi hasta último momento la designación en el
cargo de un funcionario de peso, decantando finalmente en Caputo.
Lo que
pidió Sturzenegger
Para comprender la historia que se cuenta a
continuación, es necesario saber que Milei siempre consideró, y lo dijo en
público, que Caputo era un mesadinerista experto en perder reservas.
Incluso, fue el propio Presidente el que lo culpó por haberse fugado
parte de la plata del préstamo del Fondo Monetario (FMI) a Mauricio Macri.
En la otra esquina, Sturzenegger es el
alter ego de Milei, el que más cree en la destrucción del Estado y la
desregulación total de la economía, y también el que no teme a hacer movidas de
riesgo. Es más, Sturzenegger no fue hasta ahora parte del gobierno de Milei
porque Caputo pidió tener a toda su gente en lugares estratégicos, como el
Banco Central (BCRA), para aceptar el sillón en Hacienda. Hoy, ya es vox populi
esa tensión, contexto que este diario viene contando desde hace meses.
Dicho esto, Sturzenegger viene escribiendo hace
varias semanas los detalles de lo que él llama "mi nuevo ministerio". En
ese documento, el ex BCRA anotó quedarse con Industria, Minería, Senasa y el
INTI, entre otros sectores. Su idea es "desregular más o eliminar"
alguna de esas carteras. El paso siguiente a la redacción fue llevarle ese
plan a Milei: "Conmigo, no queda ni un ñoqui", le dijo Sturzenegger
al presidente, que se fascinó con la idea, en línea con su proyecto de
destrucción del Estado. "Dale para adelante", le contestó
Milei.
Pero la ejecución de ese programa tiene varios
problemas operativos y muchos políticos. Uno de ellos, que con ese
esquema Economía quedaría sólo manejando Hacienda y Finanzas y el BCRA, la
política fiscal, monetaria e inflacionaria. Todo lo que le importa al
Presidente y que, a la vez, vacía de poder real a Caputo, dándole a
Sturzenegger el manejo de todo el resto y dejando al actual ministro como una
especie de Secretario de Finanzas. En pocas palabras, lo dejaría debilitado y
al limite de la salida del cargo.
El freno
de la "mesa chica"
Como el Presidente tiene una dinámica personal
poco convencional, lo que para él resultó un plan atractivo, para la mesa de la
política fue un asunto de estabilidad general del órden del Ejecutivo. Asi
es que hubo una alianza circunstancial entre el ministro Luis Caputo, el asesor
Santiago Caputo y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, para avisarle al
presidente de la inconveniencia de empoderar tanto a Sturzenegger. Por eso,
se levantó la reunión que Milei iba a tener -en la previa de su viaje de
premiación a Europa- con Sturzenegger, para definir lugar y rangos de poder.
"Federico va a entrar, pero con menos influencia", cuentan puertas
adentro de
De todos modos, hoy en el Gobierno miden el
impacto del choque, porque, además, Milei venía teniendo un acercamiento muy
firme con cuadros de Sturzenegger: hace unos días, llevó al G7 a Demian Axel
"Satanás" Reidel, jefe del equipo de asesor, hombre de
Federico, ex BCRA y enemigo acérrimo de Caputo. Fue el único acompañante
técnico a Italia. No fue Caputo, que tampoco estuvo acompañando al presidente
este 20 de junio en Rosario, donde se celebró el Día de
Vale recordar que los Caputo Boys respondían,
durante el macrismo, a la línea Marcos Peña, que fue la que terminó
interviniéndole el BCRA a Sturzenegger, sacándolo del Gobierno e iniciando
la caída de la gestión del PRO. Por otra parte, cuentan en el entorno de
Sturzenegger que las últimas semanas tuvieron señales económicas negativas para
Caputo que lo entusiasmaron a acelerar para entrar al Gobierno.
El FMI y
los dólares que no están
El Staff Report del FMI mostró, para el entorno
de Sturzenegger, que el organismo está de acuerdo con lo conceptual del ajuste,
pero ve que el resto de la política flaquea y que eso pone en riesgo no sólo la
estabilización política y social, sino el ajuste en simismo. Además, Sturzenegger
percibe que Caputo está teniendo gestos que él asocia al keynesianismo, y que
eso puede llevar a Milei a un fracaso parecido al que tuvo Macri cuando se
quedó a mitad de camino en su tarea inicial. El caso del FMI no es menor:
Caputo debió explicarle a Milei por qué el organismo que comanda Kristalina
Georgieva escribió en su reporte que terminará en breve el blend de
dólares para que el agro liquide. "Es una referencia atada a que se
resuelva todo el resto, no sé por qué lo pusieron así", explicó el
ministro a su superior.
En ese contexto, Caputo está entrando a
una trampa: sin dólares, se le empezó a disparar la inflación y se agudiza la
presión devaluatoria por el atraso cambiario. Para Sturzenegger, eso es un
dato negativo porque, además, ya se venían pisando precios y frenando la
desregulación económica. "Yo sé lo que quiere el Presidente, y es lo que
hay que hacer, no hay que aflojar", cuenta Sturze a su entorno, entre los
que destacan el ex BCRA Lucas Llach y Shunko Rojas, ex secretario de Comercio Exterior
en el gobierno del PRO.
Para salir de la balacera cruzada Caputo parece
haberse dejado olvidado, intencionalmente, el cepillo de dientes en los baños
de Olivos y Balcarce 50. Cuando vio que Joaquín Cottani, el cavallista
viceministro, le venía criticando lo mismo que Sturzenegger y que el propio
Domingo Cavallo, forzó su salida y le buscó reemplazo con un ultra. El chileno
José Luis Daza, ex asesor de Antonio Kast en Chile, no sólo es amigo de Caputo
sino que fue socio de Reidel en el fondo QFR en Nueva York y es un cruzado
dispuesto a sostener el ajuste feróz. Así, la disputa Sturzenegger y Caputo fue
frenada o suavizada pero continúa picante entre ellos y grafica las diferencias
por el plan a seguir que hay puertas adentro del gobierno de Milei. El
presidente les pidió que hablen entre ellos, quizás lo hagan.
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