Picada de Noticias en el recuerdo
La opinión
de La Nación
El procesamiento de Santoro y el camino de la
impunidad (*)
Los indicadores internacionales
sobre corrupción advierten que se trata de uno de los problemas alarmantes
que exhibe la República Argentina. Según el último informe de Transparencia
Internacional, nuestro país se ubica en el lugar 85 entre 180 países. Notablemente
peor rankeado que nuestro vecino Uruguay, que figura en la posición 25. Para
combatir este flagelo, que es un factor determinante en cuanto a la generación
de pobreza, es imprescindible contar con periodistas dispuestos a investigar al
poder y con jueces independientes capaces de llevar adelante, en forma justa y
rápida, los procesos en los que los hechos de corrupción intentan esclarecerse.
El reciente procesamiento del periodista de investigación y
editor de la sección judiciales de Clarín, Daniel Santoro, por el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, genera
intranquilidad debido a que hay serios y numerosos indicios que permiten
entender que el involucramiento del periodista podría deberse al intento de
encontrar un proceso destinado a deslegitimar la mayor causa de corrupción de
la historia argentina, conocida como los cuadernos
de las coimas, en manos del juez federal Claudio Bonadio y del
fiscal Carlos Stornelli.
Las débiles conjeturas que presentó
Ramos Padilla para sostener que Santoro conocía las andanzas de Marcelo
D'Alessio en supuestas extorsiones dejan más dudas que certezas. La fragilidad
de los argumentos por los que Santoro fue procesado exige reflexionar sobre la
trascendencia de garantizar el ejercicio del periodismo y resguardar las
fuentes de información. Y exige indagar cuánto hay de cierto sobre operaciones
de inteligencia, con cooperación judicial, tendientes a desmantelar la causa de
los cuadernos.
¿Qué le imputa Ramos Padilla a
Santoro? El procesamiento se basa en dos maniobras, de coerción y tentativa de
extorsión, que habría llevado adelante D'Alessio, en las cuales considera que
Santoro habría prestado voluntariamente su colaboración. La primera, contra el
exdirectivo de la empresa venezolana Pdvsa Gonzalo Brusa Dovat, y la segunda,
contra el empresario Mario Víctor Cifuentes. Según el juez es posible inferir
el conocimiento de Santoro sobre las actividades de D'Alessio contra esas
personas a partir de un análisis del contexto en que los hechos se produjeron.
El relato que realiza Ramos Padilla en su decisión deja interrogantes sin
respuestas, si se lo analiza tomando en cuenta los hechos que el propio
magistrado emplea para entender que Santoro es prima facie responsable de los
delitos investigados.
De acuerdo con la primera imputación,
D'Alessio se habría reunido con Brusa Dovat el 26 de enero de este año. Ramos
Padilla entiende que en esa reunión D'Alessio, quien se habría presentado como
jefe regional de
El relato del procesamiento de
Santoro pareciera erróneamente indicar que Brusa Dovat concurrió presionado
ante el fiscal para hacer revelaciones vinculadas con los casos que lleva la
fiscalía. Los hechos parecieran ser muy distintos, ya que Brusa Dovat se limitó
a realizar, el 4 de febrero, una denuncia que fue volcada en un acta por la secretaría
de Stornelli y, tras ser enviada a sorteo, quedó radicada ante el Juzgado 6.
Curiosamente, además, los hechos investigados fueron posteriores al inicio de
la causa, el 28 de enero de 2019.
¿Cuál fue el real propósito de la
propuesta realizada por D'Alessio a Santoro y a otros periodistas sobre la
trascendencia de las declaraciones de Brusa Dovat? ¿La víctima era Brusa Dovat
o había otra operación cuyo propósito era girar al fiscal y al juez de la causa
de los cuadernos? Es muy extraño que todo terminara en una nota de Santoro
en Clarín y en una denuncia recibida en
la fiscalía de Stornelli, inmediatamente remitida a
La segunda imputación se refiere a la
presunta extorsión de D'Alessio a Cifuentes y se vincula con hechos ocurridos
entre marzo y abril de 2018. Ramos Padilla da cuenta de que Cifuentes, dueño de
la empresa OPS, que enfrentaba una situación de quiebra y graves problemas por
una millonaria deuda con
El 7 de abril de 2018 Santoro publicó
una nota en Clarín referida a Cifuentes en la que cita información sobre los
problemas impositivos y judiciales por los que atravesaban sus empresas. Para
Ramos Padilla la confusión de Santoro entre OAS y OPS fue un mensaje extorsivo
que se completa con la publicación de la nota. Entiende que Santoro cumple la
amenaza de D'Alessio al publicar su opinión. Sorprende el razonamiento ya que
el Diario de R ío Negro, en noviembre de 2016,
también había publicado una amplia columna titulada "Mario Cifuentes: de
fallido heladero a poderoso empresario regional". ¿Amedrentó a Cifuentes
la noticia publicada por Santoro?
En el análisis de contexto que
realiza Ramos Padilla no hay ninguna referencia a la llamada "operación
puf", que se tramita ante el juez Bonadio, en la que se investiga la
existencia de una operación en la que habrían intervenido personas de los
servicios de inteligencia con el objeto de entorpecer la causa de los
cuadernos. Se alude a ella como "operación puf" debido al diálogo que
tuvo lugar el 17 de enero último entre Eduardo Valdés (embajador en el Vaticano
entre 2014 y 2015 y activo dirigente cercano a Alberto Fernández y a Cristina
Kirchner) y Juan Pablo Schiavi (exsecretario de Transporte de
En los últimos días se conoció un
nuevo dictamen del fiscal de Dolores en el que explica las razones por las
cuales Ramos Padilla no es competente para investigar el caso D'Alessio. Afirma
el fiscal que de los 28 hechos investigados, al menos 22 tuvieron epicentro
en
Es evidente que la causa tiene tal
voltaje político que la senadora Cristina Kirchner pidió, como cuestión de
privilegio, en la sesión preparatoria del Senado del 27 de febrero pasado, que
la causa D'Alessio se tramite ante
La gravedad de los hechos
investigados en la causa de los cuadernos desató una tempestad cuyo epicentro
es Comodoro Py. Por primera vez políticos y empresarios ven que se transparenta
el sistemático ataque a las arcas del Estado. La dimensión del latrocinio, el fundado
temor a que se descubran las responsabilidades criminales y la cantidad de
recursos económicos, políticos y de inteligencia de la más variada índole y
origen, desplegados para impedir que esa cause avance, hace temer que todo
quede una vez más en tinieblas.
En el epicentro de la discusión hay
un periodista de investigación, como Santoro. Y es motivo de una gran
preocupación que nuevamente la libertad de prensa y el secreto de las fuentes
de información periodística, garantizadas por
(*) Editorial del 9
/9/19.
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