La columna de economía de Horacio Rovelli
IRRACIONALIDAD
PERVERSA
La connivencia entre el capital financiero local e internacional
y el Club del Petróleo, club donde están asociadas las grandes empresas
hidrocarburíferas nacionales y extranjeras, les permitió y permite acumular
capital en el pasado, en el presente y en el futuro, a costa de la exclusión
social, la potenciación de la pobreza y la apropiación de las reservas
petroleras, gasíferas y mineras que les pertenecen a todo el pueblo argentino y
a las generaciones venideras.
El mecanismo siempre es el mismo. Endeudan al Estado para
beneficio exclusivo del capital financiero y esa deuda toma una magnitud que es
imposible pagar con los recursos corrientes. Entonces los acreedores piden, a
cambio, el patrimonio nacional; no otra cosa es en el presente el RIGI (Régimen
de Incentivo a las Grandes Inversiones) que conforma un Estado dentro del
Estado argentino, con sus propias leyes y normas, con justicia externa incluida
(el CIADI), que prioriza la exportación en desmedro del mercado interno (los
beneficiados con este régimen no tienen la obligación de abastecer al mercado
local) y que al cuarto año no tienen la obligación de vender en
El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner había dejado una
deuda bruta de 222.703 millones de dólares, el 60% de esta era intra sector
público (en poder del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de
En el gobierno de Cambiemos se incrementó la deuda en 97.927
millones de dólares, de los cuales 44.559,9 con el FMI. En forma sistemática se
fugaron unos 86.200 millones, y la amplia mayoría de las empresas que los
compraron no pueden justificarlo en sus ejercicios contables. La evasión
y la fuga son fácilmente verificables con solo estudiar esos balances. Pero ni
El gobierno de Alberto Fernández aceptó toda la deuda heredada
de la gestión de Macri, no la investigó y la renegoció para que se pague como
la está pagando el pueblo argentino.
En ese contexto, el BCRA del gobierno de Alberto Fernández les
pagó fortunas a los grandes bancos privados del país por tener bonitas y
numerosas sucursales para captar depósitos y, en lugar de financiar el trabajo
y la producción, sin correr ningún riesgo compraron Leliqs (letras de liquidez
del BCRA) y otros pasivos remunerados de la autoridad monetaria.
El crédito al sector privado es el 6,5% del PIB (era más de tres
veces mayor en el año 2015), de los cuales la mitad son préstamos comerciales y
la otra mitad personales (tarjetas de crédito, prendas de bienes durables,
descubierto en cuenta corriente y/o caja de ahorro, etc.), porque la mayor
parte de las imposiciones que captan las entidades financieras, básicamente, se
prestaban al BCRA solo para que no se pasen a dólares. Nunca se usó esa plata
que el BCRA acrecentó sideralmente con los intereses que devengaban, solo
sirvió para que los banqueros ganaran fortunas con ello a costa del BCRA. Y con
Caputo-Bausili le prestan al Tesoro de
Comparamos la situación entre el último día hábil del gobierno
anterior y el 31 de mayo de 2024, en el que el total de encajes remunerados
ascendió a 18.489.248 millones de pesos, que al tipo de cambio oficial de esa
fecha de 933,76 pesos significan 19.800 millones de dólares. Cuando el 7 de
diciembre de 2023, el total de encajes remunerados (esterilización) fue de
21.023.700 millones de pesos (al tipo de cambio oficial de 400 pesos significó
el equivalente a 52.560 millones de dólares). Por ende, la deuda bruta del
Tesoro de
Negocio de los bancos, generado en los gobiernos de Cambiemos y
del Frente de Todos, que la administración de Caputo-Bausili consolidan
convirtiéndolo en Letras del Tesoro y aumentando la deuda bruta en 32.760
millones de dólares. Todos en silencio porque se benefician los mismos de
siempre, con los cómplices y partícipes necesarios, y en ese cobarde silencio,
se convierte en deuda pública que paga el pueblo argentino.
La irracionalidad de la deuda pública
A la gestión del Frente de Todos y su continuación y
perfeccionamiento por la gestión de Caputo-Bausili, a la no investigación de la
deuda de Cambiemos y a la salvación de los banqueros que operan en el país,
debe sumarse:
1.
El déficit fiscal del año 2023, estimado por la actual
Secretaría de Hacienda en 5,13% del PIB (es en pesos, pero equivalente a 24.624
millones de dólares), también financiado con títulos de deuda interna del
Tesoro de
2.
El reconocimiento de los fuertes intereses que estos títulos del
Tesoro de
Por lo tanto, la deuda crece en cinco meses del gobierno de
Milei en forma sideral, por 65.000 millones de dólares.
Un nivel de deuda que crece exponencialmente mes a mes y que una
devaluación no atenúa porque el pass
through [3] haría
que los títulos en pesos se beneficiaran con la inflación.
La irracionalidad del ajuste fiscal
Los intereses ganados por los tenedores de títulos de deuda
interna en los primeros cinco meses de 2024 por 7.617 millones de dólares son
mucho mayores que el brutal ajuste sobre los jubilados, las provincias y la
obra pública.
El total del gasto público acumulado por
El grado de crueldad hacia la población en un irracional y
brutal ajuste, se inició por la cobardía de no investigar quiénes se
beneficiaron con la deuda tomada por el gobierno de Cambiemos y, en el
presente, por el pago exorbitante a los acreedores. Más deuda ante un PIB que
el FMI infiere que caerá este año en un 3,5% y en un gasto público que el
gobierno pretende reducir aún más, profundizando la depresión económica y con
ello la exclusión social.
Y a su vez, en el mediano plazo, se debe afrontar la deuda
externa por pagos de capital [4] e
intereses para los años 2025, 2026 y 2027 (en este último año se debe sumar el
BOPREAL [5] por
no menos de 36.000 millones de dólares por deuda con los importadores).
Con un profundo desconocimiento de la economía argentina en
general y de la administración del Estado en particular, el gobierno de Milei
cree que subordinándose al RIGI conseguirá los dólares por el crecimiento de
las exportaciones e inversiones directas, que solo liquidarán en cuatro años
(el mandato presidencial), pero que permite cambiar una deuda que no benefició
al pueblo argentino por la cesión de nuestros recursos naturales.
Con ello cierra el objetivo de los acreedores: a cambio de
papeles de deuda se apropian del patrimonio esencialmente energético y minero
de nuestro país. Y es esa la connivencia entre la deuda generada por Cambiemos,
la renta financiera de las Leliqs y demás pasivos remunerados de Alberto
Fernández, y el Club de Petróleo mentor y propiciador del RIGI (Régimen de
Incentivo a las Grandes Inversiones).
El origen es la deuda de 97.927 millones de dólares que engendró
el gobierno de Cambiemos, que aceptó y no investigó el gobierno del Frente de
Todos, refinanciándola y generando encajes remunerados del BCRA y déficit
fiscal.
Su continuación y perfeccionamiento es cuando el tándem
Caputo-Bausili “titulariza” la deuda en bonos del Tesoro de
Todo ese mecanismo de deuda y bicicleta financiera para
llevarnos a una mera factoría exportadora con nuevos ciclos de endeudamiento
que pagará el pueblo argentino (como hizo Milei con los pasivos remunerados del
BCRA y el déficit fiscal de la administración de Alberto Fernández).
Los recursos naturales pertenecen al pueblo argentino y a las
generaciones futuras de argentinos, no a un gobierno y a los corruptos
legisladores que propician su enajenación y entrega.
Cedemos nuestros recursos naturales y después nos volvemos a
endeudar para repetir el procedimiento, cumpliendo lo que dijo no bien asumió
como embajador de los Estados Unidos en
(*) El Cohete a
30/6/024
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