El escrito de Werner Pertot
La derrota expuso al sector acuerdista del PRO y Macri se
frota las manos
Página/12
9 de
septiembre de 2025
Mauricio Macri hace tiempo que viene
buscando una debilidad de Javier Milei, después de un año de acuerdos forzados
y humillaciones. Y, ¿a que no adivinan? Debilidad encontrada. Así
como la derrota en mayo forzó al lider del PRO a una serie de acuerdos con
Desde comienzos del gobierno de Milei, el
PRO se dividió en dos grupos: los autonomistas y los acuerdistas. Unos
planteaban un PRO autónomo frente a LLA y los otros sostenían que sin un acuerdo
electoral el partido amarillo peligraba. Esa discusión pareció zanjarse cuando
la estrategia de desdoblar y hacer campaña contra LLA (con Mauricio Macri al
frente) los llevó a una derrota en su propio distrito. Después de eso, el ex
presidente dio la venia para un acuerdo en provincia y luego negoció él otro en
Curiosamente, con la derrota de la
alianza LLA-PRO (que se llamó, simplemente "Alianza
El sector de Martínez prefirió no
decirlo, pero la principal comparación es con Tres de Febrero, donde el
intendente ex PRO y convertido a LLA Diego Valenzuela salvó los trapos
con poco (apenas cuatro puntos separaron a LLA de la remontada que hizo el
peronismo en ese distrito)
De hecho, fueron pocos los intendentes
PRO que pueden decir que salieron ganando con el acuerdo con LLA. Además de
Martínez, están Guillermo Montenegro (jugado a fondo, logró imponerse en
A esto se le suma una tropa de
intendentes PRO que abandonó el acuerdo en el cierre de listas y fue por
afuera.
Ante las críticas que se avencina del
sector autonomista de que fueron a un acuerdo y entregaron mucho a cambio de
una derrota, los acuerdistas se defienden. Cerca de Cristian Ritondo y Diego
Santilli, hicieron cuentas y para lo que ponía en juego el PRO en el Congreso
bonaerense no fue una tan mala elección: "De ocho bancas,
conseguimos siete", calculaban. "Alguien que me diga si
yendo solos ibamos a hacer una elección mejor", se
defendían.
No obstante, los hombres del PRO que
formaron parte de la campaña -a Ritondo incluso Karina Milei lo sumó a la mesa
electoral con Sebastián Pareja y Santiago Caputo- se muestran descontentos por
lo que fue un manejo centralizado de la campaña, sin oidos para otras
estrategias. Un dirigente del PRO se sincera ante este diario: "No
es que nos dieron poca bola con las cosas que proponíamos. Directamente no nos
dieron bola en nada".
Los referentes territoriales confirman
esta idea: "No se hacía campaña, no nos escuchaban. No había forma
de que esto saliera bien", dicen. Y ahora se preguntan: ¿cambiará
algo?
¿El regreso de las milanesas?
Del lado de Macri, por ahora hay una
decisión de hacer silencio y esperar. No obstante, no falta el dirigente que
considera que esta derrota puede ser favorable para el ex presidente, sobre
todo si Milei abandona el aislamiento en un entorno de dos o tres funcionarios
y empieza a escuchar. "Debería llamarlo a Mauricio", dicen
en el PRO.
Se sabe: hubo toda una época en la que
Macri y Milei compartieron milanesas y Macri daba sugerencias y consejos de
gestión y de estrategia electoral. El ex presidente ya hizo público que se
cansó de ver como Milei le decía que sí, pero después esos planteos pasaban por
Karina Milei y era que no. La idea, está claro, no sería volver a eso, sino
tener una verdadera incidencia en el Gobierno, ahora que está debil. "Es
una oportunidad para mejorar... Si la ven y se dejan ayudar", dicen en
el entorno de Macri.
¿Y si no? El PRO está en un compás de
espera hasta después de octubre, cuando el sector de Macri tiene toda
la intención de barajar y dar de nuevo con el marco de alianzas y con
el armado de bloques dentro del Congreso. Según como reaccione Milei, según
cuanto se "deje ayudar" y según como le vaya electoralmente, Macri
seguramente replantee cómo se parará frente a un Gobierno que, como se queja
frecuentemente, no paró de maltratarlo. Habrá que ver, cuando las aguas se
aquieten, en donde terminará parado el PRO.

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