Las razones de Friedrich A. Hayek a favor de la libertad
Las razones de Friedrich A. Hayek a favor de la libertad
“Los argumentos favorables a
la libertad individual descansan principalmente en el reconocimiento de nuestra
inevitable ignorancia de muchos de los factores que fundamentan el logro de
nuestros fines y bienestar. Si fuéramos conscientes, si pudiéramos conocer no
sólo todo lo que afecta a la consecución de nuestros deseos presentes,
existirían pocos argumentos a favor de la libertad. Y viceversa, la libertad
del individuo hace imposible la completa presciencia. La libertad es esencial
para dar cabida a lo imprevisible e impronosticable: la necesitamos, porque
hemos aprendido a esperar de ella la oportunidad de llevar a cabo muchos de nuestros
objetivos. Puesto que cada individuo conoce tan poco y, en particular, dado que
rara vez sabemos quién de nosotros conoce lo mejor, confiamos en los esfuerzos
independientes y competitivos de muchos para la prevención de las necesidades
que nos salen al paso. Aunque ello sea humillar la soberbia humana debemos
reconocer que el desarrollo e incluso la conservación de la civilización
depende hasta el máximo de la oportunidad de que ocurran casualidades” (…)
“Nuestra necesaria ignorancia de tantas cosas significa que hemos de correr
albures y hacer frente a riesgos abundantes” (…) “Todas las teorías políticas
dan por sentado que la mayoría de los individuos son muy ignorantes. Aquellos
que propugnan la libertad difieren del resto en que se incluyen a sí mismos
entre los ignorantes e incluyen también a los más sabios. El conocimiento que
el individuo más ignorante puede deliberadamente utilizar y el que usa el
hombre más sabio, comparados con la totalidad del conocimiento que
constantemente se utiliza en la evolución de la civilización dinámica, son
insignificantes. El clásico argumento a favor de la tolerancia formulado por
John Milton y John Locke y expuesto de nuevo por John Stuart Mill y Walter
Bagehot se apoya, desde luego, en el reconocimiento de nuestra ignorancia” (…)
“Todas las instituciones de la libertad son adaptaciones a este fundamental
hecho de la ignorancia para enfrentarse con posibilidades y probabilidades, no
con certezas” (…).
“El hombre aprende con el
desengaño de sus expectativas” (…) “Hasta donde sea posible, nuestro objetivo
debería consistir en manejar las instituciones humanas con vistas a acrecer las
posibilidades de correcta previsión. Sin embargo, por encima de todo,
tendríamos que proporcionar el máximo de oportunidades a cualquier clase de
individuos a fin de que aprendiesen hechos que nosotros todavía desconocemos y
de que hiciesen uso de este conocimiento en sus actos” (…) “A través de la
unificación del conocimiento disperso se obtienen logros más grandes de los que
cualquier inteligencia única pudiera prever y disponer. Debido a que la
libertad significa la renuncia al control directo de los esfuerzos
individuales, la sociedad libre puede hacer uso de mucho más conocimiento del
que la mente del más sabio de los legisladores pudiera abarcar” (…) “La
libertad concedida tan sólo cuando se sabe de antemano que sus efectos serán
beneficiosos no es libertad. Si supiéramos cuándo debería utilizarse la
libertad, desaparecerían grandemente las razones a favor de la misma. Si no se
concediese la libertad incluso cuando el uso que algunos hacen de ella no nos
parece deseable, nunca lograríamos los beneficios de ser libres; nunca
obtendríamos esos imprevisibles nuevos desarrollos cuya oportunidad la libertad
nos brinda. Por lo tanto, no es una razón en contra de la libertad individual
el que frecuentemente se abuse de ella. La libertad necesariamente significa
que se harán muchas cosas que no nos gustan. Nuestra fe en la libertad no
descansa en los resultados previsibles en circunstancias especiales, sino en la
creencia de que, en fin de cuentas, dejará libres para el bien más fuerzas que
para el mal” (…).
“Puede decirse asimismo que
cuanto menor sea la oportunidad de utilizar la libertad para hacer una cosa
específica, más preciosa será para la sociedad en conjunto. Cuanto menos
probable sea la oportunidad, más importante resultará perderla cuando se
presente, pues la experiencia que ofrece será casi única” (…) “Precisamente la
libertad es tan importante, porque no sabemos cómo la utilizarán los
individuos. Si fuera de otra forma, los resultados de la libertad podrían
alcanzarse por la mayoría a base de decidir lo que deberían hacer los
individuos. Pero la acción de la mayoría, por necesidad, está confinada a lo
que ya ha sido probado y verificado: a objetivos en los que el acuerdo ha sido
ya logrado mediante ese proceso de discusión que debe ir precedido de
diferentes experiencias y acciones por parte de los distintos individuos. Los
beneficios que yo deduzco de la libertad son de esta forma y principalmente el
resultado de la utilización de la libertad por otros y la mayoría de aquellos
usos de la libertad que yo no podría aprovechar por mí mismo; por lo tanto, no
es necesariamente la libertad que yo pueda ejercer por mí mismo la más importante
para mí” (…) “No hemos reclamado la libertad porque deseemos la capacidad para
hacer cosas específicas, ni porque consideremos una especial libertad como
esencial para nuestra felicidad” (…) “Lo que importa no es la libertad que yo
personalmente desearía ejercitar, sino la libertad que puede necesitar una
persona con vistas a hacer cosas beneficiosas para la sociedad. Solamente
podemos asegurar esta libertad a las personas desconocidas dándola a todos. Los
beneficios de la libertad no están limitados, por tanto, a los libres, o, al
menos, el hombre no se beneficia en exclusiva de esos aspectos de la libertad
de los que deriva ventajas” (…) “Los beneficios que se obtienen de la libertad
de los otros se hacen más grandes cuando aumenta el número de aquellos que
pueden ejercitar la libertad. Los argumentos para la libertad de algunos, por
lo tanto, se aplican a la libertad de todos; pero todavía sigue siendo mejor
para todos que algunos sean libres en vez de que no lo sea ninguno, como
también que muchos disfruten de total libertad en vez de que todos tengan una
libertad restringida. El punto significativo es que la importancia de la
libertad para hacer una determinada cosa nada tiene que ver con el número de
individuos que quieran hacerla. Consecuencia de ello es que la sociedad puede
desjarretarse a fuerza de controles sin que la gran mayoría se dé cuenta de que
su libertad ha sido significativamente disminuida. Si admitimos la presunción
de que sólo es importante el ejercicio de la libertad que la mayoría practica,
ciertamente crearemos una sociedad estancada con todas las características de
la falta de libertad”.
Comentarios
Publicar un comentario