"Tata" Yofre y los documentos secretos de Malvinas
"Tata" Yofre y los documentos secretos de Malvinas
La Directiva
Estratégica Militar 1/82 era más explícita a los ojos de un lego: "La
Operación desde el punto de vista militar es apta, factible y
aceptable", y que "la Fuerza
Conjunta estaría en condiciones de ejecutar la operación a
partir del 15 de mayo de 1982".
El
día que la flota argentina cortó su comunicación con el continente y se preparó
para ir a la guerra (*)
Tras
la derrota de Malvinas los integrantes de la Junta Militar ,
integrada por Leopoldo Galtieri,
Jorge Anaya y Basilio Lami Dozo, con el respaldo documental del
canciller Nicanor Costa Méndez,
hicieron un largo relato sobre el desarrollo del conflicto que ellos desataron.
Para
algunos fue la base sobre la que trabajo la "Comisión Rattenbach"que
los juzgó. No es así, porque su máxima figura, el teniente general (RE) Benjamín Rattenbach, les dijo "no lo vamos a leer".
El
relato de los tres ex comandantes se inició en diciembre de 1981 y se cerró
tras la rendición de la
Guarnición Militar de Puerto Argentino, el 14 de junio de
1982.
El
Informe de los comandantes está contenido en más de 1.070 páginas y tiene grandes
lagunas, especialmente porque no
explica por qué tomaron la decisión de "ocupar" Puerto Stanley.
Por
ejemplo, no se dice que el 18 de diciembre de 1981 llegó a Buenos Aires el
contralmirante (R) Luís Pedro
Sánchez Moreno, el embajador argentino en Lima, Perú. Según me
relato, se tomaba una corta licencia porque venía a apadrinar la boda de su
hija. Ya que estaba y como había una nueva Junta Militar fue a visitar a cada
uno de los comandantes.
El
viernes 19, fue a la audiencia que le fijo su compañero de la Promoción 75 y
comandante de la Armada ,
Jorge Isaac Anaya. La entrevista se realizó en el despacho que el jefe naval
tenía en el piso 13 del edificio Libertad. Se saludaron con afecto y Sánchez
Moreno comenzó a hablar de la situación peruana mientras Anaya mostraba una
mirada desatenta. Poco rato después lo interrumpió:
Anaya: -El proceso se ha deteriorado mucho y tenemos que
buscar un elemento que aglutine a la sociedad. Ese elemento es Malvinas.
Dicho
esto se quedó mirando, esperando una respuesta.
Sánchez Moreno: –He estudiado varios años en un colegio inglés.
Conozco a los ingleses tanto como vos, Margaret Thatcher no se va a dejar llevar por
delante por un gobierno militar. Los ingleses son como los bull dog, cuando
muerden a la presa no la sueltan…
Al
instante, Anaya dio por terminada la reunión. Asumió su papel de Comandante y
con un formal "es todo
Sánchez Moreno" lo despidió. Sin embargo la cuestión
no terminó ahí.
El
sábado 20, durante la fiesta de casamiento, el dueño de casa y el
almirante Carlos Castro Madero –también
compañero de Promoción de Anaya – intentaron disuadirlo al comandante en jefe
de la Armada
pero fue imposible.
El
22 martes de diciembre de 1981, tras la asunción del presidente de facto Leopoldo Fortunato hubo un
cambio de "atmósfera" en la Argentina a partir de la propia personalidad del
jefe militar, a quien comparaban
con George C. Patton, el mítico general norteamericano de la Segunda Guerra
Mundial.
Intentaba
reflotar el Proceso pero pocos le creían. La indiferencia era evidente.
"El efímero gobierno de Viola dejó una herencia de dificultades",
dijo O Globo de
Brasil. También afirmó: "Los signos de agotamiento del régimen
discrecional saltan a la vista". Más contundente fue el corresponsal
del Jornal do Brasil al
afirmar que el "ciclo de intervenciones militares se revela agotado".
"Esto se derrumba", palabras más, palabras
menos, dijo el embajador de carrera Gustavo
Figueroa a días de convertirse en jefe de gabinete del
nuevo canciller Nicanor Costa Méndez.
"No se preocupe, el jefe tiene un plan", respondió el
coronel Norberto Ferrero,
el hombre de íntima confianza de Galtieri, durante una cena a solas con
Figueroa, el cónsul en Nueva York, en noviembre de 1981.
En realidad Galtieri no tenía un plan sobre las Malvinas porque el
Ejército nunca lo trabajó como hipótesis de conflicto. La que sí tenía un plan que se actualizaba
permanentemente era la Armada. El
desbarajuste del gobierno del general Roberto Viola (marzo-diciembre de 1981) fue
amalgamando la relación personal entre Galtieri y Anaya y luego vino la
conspiración que puso sobre la mesa una simple ecuación: Viola debe irse; Galtieri lo sucede con retención de
la comandancia en jefe del Ejército (dejando de lado la figura de "cuarto
hombre") y Anaya lleva adelante la ocupación de Malvinas.
En
el caso del nuevo canciller Nicanor Costa Méndez se presento una situación
similar. Bastante tiempo después de la guerra de las Malvinas, José Alfredo Martínez de Hoz, el
hombre más importante del "establishment" argentino de esa época, le
preguntó:
-Dígame "Canoro", ¿cómo no los asesoró? [a los
militares].
La
respuesta fue:
-La condición [para aceptar el cargo] era entrar, tocar e
irse" [de las Malvinas].
El
22 de diciembre –el mismo día que asumió Galtieri- el almirante Anaya le pasó a
su jefe de Estado Mayor, vicealmirante Alberto Gabriel Vigo, una orden escrita a mano que
contenía tres puntos,
tal como se desprenden de su minúscula letra. Fue la primera orden del conflicto armado que se
avecinaba:
"1. MALVINAS
1.1. El CON (Comandante de Operaciones Navales) presentarme un plan actualizado.
1.2. Enviar personal seleccionado para reconocimiento.
1.3. Plan después ocupación.
1.3.1. Efectivos para permanecer en STANLEY.
1.3.2. Apoyo a dichos efectivos.
1.3.3. Logística para STANLEY.
1.3.4. Defensa de STANLEY.
1.1. El CON (Comandante de Operaciones Navales) presentarme un plan actualizado.
1.2. Enviar personal seleccionado para reconocimiento.
1.3. Plan después ocupación.
1.3.1. Efectivos para permanecer en STANLEY.
1.3.2. Apoyo a dichos efectivos.
1.3.3. Logística para STANLEY.
1.3.4. Defensa de STANLEY.
2. SUPER ETANDARD
Deben ser traídos al país con todo su armamento a medida que estén listos. Antes del 01 JUN 82.
Deben ser traídos al país con todo su armamento a medida que estén listos. Antes del 01 JUN 82.
3. P-3. Antes 01 JUN 82."
Sobre
la base de esa orden, al día siguiente, el vicealmirante Alberto Gabriel Vigo
le envió el documento
"Secreto" Nº 326/81 al vicealmirante Juan José Lombardo con la
instrucción de que "deberá
elaborar personalmente y entregarme a la mano, el Plan actualizado para la
recuperación de Malvinas."
Los Reyes Magos
Los
diarios del martes 5 de enero de 1982 informaron que los tres comandantes en
Jefe de las Fuerzas Armadas se reunirían para analizar distintas cuestiones.
Entre otras, "la recomposición del cuadro de gobernadores" que
secundarían la gestión de Galtieri, los nombramientos de algunos embajadores
políticos, la situación de algunos oficiales de las Fuerzas Armadas que
ejercían la presidencia en empresas estatales y a los que se les había solicitado
la renuncia y algunas líneas generales del plan de austeridad, en particular
los gastos de publicidad del Estado. Nada de todo esto era veraz.
Galtieri
en la Casa de
Gobierno cuando se estaba planeando la recuperación de las Malvinas
La
reunión se llevó a cabo en el edificio Libertador, sede del Ejército, a partir
de las 9 de la mañana. Previamente –así me lo relató el jefe aeronáutico- el
jefe del Ejército le dijo al brigadier Lami Dozo, como al pasar, en un pasillo
del tercer piso del edificio Libertador, antes del inicio formal de la reunión:
-"Negro" (así lo llamaba Galtieri a veces al jefe
aeronáutico) quiero hablar con vos sobre Malvinas. La cosa no anda bien" (ya se observaban
las próximas reuniones de fines de febrero en Nueva York).
En esa reunión se analizó la cuestión Malvinas en el contexto de
la política exterior y se concluyó que debía adoptarse una política
"agresiva". Según el informe de marras, "en esa reunión el
caso Malvinas fue tratado fuera del temario de la Junta Militar. El
análisis del caso partió de la trayectoria de las negociaciones desde 1965
hasta la fecha y los sucesos más recientes que hacían al tema".
Además, el mismo día se consideró
dar un paso militar en el caso de no progresar la vía diplomática.
El
martes 12 de enero la
Junta Militar , reunida en el edificio Libertador a las 9 de
la mañana, terminó de completar "un análisis político", según La
Nación , y analizar las próximas designaciones de
gobernadores y embajadores. Nada era
cierto.
Lo
que no se dijo al periodismo fue que el 12 de enero "se trató la planificación militar de Malvinas como
acción alternativa en caso de fracasar la solución negociada con Gran Bretaña y
teniendo siempre el propósito de lograr el objetivo político a través de un
acuerdo. Por Resolución no incorporada al Acta de la Junta Militar , se
designaron -por consiguiente- a los señores General de División García,
Brigadier Mayor Plessl y Vicealmirante Juan José Lombardo para analizar la previsión del empleo del poder militar para el
caso Malvinas con un enfoque político-militar que
especificara los posibles cursos de acción. Se planeó asimismo que el trabajo sería secreto y manuscrito,
eligiendo distintos lugares de reunión; y que además de los miembros designados
tendrían conocimiento del tema, en el momento oportuno, los jefes del Estado
Mayor General de las tres Fuerzas Armadas y el Sr. Canciller".
Aprovechando
la estadía del embajador argentino en Londres, Carlos Ortiz de Rozas, en Buenos
Aires, Costa Méndez lo hizo dialogar con el Presidente. Durante la reunión (20
de enero a las 12.30 horas) se conversó sobre el diferendo con Chile,
pero Galtieri se mostró más
interesado en hablar de Malvinas. Años más tarde, Costa Méndez
dirá que Ortiz de Rozas habló con el presidente sobre la situación interna del
gobierno de Margaret Thatcher y de una eventual reacción británica si la Argentina invadía las Malvinas.
Para la historia, no hubo documentos escritos. Los hay orales. Hasta ese momento,
la evaluación que hacía el embajador Ortiz de Rozas, sobre la respuesta
británica, frente a la posibilidad de ocupar Malvinas era la siguiente:
* Ignorar el hecho.
* Protestar o retirar el embajador.
* Rompimiento de relaciones y sanciones diplomáticas.
* Protestar o retirar el embajador.
* Rompimiento de relaciones y sanciones diplomáticas.
Costa
Méndez se inclinaba por la primera alternativa. "Nunca van a mandar la flota",
le dijo a su secretaria Laura
Ayerza tras el 2 de abril de 1982. " 'Canoro' pensó que el Pentágono lo iba a apoyar",
me completo la funcionaria.
El
martes 26 de enero la
Junta Militar se reunió a las 9 de la mañana en el edificio
Libertad. Durante la reunión se resolvió "fuera de Acta" que el
"Grupo Malvinas" conformado por Lombardo, García y Plessl "preparara la exposición de los planes de la
alternativa militar a mediados de marzo de 1982".
A
renglón seguido se produjo la nueva Directiva de Estrategia Nacional (DENAC)
1/82 y el Plan de Campaña Esquemático correspondiente a la Directiva de Estrategia
Militar (DEMIL)1/82.
En
la DENAC 1/82
se explicita conceptos referidos al Poder Nacional:
"a) Objetivo Político: Consolidar la soberanía argentina
en las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur y contribuir a afirmar su
pleno ejercicio en el Atlántico Sur;
b) Resolución Estratégica Nacional: El Comité Militar
ante la evidente y reiterada falta de progreso de las negociaciones con Gran
Bretaña para lograr el reconocimiento pleno de nuestra soberanía sobre las
islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur y convencido que la prolongación de
esta situación afecta el honor nacional, el pleno ejercicio de nuestra
soberanía en el Atlántico Sur y la explotación de recursos renovables y no
renovables, ha resuelto prever el empleo del poder militar para el logro del
objetivo político. Esta resolución deberá mantenerse en el más estricto secreto
durante el planeamiento y circunscripta exclusivamente a los titulares de las
áreas destinatarias".
Hacia
Malvinas con los anfibios para el desembarco (Foto: Revista Naval)
Lombardo
sería el jefe del Teatro de
Operaciones del Atlántico Sur(TOAS). El general de división
García desembarcó en Puerto Stanley el 2 de abril y en los días de la guerra,
como jefe del Teatro de Operaciones Malvinas, desplegó toda su fuerza mirando
la frontera con Chile, porque los chilenos pusieron a sus espaldas más tropas
que las que habían destinado en los días del conflicto del Beagle de 1978. El
almirante Carlos Busser comandó
la fuerza conjunta de desembarco. El contralmirante Gualter Allara fue el comandante
de la flota y el contralmirante Carlos
Alfredo García Boll fue el comandante de la aviación
naval.
El plan de ocupación establecía un "D+5". Eso
significaba que, una vez cumplida la misión, los buques y las tropas volvían a
sus destinos en el continente, quedando solamente una dotación de alrededor de
400 efectivos cumpliendo tareas policiales, mientras se abría el escenario
diplomático.
Además
de no generar víctimas fatales
entre los británicos debía brindarse un buen trato a los pobladores isleños. Especulaban
con la solución diplomática, pero al mismo tiempo llevaron carteles impresos con los nuevos nombres de
las calles de Puerto Stanley. Eso significaba que iban para
quedarse porque –especulaban– el Reino Unido nunca reaccionaría de la manera
que lo hizo: muy simple, para los
que imaginaron la "Operación Rosario", Margaret Thatcher no daría la
orden de atacar a un blanco "no rentable", eso les enseñaba la
historia.
Rumbo al objetivo en Malvinas
La
flota de ocupación zarpó de la base naval de Puerto Belgrano el 28 de marzo y
se encontraba navegando rumbo al sur seguida de cerca, a manera de protección,
por el portaviones 25 de Mayo y otros navíos. Casi al mismo tiempo el clima se
descompuso y se hizo necesario postergar el operativo durante 24 horas.
-30 de marzo de 1982: El canciller convocó en el Salón Verde del
Palacio San Martín a la primera línea de la Cancillería. Luego de tomarles juramento de mantener el secreto,
expuso sobre la situación en Malvinas; recordó las distintas etapas
de las negociaciones en los últimos años; recordó las magníficas relaciones con
Sudáfrica; mencionó las excelentes relaciones con los Estados Unidos
"grandes defensores de los pueblos jóvenes contra los colonizadores y su
rol en el mundo contra el comunismo"; mencionó la decadencia del Reino Unido y del gobierno de la señora
Margaret Thatcher (quien seguramente perdería las próximas
elecciones); la difícil situación económica de su país que lo llevaría a vender
su único portaaviones y otros barcos de guerra por no poder mantenerlos y
finalmente, de que alguien tenía que tener el coraje de hacer algo por la
recuperación de las Malvinas y no olvidó decir que todo esto facilitaría la
difícil situación política con Chile.
Luego
de hablar formuló una pregunta: "Señores, ¿hay alguna pregunta?". El
embajador Carlos Keller Sarmiento,
jefe del Departamento Europa Occidental, pidió hacer unos comentarios, los que
no fueron grabados. Aunque lo que pensaba lo volcó en un memorando
titulado: "Malvinas",
de cuatro carillas al canciller, con fecha 14 de abril de 1982.
"Parto
de la base -escribió Keller Sarmiento- que llevar el conflicto a un enfrentamiento militar de resultado dudoso para
la Argentina
es nuestra peor opción. (Total aislamiento, riesgo de una
humillación, graves consecuencias económicas, institucionales y políticas,
destrucción parcial o total de nuestra Fuerza Aérea, flota y efectivos
militares, probable caída del gobierno, disminución de la capacidad para negociar
con el Reino Unido el futuro status de las Islas, probable creciente
intervención de Brasil o Chile como fuerza de paz y pérdida de credibilidad y
prestigio en el ámbito internacional).
-31 de marzo: a las 12.57, la flota cortó las
comunicaciones con el continente, cambió el curso de navegación y se dirigió a
Puerto Stanley, cambió el nombre
de código: de "Operación Azul" pasó a "Operación Rosario".
Ante
la eventualidad del ataque, una de las primeras decisiones de Margaret Thatcher
fue enviarle un mensaje a su amigo Ronald
Reaganpara que intentara convencer a Galtieri de que no
invadiera las islas.
Luego,
Gran Bretaña pidió una urgente reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El
mismo día, se le envió un largo cable "S" al embajador Eduardo Roca, instruyéndolo a
solicitar el 1° de abril, "en hora que será determinada a vuestra
excelencia telefónicamente", "a fin de llamar la atención del Consejo
de Seguridad la situación de grave
tensión existente entre la República Argentina y el Reino Unido de Gran
Bretaña e Irlanda del Norte".
En
el mismo texto "Secreto"
y "Muy Urgente" -cable 697- se le ordena a Roca
que "simultáneamente con presentación nota a Consejo de Seguridad,
sugiérese a V.E. entrevistar a representantes permanentes de China y de Unión
Soviética fin de imponerlos situación. V.E. les señalará que Argentina confía
en seguir contando con tradicional apoyo sus países sobre cuestión
Malvinas". China y la URSS no votaron por la Argentina.
-1º de abril de 1982: La Nación sacó a la calle la
edición nº 39.642, tras 113 años de reconocido periodismo. El ejemplar de ese
día costaba 5.000 pesos y en la tapa, a cuatro columnas, se leía el
título "Agravóse la crisis
con Gran Bretaña" y a dos columnas se mostraba una
foto de los diarios The Guardian, The Daily Telegraph y The Sun de Londres, en los que se informaba que dos submarinos británicos
habían recibido la orden de dirigirse a las Falklands en estado de alerta.
El "consejo" de Jorge Rafael Videla para Galtieri
El
1º de abril de 1982, a
la mañana, el ex presidente Jorge
Rafael Videlaconcurrió al Colegio Militar de la Nación del que había sido
su director once años antes. Por invitación del general Alberto Carlos Lucenainauguraba un
ciclo de conferencias para el cuerpo de cadetes sobre las virtudes militares.
Según
me confió años más tarde, llevaba un rato hablando cuando observó que el
director del Colegio se levantaba para atender una llamada urgente en un
despacho cercano. Cuando termino la conferencia Videla pasó a otro salón donde
se sirvió un "refrigerio" (palabra preferida de los militares),
ocasión en la que el general Lucena en voz baja le preguntó:
-Mi Teniente General ¿usted ha escuchado algo sobre una invasión?
-¿Una
invasión? ¿Dónde? No sé nada.
Cuando
llegó a su casa tenía un mensaje: El general de división Antonio Vaquero, jefe del
Estado Mayor del Ejército, vendría a visitarlo a las 20 horas.
Con
puntualidad castrense, Vaquero se presentó en su living y Videla lo esperaba
vestido sobriamente con saco y corbata, impecable. Tras las palabras de
circunstancias, Vaquero le dijo:
-Mi
general, le vengo a informar de una noticia que va a salir publicada en los
diarios de mañana. Habrá un
operativo conjunto militar y se ocuparán las islas Malvinas. El
operativo sufrió un retraso por razones climáticas pero mañana a la madrugada
se llevara a cabo.
Jorge Rafael Videla se quedó helado. Seguramente habrá
recordado cuando en julio de 1978 el almirante Eduardo Emilio Massera le propuso a la Junta Militar dar un
"paso militar" sobre las islas, antes de que Videla
se convirtiera en el "cuarto hombre". Estaba claro que el viejo zorro
lo hacía para desafiarlos a Videla y Agosti. El almirante
Massera -"el sonriente"- pasaba a retiro y estaba hablando para
"la tribuna". También pidió publicar una lista de desaparecidos.
A
renglón seguido y antes de despedirse, Vaquero le dijo:
-El teniente general Galtieri me pide si tiene alguna sugerencia
que hacerle llegar que me la diga a mí.
En
segundos pasaron varios pensamientos por la mente del primer mandatario de facto
del Proceso de Reorganización Nacional. ¿Sugerencia? ¿Ahora cuando todo está
decidido?
Fijó
su mirada en Vaquero y solo le dijo:
-Que Dios los ayude.
(*) Juan B. “Tata”
Yofre, Infobae, 31/3/019.
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