Cristina Kirchner y Lilita Carrió, dos mujeres clave
(*)
En
un mundo de hombres, la política argentina sigue marcada por dos mujeres. Esta
semana volvió a quedar claro con la carta de Cristina Fernández de Kirchner y
la reaparición, enésima reaparición de Lilita Carrió. Cristina Fernández de
Kirchner, para algunos, le marcó la cancha al Gobierno. Al presidente Alberto
Fernández, en particular. Para los kirchneristas, lo que hizo fue darle un
cheque en blanco para que el presidente actúe y ejerza el mando. Pero de una u
otra manera, hace días que estamos todos hablando de lo que dijo, o mejor
dicho, de lo que escribió la ex presidenta y actual vicepresidenta. De eso
habla en la Justicia, se
habla en el Frente de Todos y hasta se habla en Juntos por el Cambio,
donde incluso el ex presidente Macri rechazó de alguna manera la invitación a
algún tipo de diálogo con el Gobierno con parte de la oposición. Dentro del
Frente de Todos, obviamente, las palabras de Cristina sonaron fuerte,
sobre todo en aquellos grupos que no se sienten del todo identificados con las
políticas que está llevando a cabo Alberto Fernández, elegido por la
vicepresidenta para que sea el candidato a presidente y quien supuestamente es
el que tiene la lapicera, como ella dice. Esta semana, Cristina le puso un
poco de tinta esta lapicera o según otros, la secó. Lilita Carrió, por su
parte, vuelve a las suyas alejada de la política. Volvió a la tele, volvió a
hacer declaraciones, volvió a tuitear con cosas raras para lo que es Juntos por
el Cambio y la posición que tiene la oposición respecto a ciertos temas
difíciles como su acercamiento o no al Gobierno. Por un lado, salió a bancarlo
Alberto Fernández diciendo que no es el presidente del Frente de Todos, sino
también el presidente de ella, lo cual disocia con la postura de Macri, pero
también al mismo tiempo, lo disocia con la postura de apoyar ella a Rafecas
como procurador y pasó facturas sobre que la habían abandonado Juntos por el
Cambio. Una y otra marcan el paso de la política argentina para bien, según
algunos o para mal, según los otros. Lo que es claro es que la política
todavía depende de dos mujeres fuertes y tienen mucho todavía para decir y para
dar en los tiempos que vienen.
(*) Perfil, 31/10/020
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