La columna internacional de Eduardo Febbro
Inconmovibles, los franceses se
resisten a la vacuna (*)
Francia se resiste a
vacunarse. Casi una semana después de que comenzara la campaña de
vacunación con la fórmula de los laboratorios Pfizer-BioNTech la proporción de
las personas que aceptaría la vacuna camina cuesta abajo. El contexto, sin
embargo, sigue siendo crítico. 2021 se aproxima bajo la sombra de la pandemia y
el Ejecutivo se dispone a modificar su estrategia y a aplicar restricciones
diferenciadas.
El ministro francés de
Salud, Olivier Véran, adelantó que se iba a proponer “una extensión del
toque de queda”. La medida atañe “los departamentos donde la tasa de
incidencia está por encima del nivel nacional” e incluye una modificación
horaria. En vez de entrar en vigor a las ocho de la noche el toque de queda
regirá a partir de las seis de la tarde en cuatro departamentos: Grand-Est,
Bourgogne-Franche-Comté, Auvergne-Rhône-Alpes y la región PACA. Se trata, sin
embargo, de una primera pista y los 4 departamentos citados son la punta del
iceberg.
El gobierno de Emmanuel
Macron podría ampliar la medida a un total de 20 departamentos ante las
demandas constantes de las autoridades locales que exigen un reconfinamiento
local mucho más duro. A su vez, el comité científico que asesora al presidente
advirtió este martes que une “reanudación descontrolada de la epidemia es muy
probable”. Francia conoce actualmente una cifra imponente de contagios diarios.
Según datos suministrados por el mismo ministro de Salud, alrededor de
15 mil personas se infectan cada día.
La sociedad no se
conmueve. Francia se ha convertido hoy en la “campeona del mundo” de
los países refractarios a la vacunación porque sólo 40% aceptaría
vacunarse, delante de Rusia (43%) y Sudáfrica, 53% (encuesta Ipsos Global
Advisor del 29 de diciembre). 14% de los encuestados se declara radicalmente
“anti vacuna” (26% en Rusia, 23% en África del Sur). Comparativamente, la misma
encuesta muestra que 60% de los japoneses están de acuerdo con la vacunación,
69% en Estados Unidos, 62% en España e Italia, 65% en Alemania, 80% en China,
78% en Brasil, 77% en Gran Bretaña. Otra encuesta realizada el domingo 27 de
diciembre por BVA indica que el porcentaje de entusiasmo francés frente a la
vacuna decae semana tras semana. En julio de 2020, 64% de las personas
interrogadas estaban dispuesta a vacunarse. La cifra bajó a 53% en noviembre
para alcanzar hoy un 44%.
La desconfianza natural
que la sociedad le tiene al Estado y a las instituciones explica en parte estos
porcentajes, como también las especulaciones erróneas, el recelo ante la
industria farmacéutica y el miedo a los efectos secundarios. El temor a
que la resistencia a la vacuna gane adeptos cada día llevó a unos 200
intendentes a presentarse como los “catalizadores de la solución” y ofrecerse a
vacunarse ante las cámaras para mostrar el ejemplo y combatir la idea
según la cual la campaña empezó en los asilos y los geriátricos porque la gente
de mucha edad vendría a ocupar el lugar de cobayas. ” ¡ Qué vergüenza !.
Cortemos ese rumor y vayamos más lejos y rápidamente en nuestro enfoque
republicano y sanitario”, dicen los intendentes.
Una campaña en
cámara lenta
Casi toda lo que roza la
pandemia se torna inmediatamente una controversia pública. El Ejecutivo
está bajo una lluvia de criticas provenientes de la oposición y de sectores
médicos por la lentitud con la cual ha procedido a vacunar a la gente. La
campaña empezó el domingo 27 y el miércoles apenas un poco más de cien personas
habían recibido la vacuna contra más de 800 mil en Gran Bretaña (8 de diciembre)
y más de 40 mil en Alemania (en apenas dos días se vacunaron 20 mil
personas). Los primeros destinatarios de la vacuna son los 750 mil
residentes en geriátricos y asilos de ancianos, así como quienes los cuidan y
tienen más de 65 años. Esta lentitud se debe en gran parte a que Francia
es el único país cuya estrategia de vacunación exige, antes de la inyección,
que se firme un consentimiento por escrito y que se realice una consulta médica
antes.
Olivier Véran (ministro
de Salud) asumió el ritmo pausado de la campaña, tanto más cuanto que esta está
centrada en los más frágiles. Véran dijo:” tenemos la misma cantidad de dosis
que nuestros vecinos alemanes, tenemos los mismos objetivos y obtendremos los
mismos resultados”. Miembros del cuerpo médico han dicho en los medios que “la
estrategia es inadaptada porque la situación es muy peligrosa”. Philippe Juvin,
jefe de los servicios de urgencia del hospital Georges-Pompidou e Intendente
(derecha) de
En 2021, la aceptación o
el rechazo a la vacuna será una variable que dependerá del éxito de la fase
actual y de la transparencia con la cual se comuniquen los resultados. Entre
intereses de la industria farmacéutica, competición entre laboratorios y
Estados, científicos improvisados, disputas y oportunismo político y
manipulaciones mediáticas, la pedagogía y la verdad serán otra forma de
antídoto.
(*) Página/12,
31/12/020
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