Notas de opinión
Cristina y Alberto le bajaron el pulgar a Agustín
Rossi
La
interna del peronismo santafesino está que arde. Hay dos grupos enfrentados
liderados por el gobernador Omar Perotti y el hasta ahora Ministro de Defensa
Agustín Rossi. Se trata de una típica lucha por el poder. Perotti pretende ser
el gran ganador de las elecciones que se avecinan pero en sus planes no está
incluido el “Chivo”. Ello explica su decisión de conformar listas de candidatos
a senadores y diputados nacionales con personas de su confianza. El caso más
notorio es el del periodista deportivo de Rosario Marcelo Lewandowsky, un
perottista de pura cepa. El problema, delicado por cierto, es que, según han
puesto en evidencia las encuestas, los apadrinados por el gobernador no
garantizarían una buena elección del peronismo santafesino. El único que
demostraría ser competitivo es Agustín Rossi. El problema es que Perotti no
quiere saber nada con el “Chivo”. Por su parte, Rossi ha dicho públicamente que
el gobernador lejos está de garantizar la continuidad del modelo kirchnerista
luego de las elecciones. Como se trata de una provincia muy importante desde el
punto de vista electoral, el conflicto entre Perotti y Rossi sacudió al
gobierno nacional, a tal punto que debieron involucrarse el presidente y la
vicepresidente. Finalmente, ambos tomaron una drástica decisión: dieron su
bendición a los candidatos a senadores nacionales perottistas Marcelo
Lewandowsky y María de los Angeles Sacnun, una senadora nacional que es soldado
de Cristina en el Senado. Lejos de amilanarse Rossi mantuvo firme su decisión
de competir contra la fórmula del poder acompañado por la vicegobernadora
Alejandra Rodenas. Ante semejante acto de rebeldía el presidente de la nación
anunció ayer desde Perú que los miembros del gabinete nacional que tomaran la
decisión de competir en las elecciones debían renunciar al cargo. Lo
interesante es que Rossi se enteró de la
decisión presidencial mientras era entrevistado en vivo por Edgardo Alfano en
el histórico programa “A Dos Voces”. Mostrándose desafiante el “·Chivo” dijo
delante del periodista que cuando llegue el momento de defender a Cristian en
el provincia sólo él lo hará, y que en las elecciones el perottismo se iba a
llevar una sorpresa, dando a entender que el rossismo está en perfectas
condiciones de alzarse con la victoria en las PASO.
En
este párrafo intenté hacer una síntesis de lo publicado en los grandes medios
sobre este conflicto entre Perotti y Rossi. La pregunta que cabe formular es la
siguiente: ¿por qué el gobernador y el saliente ministro de Defensa no lograron
arribar a un acuerdo? Porque ambos son conscientes de que esta disputa favorece
las chances electorales de las otras fuerzas políticas que competirán en la
elección. Cuesta creer que dos políticos experimentados como ellos no se
percaten de que pueden condenar al oficialismo santafesino a una dura derrota
electoral en noviembre. Creo que el problema fundamental es que entre ambos hay
una suerte de abismo ideológico. Desde ese punto de vista son incompatibles,
como el agua y el aceite. Representan dos mundos de representaciones colectivas
antagónicos. Veamos.
Agustín
Rossi siempre fue un peronista de izquierda. En los noventa decidió abandonar
el peronismo cuando el entonces presidente Menem decidió indultar a Videla y
compañía. Décadas más tarde fue la cara visible del gobierno kirchnerista
durante el feroz conflicto por la resolución
“Cristina
Fernández de Kirchner había dado su apoyo a Omar Perotti en la interna del
peronismo. El principal candidato del PJ fue el privatizador del Banco de Santa
Fe, aliado de
Garante de la
gobernabilidad
En
2017, acompañó al macrismo por partida doble en una misma sesión: rechazó el
pedido de prórroga de
Sobre el aborto: no sabe
no contesta
Durante
el año pasado asumió
Un poco para atrás
Omar
Perotti es un contador público nacional egresado de
También
en 1995 fue candidato a vicegobernador, acompañando a Héctor “Tigre” Cavallero,
con el apoyo de Carlos Menem. Y en el año 1999, fue elegido senador provincial
por el departamento Castellanos. Durante los años 2003-2011 tuvo su segundo y
tercer mandato como intendente de Rafaela. En el 2008, al principio, apoyó la
resolución 125 y firmó el comunicado posterior del Partido Justicialista que
calificaba de “golpista” al sector agropecuario. Al año siguiente, luego del
conflicto kirchnerismo-campo, la economía regional de su ciudad, Rafaela, se
vino a pique dado que estaba (y está) basada en la agroindustria láctea y
sojera. El descontento de la población era muy grande y quien supo canalizarlo
fue Carlos Reutemann, quien se definía como un miembro más de la patria
agrícola-ganadera. Ante esto, Perotti, quien ya abrazaba las banderas
nacionales y populares, intervino con una posición
agro-friendly y posibilitó el triunfo del Lole Reutemann.
Nacional y...
En 2011
encabezó junto a
Agustín
Rossi conoce muy bien estos antecedentes. Por su parte, Perotti conoce muy bien
los antecedentes del “Chivo”. No puede causar ninguna sorpresa que ambos no se
soporten. Lo notable es que este desprecio que se profesan llegó al extremo de
poner en riesgo el triunfo electoral de noviembre. Por eso es que debieron
intervenir Alberto y Cristina. Lo que más llama la atención fue la decisión de
la vicepresidente de apoyar a Perotti, un menemista y reutemista de la primera
hora, un dirigente que fue su enemigo durante el conflicto con el campo. Ahora
las cartas están sobre la mesa. De aquí a las elecciones el presidente y la
vice rezarán para que la fórmula bendecida por Perotti triunfe. Porque si el
triunfador es Rossi arderá Troya.
“No nos une el amor sino el espanto”
Jorge Luis Borges
El 16 de febrero de 2015
Hasta que el
silencio aturda a la
Presidenta
“En su Oda a la alegría, Beethoven logra un instante
culminante cuando el coro entona "ante Dios" ("vor Gott") y
un potente acorde se prolonga acompañando ese grito. Inmediatamente callan el
coro y los instrumentos. Tras la estridencia, sin canto ni música de por medio,
el autor logra estremecer profundizando con el silencio la enormidad del
momento previo. En la música, el silencio es un extraordinario recurso para
sensibilizar al que oye. Y también en el trajín cotidiano, cuando todo ruido
cesa, cierto escozor nos atrapa en la soledad reflexiva que el silencio funda.
Aquí, un enorme
estrépito acaba de aturdirnos. Un fiscal que denunció penalmente a
Todo lo dicho sería
poco importante de no ser que ha salido de la boca de
Cristina sabe que ha
mentido y que el memorando firmado con Irán sólo buscó encubrir a los acusados.
Nada hay que probar. Merced a ese pacto, la evaluación de los hechos quedaría
en manos de una comisión que funcionaría en la patria de los prófugos y en la
que la mayoría de sus miembros debería contar con el acuerdo iraní.
¿Para que pactaron
ambos gobiernos notificar a Interpol lo acordado, si no era para levantar los
pedidos de captura librados?
Ajena
Pero Cristina se
siente ajena a la disputa. Está segura de que la ley penal no caerá sobre ella
porque perversamente hizo avalar su nefasta decisión con una ley nacional.
Irónicamente,
senadores y diputados legitimaron con sus votos el encubrimiento de los
presuntos asesinos. No es la primera vez que se actúa de ese modo. También
encubrió la corrupción de su vicepresidente expropiando una empresa fabricante
de moneda y logrando que los votos de diputados y senadores legitimaran el
ocultamiento de pruebas.
Sólo un necio diría
que el encubrimiento presidencial a los iraníes no está probado. La imputación
que ahora se ventila apenas descubre cómo el Gobierno se embarra en pos de ese
objetivo usando marginales de la política como sus mensajeros ante iraníes
perseguidos.
Éstas son las cosas
que todos debemos saber cuando en silencio marchemos. Porque nuestro silencio
no calla lo que pensamos ni evidencia nuestra ignorancia. Sólo indica a
Para entonces ya no
habrá palabras. Sólo hablará el silencio. Como en la música, será el silencio
el que erice la conciencia de quien traicionó el reclamo de justicia de los 85
muertos en el atentado contra
La misma tragedia
que Cristina sólo podrá negar hasta que el silencio la aturda”.
El escrito es durísimo con Cristina
Kirchner, en ese momento presidenta de la nación. Su autor no tiene
contemplaciones con ella. La acusa lisa y llanamente de encubrir a los autores
del atentado contra
Estos hechos ponen de manifiesto que
hace no mucho tiempo Alberto Fernández era un acérrimo enemigo de Cristina. El
tiempo, evidentemente, cura las heridas. En realidad, la imperiosa necesidad de
retornar al poder curó las heridas provocadas por la “guerra fría” entre
Cristina y Alberto. A comienzos de 2019 todos daban por sentada la reelección
de Mauricio Macri. A pesar de lo horroroso de su gobierno el ex jefe porteño
contaba con grandes chances de continuar en
Lo real y concreto es que Alberto aceptó
el convite y hoy es el presidente de todos los argentinos. Tanto Cristina como
Alberto pusieron en práctica aquella famosa frase del genial Jorge Luis Borges
que titula esta reflexión. Decidieron unirse no por amor-de hecho, se
detestan-sino por espanto a la continuidad de Macri en el poder. La jugada de
Cristina no hizo más que confirmar la naturaleza del peronismo. En efecto, la
creación política de Juan Domingo Perón sólo concibe ejercer el poder. En
consecuencia, para el peronismo sólo vale la victoria electoral. Cristina y
Alberto archivaron sus “diferencias” en aras de un único objetivo: vencer a
Macri en las presidenciales de 2015. Alguien puede exclamar: “hay que tener
estómago para efectuar semejante jugada electoral”. Claro que hay que tenerlo
pero Perón les enseñó a sus discípulos que el peronismo tiene la obligación de
vencer.
Cristina y Alberto demostraron ser unos
pragmáticos consumados. Finalmente coincidieron en algo fundamental: el retorno
al poder sólo era posible si todos los sectores del peronismo se unían. Ese
pragmatismo continúa vigente. Porque el escenario no se ha modificado
sustancialmente respecto al que imperaba dos años atrás. En realidad, cabe
afirmar que ha empeorado debido a la pandemia. En consecuencia, el peronismo se
presentará unido de cara a los comicios que se avecinan porque es la única
herramienta de que dispone para resultar victorioso. Es cierto que, como
sentenció Borges, no los une el amor sino el espanto pero cuando probablemente
celebren la victoria en noviembre, tanto a Cristina como a Alberto les
importará un rábano que el desprecio que se profesan continúa vivito y
coleando.
Se nos ríen en la cara
Arrancó
formalmente la campaña electoral. Sucedió este fin de semana con el anuncio
oficial de todas las listas que, tanto oficialistas como opositoras, competirán
el 12 de septiembre. A partir de ese momento los canales de cable decidieron
dedicar gran parte del tiempo a entrevistar candidatos de todo calibre, muchos
de ellos conocidos por la opinión pública. Quienes son del FdT hablan loas del
gobierno, alaban las políticas implementadas por Alberto Fernández y, como era
de prever, despotrican contra la oposición. Quienes son de la coalición
“Juntos” se limitan a lanzar munición gruesa contra el gobierno. Se trata de un
grotesco espectáculo protagonizado por políticos egoístas que viven en una
burbuja.
Nunca
como ahora quedó expuesto semejante egoísmo. Seguramente la pandemia mucho tuvo
que ver. Provoca escozor escuchar, por ejemplo, a la señora Tolosa Paz afirmar
que el gobierno de Alberto Fernández privilegia la producción y el trabajo.
Desde que el jefe de Gabinete de Néstor Kirchner se sentó en el sillón de
Rivadavia la producción y el trabajo han sido sus principales víctimas. La
pobreza no paró de crecer, al igual que la inflación. Millones de compatriotas
continúan recibiendo unos planes sociales que atentan contra la cultura del
trabajo. En política exterior, el gobierno decidió privilegiar los vínculos con
Rusia, China y Venezuela, provocando un aislamiento que sólo provoca graves
perjuicios al país.
Pero
el más rotundo fracaso del gobierno ha sido su plan de vacunación. Por más
explicaciones que brinde
En
la vereda de enfrente el panorama es igual de desalentador. Diego Santilli y
María Eugenia Vidal, por ejemplo, hablan como si no hubieran tenido nada que
ver con el gobierno anterior. Santilli fue el segundo del jefe de gobierno
porteño y Vidal fue nada más y nada menos que gobernadora de la provincia de
Buenos Aires. También deberían pedirle perdón al pueblo por los desastres
ocasionados por un gobierno conservador que fracasó por completo. Pero lo que
más llama la atención es el
resurgimiento del radicalismo. La precandidatura de Facundo Manes, quien
confesó públicamente sus ambiciones presidenciales, lo pone de manifiesto. Los
radicales quieren volver a
En
las elecciones que se avecinan los votos se dividirán entre dos fuerzas
políticas que fracasaron en el ejercicio del poder. Cristina Kirchner en su
segunda presidencia, Macri y ahora Alberto Fernández son el símbolo de la
kakistocracia. Sin embargo, ahora tienen la osadía de presentarse como los
salvadores de
Más vale tarde que nunca
En un acto partidario
celebrado en Merlo, provincia de Buenos Aires, el presidente de la nación
afirmó: “somos los hijos de Perón y Evita”. Lo que dijo es correcto sólo si se
refiere a todas las generaciones de argentinos que a partir de 1946 se volcaron
al movimiento creado por Juan Domingo Perón. Como el presidente no lo aclara es
bueno tenerlo presente. Porque al decir “somos los hijos de Perón y Evita” da a
entender que todos los argentinos lo somos, lo cual es una mentira atroz. Como
estamos en campaña electoral resulta por demás evidente que Alberto Fernández
se valió del recuerdo del trágico fallecimiento de Evita acaecido en 1952 para
profundizar todavía más la grieta que nos mortifica desde hace muchísimo
tiempo.
Como profesor universitario el
presidente sabe perfectamente que Evita sembró pasiones encontradas, odios y
amores igualmente intensos. Para los peronistas Evita fue, es y será por
siempre una santa, la madrina de los desposeídos, los carenciados, los
excluidos. Para los antiperonistas fue, es y será el símbolo del resentimiento,
el odio de clase y el fanatismo. Con esa frase el presidente dejó bien en claro
que pertenece al sector peronista y que desconoce al sector antiperonista como
parte de la sociedad argentina. He aquí, me parece, uno de los legados más
perniciosos de Perón: el haber convencido a sus seguidores que peronismo y
nación son hermanos siameses, que no ser peronista significa no ser argentino.
En consecuencia, quien no es peronista es un antipatria, un enemigo que debe
ser aniquilado. Para Perón sólo sus seguidores formaban parte de la patria. Los
otros, los contras, eran los cipayos, los defensores de la colonia, los
antipatria. Semejante maniqueísmo es incompatible con la democracia liberal
consagrada en nuestra carta magna. Lamentablemente, el presidente dio otra
muestra de su adhesión a una filosofía política visceralmente antiliberal y
antirrepublicana.
En otro pasaje de su alocución
expresó: “Algunos casi celebraban las muertes y nosotros hacíamos lo imposible
por evitarlas y trabajamos incansablemente para superar la pandemia de
coronavirus”. El presidente miente descaradamente. Nadie celebró ninguna muerte
ocasionada por el coronavirus. Al menos, públicamente. Los más de 104.000
muertos es una tragedia y el principal responsable es el gobierno nacional.
Esta dramática cifra es la prueba más concluyente del fracaso estruendoso del
plan de vacunación lanzado por el oficialismo. Es de esperar que algún día se
sepan fehacientemente las causas que provocaron la caída de las negociaciones
con Pfizer el año pasado, que seguramente hubieran evitado la muerte de decenas
de miles de compatriotas en 2021.
Alguien dijo alguna vez “más
vale tarde que nunca”. En las últimas horas la ministra de Salud de
Como si nada pasara, la
ministra Vizzotti dijo en la conferencia de prensa: “Tenemos una noticia muy
relevante, fruto del esfuerzo de meses de muchísima gente e intensas
negociaciones; ayer firmé el acuerdo vinculante con el laboratorio Pfizer, es
un acuerdo por 20 millones de dosis de vacunas durante 20121. Resta el acuerdo
final para la logística y a partir de allí definir el tiempo d entrega y las
recepciones, antes de diciembre”. “Estamos trabajando para completar los
esquemas de vacunación. Con la primera dosis de Sputnik V la eficacia y la
efectividad es muy alta, casi como alguna vacuna de una sola dosis o con dos
vacunas”. “Estamos trabajando para generar una estrategia para las segundas
dosis, seguir recibiendo vacunas de Rusia. También esperamos el resultado del
trabajo con la producción en Argentina, hay un millón de dosis que están a la
espera del control de calidad” (fuente: Infobae, 26/7/021).
Oh casualidad, el arribo de
las vacunas Pfizer tendrá lugar justo cuando los argentinos concurramos a las
urnas para decidir el futuro inmediato y mediato del país y de nosotros. Emerge
en toda su magnitud el maquiavelismo del gobierno. Cabe reconocer, para no ser
injusto, que de haber estado la actual oposición en el gobierno, hubiera
actuado de la misma manera.
Falta cada vez menos
Falta cada vez menos. No deja
de impresionar lo rápido que pasa el tiempo. La campaña electoral comenzó de
manera formal este fin de semana con la presentación oficial de todas las
listas que competirán en las PASO. Un buen número de candidatos se hicieron
presentes en los estudios de televisión para dar a conocer sus propuestas. Todo
el mundo sabe que las únicas fuerzas políticas que realmente competirán por el
poder son el FdT y Juntos. Aunque desde hace algunas semanas proliferan
encuestas de todo calibre, nadie sabe a ciencia cierta cuáles serán los
resultados que arrojarán las PASO. Aunque cronológicamente no falta tanto, para
la inmensa mayoría de los argentinos, sumergidos en una crisis sin precedentes,
el domingo 12 de septiembre está muy lejos. Su mente está en otra cosa. Sus
problemas nada tienen que ver con las ambiciones de unos dirigentes que cada
vez están más distanciados de la realidad.
Por primera vez en la historia
las elecciones de medio término se llevarán a cabo en un escenario inédito. En
efecto, los argentinos iremos a votar en medio de una pandemia que lejos está
de haber terminado. Llama la atención lo que está sucediendo con los números
diarios de contagios y muertos. Dos semanas atrás nos conmocionó la noticia de
los 100 mil muertos de coronavirus. Los medios de comunicación se hicieron eco
de la dramática noticia, en una evidente operación política tendiente a
esmerilar al gobierno nacional. A partir de ese fatídico momento, casi como por
arte de magia, los contagios y muertos comenzaron a decrecer a diario mientras
las usinas de propaganda del oficialismo no se cansan de atormentarnos con el
mismo mensaje: el plan de vacunación es todo un éxito porque la mitad de la
población está vacunada. No es así. La mitad de la población recibió una dosis,
lo cual es muy diferente. Los que se vacunaron de verdad, es decir los que
recibieron dos dosis, representan apenas el 13%. Da toda la impresión de que el
gobierno pretende crear un escenario de fantasía, un relato basado en la idea
del principio de la erradicación definitiva del coronavirus.
Oficialismo y oposición
coinciden en afirmar que estamos en las vísperas de las elecciones más
importantes desde la restauración de la democracia. No es la primera vez que
uno escucha semejante mensaje. Lo cierto es que se trata de una elección de
medio término como todas las que tuvimos a partir de 1985. Pasaron las
elecciones parciales y el país no desapareció de la faz de la tierra. La vida
continuó, como se dice coloquialmente. Las elecciones de septiembre y noviembre
no tienen anda de especial. Para el gobierno será, como sucedió con gobiernos
anteriores, un plebiscito, un examen que rendirá ante la opinión pública. Si
aprueba significará que la sociedad está conforme con lo hecho hasta ahora. En
caso contrario significará para el oficialismo una luz amarilla, una severa
señal de alarma que deberá tener muy en cuenta. Nada que ver, pues, con el
mensaje alarmista de la oposición sobre la certeza de que una victoria del FdT
significará automáticamente la implantación en el país del chavismo. Si el
kirchnerismo tuviera en mente ese plan lo hubiera ejecutado sin dudar el día
después de la elección presidencial de octubre de 2011, cuando CFK cosechó el
54% de los votos. Tenía todo a su favor para hacer de
No digo nada nuevo si afirmo
que la elección se definirá en el inmenso conurbano bonaerense. La candidata
del oficialismo es la señora Toloza Paz, una dirigente muy cercana al
presidente. Tendrá a su disposición el gigantesco aparato del peronismo
bonaerense y todos los recursos del Estado. Su principal oponente saldrá de la
disputa que librarán el larretista Diego Santilli y el radical Facundo Manes.
Si bien Santilli cuenta con las mejores chances para alzarse con la victoria,
no hay que subestimar al doctor Manes. Se trata de un típico outsider de la
política que contará con el sólido respaldo del aparato radical bonaerense. Y
la historia ha demostrado hasta el cansancio que si en algo son expertos los radicales
son las internas partidarias. Creo que el resultado de esa apasionante interna
está totalmente abierto. Una victoria de Santilli confirmaría el liderazgo de
Larreta. Pero si el vencedor es Manes festejarán los radicales…y Macri.
En Caba el FdT tendrá como
principal espada al radical alfonsinista Leandro Santoro. En Juntos competirán
a cara de perro María Eugenia Vidal, apoyada por el larretismo, y Ricardo López
Murphy, apoyado por el macrismo duro y puro y un sector del radicalismo. No
causaría ninguna sorpresa un triunfo del economista porque son muchos los
porteños tradicionalmente antiperonistas que están muy enojados con el
larretismo por haber dejado afuera a Mauricio Macri. Por su parte, en Santa Fe
la interna oficialista está que arde. El gobernador Perotti acaba de poner en
evidencia una vez más la tirria que siente por el ministro de Defensa Agustín
Rossi. Como no lo soporta decidió conformar una lista propia que compita contra
la lista encabezada por el Chivo y que está apadrinada por el gobierno
nacional. En las últimas horas Rossi dijo que Perotti era un ingrato porque
llegó a la gobernación gracias al apoyo que le brindó el kirchnerismo. Tiene
razón pero la movida de Perotti no sorprende a nadie ya que jamás comulgó con
el kirchnerismo. Perotti es un genuino representante del peronismo de derecha,
un preclaro discípulo del recientemente fallecido Lole Reutemann. Es
perfectamente entendible la ira que le provoca un dirigente como Rossi.
El primer presidente de los
argentinos
(última parte)
Al comenzar 1823, Rivadavia
estaba convencido de que el país necesitaba imperiosamente una sólida
organización política. Sin embargo, consideraba que aún no había llegado el
momento para implantar una constitución. En efecto, creía firmemente que antes
de tener una constitución era esencial que las provincias se constituyeran en
bases sólidas y estables para hacer posible la organización del Estado
argentino. Primero la organización de las provincias; luego, la constitución.
¿Qué entendía Rivadavia por organizar las provincias? Muy sencillo de explicar
teóricamente, pero muy difícil de llevarlo a la práctica. Para Rivadavia,
organizar las provincias implicaba dotarlas de instituciones sólidas y
permanentes para hacer de ellas sistemas aptos para garantizar la cultura, la
educación, una buena milicia y un eficaz funcionamiento de la economía.
Rivadavia tenía en mente expandir por todo el territorio nacional su
experiencia durante la gestión de Martín Rodríguez. Su unitarismo
inexorablemente terminaría colisionando con los caudillos provinciales. Al ser
consciente de ello, llegó a la conclusión de que hubiese sido una mala decisión
política pretender imponer una constitución que, por la peculiar situación
social y política de entonces, no podía ser otra que la federal.
Rivadavia envió a las
provincias a algunos emisarios para que explicaran su propuesta, la que se
resumía en una invitación para que se reunieran en “cuerpo de nación” bajo un
régimen representativo. Además, se les sugería que adoptaran todas las medidas
que consideraran necesarias para asegurar la paz y el desarrollo, y para
despejar cualquier tipo de duda acerca de la sinceridad de la propuesta
rivadaviana, se reconocía que eran los gobernadores quienes mejor podían
contribuir a la organización del cuerpo nacional. La propuesta no gozó de un
amplio consenso. Varias provincias la apoyaron pero otras, como Santa Fe,
Córdoba, Santiago,
Mientras tanto, Rodríguez fue
reemplazado por el general Las Heras, defensor entusiasta de la unidad nacional
y ajeno a las intrigas políticas. Era un independiente que no tardó en
granjearse la antipatía y la desconfianza de los rivadavianos. El Congreso se
reunió en Buenos Aires el 16 de diciembre. Muchos de sus participantes eran
hombres de una probada capacidad, como Laprida, Gorriti, Gregorio Funes, etc.
También participaron jóvenes talentosos como Dalmacio Vélez Sarsfield, el
futuro creador del Código Civil. Las condiciones estaban dadas para garantizar
su éxito. Todas las provincias lo apoyaban, con excepción de Santa Fe, cuyo
representante fue instruido para que defendiera la idea de una organización
confederada. La posibilidad cierta de un conflicto con el imperio del Brasil
obligó al Congreso a tomar una primera decisión trascendente: la constitución
del ejecutivo nacional. Al poco tiempo, se dictó
El 6 de febrero de 1826 se
dictó
El principio del fin de
Rivadavia fue la sanción de la constitución de 1826. No había unanimidad entre
las provincias acerca de la forma de Estado que convenía sancionar. Seis
provincias propiciaban una forma de Estado federal (Entre Ríos, Santa Fe, Santiago,
Salta, Jujuy y
Fuentes:
-Germán Bidart Campos: Historia política y
constitucional argentina, Ed. Ediar, Bs. As., tomo I, 1976, págs. 213/216.
-Carlos A. Floria y césar A. García Belsunce:
Historia de los argentinos, Ed., Larousse, Bs. As., 1992, págs. 471/492.
-David Rock:
(*) Artículo publicado en el portal rosarino Ser y Sociedad el 29/6/012
Murray N. Rothbard y la moneda controlada
(última parte)
Los
gobiernos se valieron de dos herramientas para obtener el control de la moneda
de sus países: a) el monopolio compulsivo de la emisión monetaria y B) la
legislación que impone el curso legal. De esa forma, cada gobierno hizo todo lo
que estuvo a su alcance para abolir la circulación de toda moneda extranjera.
Dentro del ámbito espacial propio de cada país, únicamente podían utilizarse
las monedas nacionales. Para los intercambios internacionales continuaron
utilizándose los lingotes de oro y plata (sin cuño). A pesar de que con esto se
profundizó el distanciamiento entre los países, la moneda “auténticamente dura”
continuaba impidiendo el accionar de la inflación gubernamental. Todavía había
límites para el envilecimiento monetario ejecutado por los gobiernos, y el
hecho de que ellos se valieran del oro y la plata “ponía coto, de una manera
bien definida, al control de cada gobierno sobre su propio territorio” (Moneda
libre y controlada, Edición Fundación Bolsa de Comercio de Bs. AS., 1979, pág.
116).
En
opinión de Rothbard, los bancos modernos y los sustitutos del dinero han
permitido a los gobiernos acelerar su total control sobre la provisión de
dinero, con lo cual pudieron valerse de la inflación sin control alguno. Dentro
de un sistema bancario libre, existen tres barreras que frenan el intento de
cualquier banco por crear inflación: “la extensión de la clientela de cada
banco; la extensión de la clientela del sistema bancario entero, o sea, el
punto hasta el cual la gente se vale de sustitutos de dinero, y el grado de
confianza de los clientes en sus bancos” (pág. 117). Cuanto menor sea la
clientela de cada banco, más severas serán las limitaciones al proceso
inflacionario. El control gubernamental sobre los bancos les quitó efectividad.
Las limitaciones se apoyan en un deber esencial: todos los bancos están
moralmente obligados a hacer honor a sus obligaciones juradas cuando su
cumplimiento sea exigido. El cumplimiento de todas las obligaciones
contractuales hace a la esencia de todo sistema de propiedad privada.
Si
el gobierno ha decidido fomentar la inflación, el medio más directo para ello
es apoyar a los bancos cuando deciden rehuir el pago de sus obligaciones
mientras continúan en funcionamiento. Mientras el resto de los actores
económicos debe cumplir con sus obligaciones para no ir a la quiebra, el
gobierno protege a los bancos avalando su decisión de no hacer frente a sus
compromisos. Para Rothbard, se trata lisa y llanamente de “una licencia para
robar”. En los estados Finidos, la decisión de los bancos de suspender en masa los
pagos en metálico en épocas de crisis económica se hizo costumbre y tuvo su
origen durante el conflicto bélico de 1812. Como consecuencia de esa tradición,
“los bancos se apercibieron de que no tenían por qué temer la quiebra después
de una inflación y, por supuesto, estimuló las operaciones inflacionarias y lo
que se llama “wildcat banking”, es decir, los negocios bancarios arriesgados al
extremo y desprovistos de toda cautela” (pág. 119). Finalmente, el poder
político y el sistema bancario lograron persuadir al público de la legitimidad
de sus procedimientos, de la legalidad del robo que ejecutaban. En
consecuencia, en épocas de crisis económicas quienes decidían retirar sus
depósitos de los bancos eran acusados de enemigos de la patria y despojadores de
sus vecinos, mientras que los bancos eran felicitados por haber protegido al
pueblo durante la tormenta.
Esta
estrategia adoptada en Estados Unidos lejos estuvo de ser aceptada en otros
lugares. Además de ser demasiado tosca, no era eficaz para permitir al gobierno
el control total sobre el sistema bancario. Porque, en última instancia, lo que
pretenden todos los gobiernos es tener una inflación controlada y dirigida por
completo por ellos mismos. Para la materialización de este objetivo fue
presentado en sociedad un sistema destinado a perdurar y que fue presentado
como un “símbolo de la civilización”: los Bancos Centrales. A partir de
entonces, economía que no poseía un Banco Central era considerada “deficiente”,
“atrasada”, “primitiva”. Si bien es frecuente que estas instituciones
pertenezcan nominalmente a particulares, siempre están comandadas por
funcionarios gubernamentales, con lo cual pasan a ser apéndices del gobierno
central. “Un Banco Central adquiere su posición de comando a través de su monopolio
de la emisión de billetes, otorgado por el gobierno” (pág. 122). En este
monopolio reside, precisamente, la clave de su poder dentro de la sociedad.
Mientras los bancos privados tienen terminantemente prohibido crear dinero
artificialmente, el Banco Central se transforma en el único actor del sistema
económico autorizado para ello. Si en algún momento los clientes pretenden que
sus depósitos se transformen en billetes, los bancos privados están obligados a
recurrir al Banco Central. ¿Cuál es el resultado de todo esto? “El resultado es
que los depósitos bancarios no solamente son pagaderos en oro, sino también en
billetes del Banco Central y estos nuevos billetes no son simples billetes de
banco, sino obligaciones del Banco Central, una institución que ha sido
investida de la majestuosa aureola del gobierno mismo” (pág. 122). De esa
forma, los bancos terminaron por transformarse en clientes del Banco Central.
Rothbard
analiza a continuación de qué manera afectan al sistema del Banco Central las
limitaciones sobre la inflación de origen bancario. Lo primero que hizo el
gobierno fue fomentar el uso de billetes de banco en reemplazo de las monedas
de oro. Tales monedas fueron consideradas “anticuadas” e “ineficientes”. Por el
contrario, hace ala seguridad del
sistema bancario que el oro permanezca en lingotes en los sistemas de seguridad
del Banco Central. Influenciado por la propaganda gubernamental, el público
abandonó paulatinamente el uso del oro como moneda en su vida diaria. La ley de
Reserva Federal norteamericana obliga a los bancos a guardar una proporción
mínima de reservas en relación con los depósitos y, con posterioridad a 1917,
esas reservas debían consistir pura y exclusivamente en depósitos en el Banco
de
Luego
de referirse a la inflación dirigida, al abandono del patrón oro, a la moneda
declarada tal por decreto, al problema del oro y a la ley de Gresham, Rothbard
concluye su defensa de la moneda libre de la siguiente manera: “¿Qué hemos
aprendido, pues, acerca del gobierno y la moneda? Hemos visto que, a través de
los siglos, el gobierno, paso a paso, ha invadido el mercado libre y se ha
apoderado del control absoluto del sistema monetario. Hemos visto que cada
nuevo control, en apariencia inocuo, ha conducido a la obtención de nuevos y
mayores controles. Hemos visto que los gobiernos son inherentemente
inflacionistas, ya que la inflación es un medio tentador para la adquisición de
rentas para el gobierno y sus grupos favorecidos. El lento pero seguro
apoderamiento de las riendas que manejan el sistema monetario ha sido utilizado
para: a) promover la inflación en la economía al ritmo que el gobierno decide,
y b) para producir la dirección socialista de la economía entera. Además, el
gobierno, al inmiscuirse en lo relativo a la moneda, no sólo ha determinado una
única y nunca vista tiranía en nuestro mundo, ha producido también el caos y no
el orden; ha fragmentado el pacífico y productivo mercado mundial, partiéndolo
en mil pedazos, con el comercio y las inversiones enredadas en una maraña de
incontables restricciones, controles, tipos ratifícales, desvalorizaciones de
la moneda, etc.; ha ayudado a que se produzcan guerras, al transformar un mundo
de pacíficas relaciones en una selva de bloques monetarios que guerrean entre sí.
En resumen, descubrimos que la coerción produce conflictos y caos, y no orden”
(pág. 147/148).
(*) Artículo publicado en el portal rosarino
Ser y Sociedad el 18/7/012.
Emblema de la escuela
austríaca de economía
El 22 de julio de 1926
falleció en Salzburgo un emblema de la escuela austríaca de economía: Friedrich
Freiherr von Wieser. Wieser nació en Viena el 10 de julio de 1851. Siempre
mostró interés por la sociología, la historia y el derecho. En 1868 ingresó a
Luego de superar el obstáculo
del doctorado, en 1884 fue designado profesor asociado en
La teoría de la imputación,
extraída de “El valor natural”, y la teoría del coste alternativo o de
oportunidad, extraída de “Teoría de la economía social”, fueron sus
contribuciones más notorias. Se considera que fue Wieser quien hizo la
distinción entre bienes públicos y bienes privados (utilizada posteriormente
por Hayek), y quien acuñó el concepto de utilidad marginal. También destacó la
relevancia del “empresario” en el proceso de cambio económico. Estaba
convencido de que el empresario simbolizaba la capacidad de iniciativa que
debía tener todo hombre para liderar los cambios económicos que reclamaba la
sociedad de su tiempo. Esta noción del mando fue posteriormente desmenuzada por
Schumpeter cuando analizó la innovación económica. Pero fue la teoría del valor
su aporte más revolucionario. En efecto, Wieser introdujo el debate en el
problema del valor económico, metiendo como una cuña el cálculo objetivo en una
teoría subjetiva. Intentó demostrar, nada más y nada menos, que el valor
económico es una categoría natural, que cualquier sociedad racionalmente
ordenada no tiene más remedio que afectar valoraciones. Concluyó que una
economía socialista no podía prescindir de las valoraciones.
Wieser sentó las bases de la
solución matemática al problema de la determinación de los precios de los
factores. Su teoría de la imputación, además de corregir eventuales errores de
la teoría de Menger, continúa siendo empleada en la microeconomía. Otra de sus
contribuciones más notables fue la teoría del coste alternativo, ignorada por
Alfred Marshall y los economistas ingleses. Apoyándose en el pensamiento
paretiano, creó el concepto de utilidad marginal y el de coste de oportunidad.
De esa forma, enfocó la economía hacia el análisis de la escasez y la
asignación de recursos escasos. Perfeccionando la teoría de Menger, introdujo
el coste de oportunidad para adecuarlo con la teoría de la utilidad marginal.
No conforme con estas innovaciones, ideó su propia teoría monetaria. Pero fue
su combinación de la teoría austríaca de la utilidad con una teoría evolutiva
de las instituciones, su aporte más relevante. Destacó que los modelos clásicos
y neoclásicos no tenían en cuenta conceptos fundamentales como la eventual
aparición de monopolios y la existencia de economías de escala. Estando
convencido de la inutilidad de los modelos económicos ideales para comprender
la política económica, desarrolló una solución de segundo óptimo. Es aquí donde
entró a tallar con fuerza el concepto de “economía social” para evaluar la
eficacia de la intervención del estado en casos puntuales.
Wieser fue considerado “liberalista”
por los liberales puros. En su libro “Liberalismo”, Von Mises se vale de la
expresión “nuevo liberalismo” para designar a los socialistas que se hacen
pasar por liberales. En consecuencia, Wieser, según Mises, debía ser
considerado un nuevo liberal por su condición de socialista Fabiano. Al
comenzar sus carreras como científicos, Menger, Bawerk y Wieser no centraron su
atención en los problemas de política económica, particularmente en el rechazo
del intervencionismo estatal proclamado por el liberalismo clásico. Lo que
realmente pretendían era elaborar una teoría económica con una sólida base de
sustentación. Siguiendo a Menger y Bawerk, Wieser no estuvo de acuerdo con las
políticas intervencionistas que aplicaba el gobierno austríaco (al igual que
todos los gobiernos de la época), sosteniendo que únicamente el libre mercado
garantizaba la mayor eficiencia económica y social. Sin embargo, su enfoque
liberal desechaba los modelos ideales clásicos y neoclásicos que no tenían en
cuenta los monopolios y la existencia de la economía de escala. Consideraba que
el liberalismo clásico era sinónimo de “caos”. En consecuencia, debía ser
sustituido por un sistema de orden. Paralelamente, se negó a admitir el
esencialismo y la versión teleológica de la causalidad. Mientras
Durante la primera mitad del
siglo XX, los representantes de
Fuentes:
-Von Wieser: Wikipedia, la
enciclopedia libre.
-Henry William Spiegel: El
desarrollo del pensamiento económico, ED. Omega, Barcelona, 1973, cap. 23.
(*) Artículo publicado en el
portal rosarino Ser y Sociedad el 24/7/012
La dramática
y fascinante historia argentina
Lo que nos
pasó a partir del 25 de mayo de 1810
35
Las armas de combate
Los fusiles y carabinas utilizados por los soldados eran producidos en fábricas montadas en Buenos Aires, Tucumán y Mendoza. Pero como su número era escaso y su calidad dejaba mucho que desear los revolucionarios no tuvieron más remedio que comprar armas al imperio anglosajón. Pero como no vendía sus mejores armas los patriotas debieron conformarse con pocas armas y de escasa operatividad. De lo que sí dispusieron los criollos fue de cañones a raíz de la existencia de un importante parque artillero montado desde la época del virreinato. Además, desde 1812 existía una fábrica de cañones en Buenos Aires. El alcance máximo de los fusiles era de 200 metros pero su utilidad se reducía a la mitad. Como debían ser cargados por boca una infantería profesional tardaba no menos de un minuto para efectuar tan solo tres disparos. Para frenar un embate de la infantería enemiga los criollos sólo podían efectuar cinco disparos por hombre, lo que hacía inevitable el combate cuerpo a cuerpo. Ello explica que los soldados fueran equipados con bayonetas.
Las armas de los soldados de a caballo eran el sable, la carabina y la lanza. Las tropas irregulares se valían del lazo y las bolas. Los cañones eran de hierro y avancarga. Si el terreno era llano las mulas los arrastraban o los desarmaban. En las zonas montañosas eran transportados por animales de carga. Sus disparos tenían un alcance de mil metros y su velocidad de tiro era de dos minutos. En aquella época prácticamente no había fortificaciones. Su influencia era, por ende, nula. Por ejemplo, la ciudadela de Tucumán era apenas un campo fortificado y en Ensenada había un fuerte que carecía de defensas. Los realistas estaban en una situación similar. Colonia, que estaba en su poder, era la imagen de la indefensión. En Martín García sólo había una batería. Las verdades fortificaciones estaban localizadas en Montevideo, Talcahuano y El Callao (1).
(1) Floria y García Belsunce, historia de….,
capítulo 16.
36
Las tropas: cómo eran reclutadas y cómo se dividían
Las tropas eran reclutadas de manera voluntaria o de manera obligatoria. El reclutamiento voluntario era posible si la opinión pública imperante lo propiciaba o serias amenazas se cernían sobre el lugar de residencia de los futuros soldados. Quienes eran obligados a alistarse frecuentemente provenían del mundo de la delincuencia. También hubo casos de esclavos que fueron obligados a servir en el ejército durante un determinado período para luego obtener la ansiada libertad. En aquel entonces los soldados no eran reclutados de manera orgánica lo que era perfectamente entendible ya que se trataba de un recurso que comenzaba a ser puesto en ejecución, y con la resistencia de varios países, en la mismísima Europa.
Con posterioridad a la gesta de Mayo los batallones de infantería asentados en Buenos Aires pasaron a la categoría de regimientos divididos en dos batallones compuestos cada uno por ocho compañías, una de cazadores, otra de granaderos (la fuerza de élite creada por San Martín) y seis de fusileros. Los regimientos de caballería contaban con una serie de escuadrones (tres como máximo), cada uno de ellos compuestos por tres compañías. También había cuerpos de artillería pero jamás entraron en combate de manera sistémica. Era muy raro que algún ejército revolucionario pudiese contar con más de diez piezas de artillería (1).
(1) Floria y García Belsunce, Historia
de…capítulo 16.
Bibliografía básica
-Germán Bidart Campos, Historia política y
constitucional argentina, Ed. Ediar, Bs. As. Tomos I, II y III, 1977.
-Natalio Botana, El orden conservador, Ed. Sudamericana,
Bs. As., 1977.
-Natalio Botana y Ezequiel Gallo, De
-José Carlos Chiaramonte, Ciudades,
provincias, Estados: Orígenes de
-Carlos Floria y César García Belsunce,
Historia de los argentinos, Ed. Larousse, Buenos Aires, 2004.
-Tulio Halperín Dongui, Vida y muerte de
-Tulio Halperín Donghi, Proyecto y
construcción de una nación (1846/1880), Biblioteca del Pensamiento Argentino,
Tomo II, Ariel, Bs. As., 1995.
-Daniel James (director del tomo 9), Nueva
historia argentina, Violencia, proscripción y autoritarismo (1955-1976), Ed.
Sudamericana, Bs. As., 2003
-John Lynch y otros autores, Historia de
-Marcos Novaro, historia de
-David Rock, Argentina 1516-1987, Universidad
de California, Berkeley, Los Angeles, 1987.
-José Luis Romero, Las ideas políticas en
Argentina, FCE., Bs. As., 1956.
-Juan José Sebreli, Crítica de las ideas políticas
argentina, Ed. Sudamericana, Bs. As., 2003.
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