Los apuntes discontinuos de Gustavo Rosa
domingo, 19 de
diciembre de 2021
Un golpe no tan blando
Veinte años atrás tuvimos un estallido. Recordatorios,
imágenes y análisis en casi todos los medios. Unos toman estos hechos
con nostalgia, otros con anécdotas y pocos con Memoria. “El
día que el Pueblo salió a la calle”, evocan algunos. Una parte
del pueblo hambreado y otra, estafada por el sistema bancario. Ambas partes
degradadas, como siempre, por la angurria desaforada de unos pocos, que
nunca pierden en las crisis. “Que se vayan todos” fue una
expresión de hartazgo que sonó por las calles pero no sirve para un
análisis político. Esa frase denuncia una decepción y no un pedido de nada.
Sólo dos o tres se fueron. Los otros se reciclaron para aparecer ahora como
los expertos en lo que hay que hacer. Entonces, aprendimos
poco y nada.
El primero que se fue, Ricardo
López Murphy, embestido como diputado, sigue aconsejando las mismas
recetas de recorte que lo eyectaron de su breve ministerio de Economía.
María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta, que ejercieron desde
el PAMI un sistema mafioso que llevó al suicidio a René
Favaloro, consiguieron en
No están solos, por supuesto.
Hay rostros nuevos que los secundan y también tienen sus historias.
Los apuntalan los periodistas comprometidos con el modelo de despojo,
disfrazados de objetivos, serios y veraces desde los medios que se
dicen independientes porque tienen espalda suficiente para no depender de
nadie, no por su valentía ni su calidad, sino por el entramado
empresarial e ilegal que han logrado construir. Nada de esto sería posible
si no fuera por el amparo que brinda un puñado de jueces más
interesados por agradar a los amigos del barrio –el cerrado, por
supuesto- que por hacer cumplir
Juntos otra vez –porque así se
llaman- para volver a succionar lo poco que recupere la mayoría.
Porque para eso están, para facilitar que unos pocos se queden cada vez
con más. Ahora, por primera vez en nuestra historia, votaron en contra del
presupuesto aunque digan que son una oposición constructiva. Y
no lo hicieron porque encontraron formas mejores de distribución, sino
porque quieren obstaculizar cualquier camino que nos lleve al
desarrollo con equidad. A pesar de que esta actitud dificulta el acuerdo
con el FMI por la deuda que Ellos tomaron cuando fueron gobierno,
caen bien parados. Hasta están bien posicionados en las encuestas y son votados
en las elecciones. Quizá los veamos aplaudidos en los esporádicos
encuentros públicos.
Veinte años dicen que es
nada, pero parece mucho. Sobre todo cuando no sacamos las
lecciones necesarias de los capítulos que nos tocaron vivir. Lo peor
de la desmemoria es que se vuelve a tomar el camino que nos llevó al
abismo.
Comentarios
Publicar un comentario