Picada de noticias en el recuerdo
Un genio de la física
La historia del físico argentino que
corrigió a Albert Einstein (*)
El
Capitán Piluso hizo que todos los chicos argentinos tomaran la merienda sin
chistar. Cuando su abuela lo llamaba –"Piluso, la leche"-
Alberto Olmedo, con su remera a rayas, gorro y gomera al cuello, sonreía a
cámara con su vaso llenísimo de leche y los pibes, hipnotizados por su ídolo,
bebían en casa. Todos menos uno.
Juan
Martín Maldacena lo veía y pensaba en otra cosa: ¿Cómo es que hay alguien en
otro lugar y yo puedo verlo? ¿Qué hace el televisor? ¿Y la radio? ¿Cómo
es que puedo escuchar esas voces?
Corrían los
años 70 y en Centenera al 500, en el barrio de Caballito, la magia de cómo
funcionan las cosas se revelaba todos los días: Luis Maldacena fabricaba y arreglaba ascensores. No
es casualidad, entonces, que a los
12 años su hijo mayor, Juan Martín, armara un ascensor con los Rasti. Tampoco
lo es que funcionara perfecto.
Veintipico
de años después, en 1997 ya no estaba en Buenos Aires. Ni siquiera en el país.
Ya había hecho la primaria en el colegio
Los
postulados del físico argentino tienen amplia aceptación en la comunidad
científica mundial
La Conjetura de Maldacena (así la
llaman y es el trabajo más citado en el mundo, después del de Einstein) unió lo irreconciliable hasta
entonces. Con
Cuando la
presentó en la conferencia de Teoría
de las cuerdas que se hizo en California en 1998, sus colegas lo festejaron como un estudiante de baja
energía al Rincón del Vago. Es que Juan Martín había inventado
un atajo. No hubo fiesta con piñatas en forma de átomos ni un llanto nerd. Lo
celebraron con una canción: le
cambiaron la letra a
Maldacena
corrigió a Einstein: su teoría falla en algunas regiones. Así lo explicó
a
Profesor
vitalicio más joven en la historia de la universidad de Harvard, Maldacena es hoy quien
todos queremos que sea pero a él no le importa tanto.
Hace
unos días el Instituto Nacional de Física Nuclear (INFN) de Italia anunció que
será el primero en recibir la medalla Galileo Galilei por su trabajo en
el campo de
El
año pasado recibió la medalla Lorentz, que otorga
La
verdad para Maldacena -papá de Cristina, de 18 años, Marcos,
de 16 y Mariana, de 12, y casado hace 19 con María, que conoció en Harvard- es,
según sus palabras, lo que está de
acuerdo con la realidad. ¿La realidad? Lo que podemos ver
con nuestros sentidos o con aparatos que expanden nuestros sentidos.
La
teoría de las cuerdas explica cómo se comporta el espacio-tiempo, pero no es
consistente en cuatro dimensiones, que son las que nosotros vemos (el tiempo y
las tres dimensiones espaciales). La versión más sencilla tiene diez: hay seis dimensiones que todavía no podemos ver.
Aunque
desde un punto de vista matemático ha encontrado evidencia, experimentalmente
nada de lo que hizo puede ser comprobado. El Nobel se da a investigaciones experimentalmente probadas.
En el año
2002 el Vaticano le dio la medalla Pío XI. En 2013 el Papa Francisco lo nombró
miembro ordinario de
Una vez le
pregunté qué cosa no comprendía del mundo. Maldacena me devolvió una sonrisa y
no dudó: "Los colores. Mi
esposa dice que no sé cuáles combinan y cuáles no".
(*) Emilse Pizarro,
Infobae, 26/2/019.
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