Picada de noticias en el recuerdo
Quejas por doquier
Estados alterados por los precios (*)
El
Gobierno está llamando a empresas proveedoras de alimentos y supermercados para
coordinar que los precios de un núcleo de productos esenciales dentro de
Precios Cuidados queden congelados por seis meses. Lo hace a regañadientes y
con un alto grado de discusión interna y con los actores de la cadena. Con ello
busca ofrecer algún tipo de respuesta a una inflación que no cede a causa de la
propia política económica. Supermercadistas analizan que la poca disposición
del Gobierno para ejercer el poder de policía ante las empresas en caso de
situaciones de desabastecimiento siembra muchas dudas sobre la efectividad de
un acuerdo de estas características.
El
“enojo” del Presidente frente a los datos de inflación es una reacción lógica
ante su teoría errada de los precios. El mismo pifie en el diagnóstico explica
que Macri durante la campaña electoral de 2015 dijera que “eliminar la
inflación será la cosa más simple que tenga que hacer si soy presidente”. El
mandatario agregaba que “me cuesta creer que ustedes piensen que la inflación
puede ser un tema de agenda en mi futuro gobierno. Cuando yo veo que el 99 por
ciento de los países tienen inflaciones de un dígito, de un dígito pequeño...
si nosotros no entramos en ese grupo de países, vayámonos a la casa”. Para
Macri, terminar con la “maquinita” de la emisión monetaria, eliminar subsidios
para achicar el gasto público y tener buena onda con el establishment local y
las finanzas globales sería suficiente para domesticar a los precios. Sin
embargo, los aumentos tarifarios representan una presión objetiva de costos,
mientras que la apertura financiera indiscriminada sentó las bases para la
crisis cambiaria del año pasado, que hizo explotar la inflación. A pesar del
ajuste fiscal y una política monetaria ultraconservadora, desde que asumió
Macri la inflación punta a punta en la canasta básica bienes y servicios
acumula un 187 por ciento.
Por
presión política y ante la necesidad de dejar de mostrar inacción, el Gobierno
prepara un grupo de productos esenciales dentro de Precios Cuidados que
mantendrían su precio por seis meses. “El gran tema es el abastecimiento. Y al
Gobierno no lo veo con el convencimiento necesario para salir a aplicar
Alberto
Guida, presidente de
Desde que
asumió Macri, el ranking de subas de precios de los productos básicos está
liderado por el aceite de girasol, ya que la botella de 1,5
litros estaba a 23 pesos en diciembre de 2015 y en febrero pasado quedó en
98 pesos, un incremento del 331 por ciento, de acuerdo a las estadísticas
porteñas. Luego viene la harina de trigo, que avanzó en el período un 315 por
ciento, ya que el kilo pasó de 7,15 a 29,70 pesos. De la mano de la
harina y de la tarifa de gas subieron los derivados: el pan avanzó 197 por
ciento (de 27,5 a 82 pesos), al igual que los fideos (de 12,50
a 37,20 pesos).
Con el
sachet de leche superando los 40 pesos en estos días–siempre que se consiga–,
el incremento desde fines de 2015 es del 250 por ciento. El kilo de queso
cuartirolo pasó de 92 a 250 pesos; el queso por salut, de 115
a 297 pesos y el paquete de 200 gramos de manteca, de 19,40
a 65,30 pesos. Entre las bebidas,
(*) Javier Lewkowicz, Página/12, 12/4/019.
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