Santiago Fioriti y la intimidad del poder
Incertidumbre y tensión entre
Cristina Kirchner y Alberto Fernández: “¿vos confiás en Massa?”
Clarín
31/07/2022
Hasta
hace algunos años, cuando todavía los astros conspiraban a su favor, a Sergio
Massa le divertía contar una anécdota de uno de sus primeros encuentros con
Néstor Kirchner. La escena, se supone, ocurrió después de un partido de fútbol
en
Para Massa era una carta de
presentación, un pergamino, quizá. Una suerte de bendición, un “estás hecho
para esto”, según interpreta hoy uno de los referentes del Frente Renovador que
lo acompaña desde 2013 y que recordó la anécdota cuando comenzó a cristalizarse
su reciente llegada al Gabinete. “Este es el momento que Sergio estaba
esperando. Un ‘a todo o nada’. Reconstruir desde las cenizas y poder demostrar
que está a la altura de los grandes desafíos”, dice.
El
arribo del presidente de
“¿Vos confiás en
Massa?”,
le ha preguntado Cristina a Alberto en la intimidad de Olivos. “¿Y vos?”, ha
sido la respuesta de Fernández. Fueron acaso preguntas retóricas, pero que
desnudan el miedo de ambos a las ambiciones del flamante superministro.
Massa,
es cierto, nunca las ocultó. Si querían que asumiera tenía que haber un
movimiento importante de piezas. Lo planteó varias veces, pero sobre todo hace
cuatro semanas, apenas renunció Martín Guzmán. Alberto se opuso y llamó por
teléfono a Cristina para decirle que su elegida era Silvina Batakis. La vice
aceptó el nombre, pero nunca hizo gestos públicos de apoyo. Massa se fue de
Olivos con un enojo indisimulable. “En sesenta días hablamos”, los
desafió a Juan Manuel Olmos, Santiago Cafiero, Julio Vitobello y Julián Leunda,
mientras salían caminando por los jardines.
No
fueron 60, fueron 24. El dólar tocó los 350 pesos, el riesgo país se disparó
hasta los 3 mil puntos y las reservas del Banco Central no dejaron de caer. Los
gobernadores peronistas presionaron a Alberto, ya no solo con la jugada de
adelantar las elecciones en sus provincias -cosa que harán de todos modos- sino
con tomar aún más distancia de
Cristina,
a través de un juego de pinzas entre camporistas y massistas, fue vital para
arrinconar a Fernández. De nuevo: nada es por amor, tan solo espíritu de
supervivencia y con un costo alto para ella frente a sus
feligreses más puros. Massa es el enemigo de Venezuela en el
Frente de Todos, el promotor de la doctrina de Rudolph Giuliani en Seguridad,
el que iba a meter presos a los ñoquis de
Massa se
arrojó del trampolín el viernes 22 de julio, tras varias charlas con Cristina.
Ese día fue a almorzar con Alberto a
Ese
mediodía Cristina le pidió silencio al primer mandatario. Lo intimó a que no se
filtrara su visita a Olivos. A la portavoz, Gabriela Cerruti, ni siquiera le contaron
de la conversación. Cerruti tuvo que bloquear las llamadas. Al menos cinco
periodistas de Clarín la contactaron ese día
durante ocho horas. No le contestó a ninguno. La tarde anterior había sido más
cordial. Aceptó responder preguntas sobre su posteo en Instagram para
promocionar el sorteo de un vibrador sexual.
La designación de Massa dejó
heridos. Con el mismo tono con el que le pidieron por favor que asumiera, a
Daniel Scioli le solicitaron por favor que se volviera a Brasil; a Julián
Domínguez esta vez el sapo que se tenía que tragar le pareció demasiado grande;
y a Batakis le ofrecieron dos cargos en honor a los servicios prestados y
eligió el Banco Nación.
La otra
salida rutilante fue la de Gustavo Beliz. El secretario de Asuntos
Estratégicos renunció el jueves con una carta escueta confeccionada a mano.
“Dios los guarde”, puso, en tono papal. Había charlado ese mismo día con un
alto funcionario: “Es momento de apoyar a Alberto”, le dijo. Al rato se
fue.
El funcionario se ocupó de hacer trascender la conversación para dejarlo en
ridículo. Alberto ni siquiera lo saludó. Las fidelidades que recoge el
Presidente son como copos de nieve al rayo del sol.
Massa sueña con revertir una
imagen devastada en los sondeos de popularidad. Le prometió a su equipo que irá
a fondo. Entre sus últimas fantasías está el control del Banco Central. Miguel
Pesce le parece, como a Cristina, una figura desgastada. Acaso no
sea casual que Olmos, el nuevo vicejefe de Gabinete, haya tenido que
ratificarlo ayer en el cargo. El albertismo resiste, siempre. Hasta que
deja de resistir.
El plan massista se pule en las
oficinas de
En el
viaje hacia Tigre Massa se mantuvo online, contestando mensajes en el auto y
luego en su casa dos horas más. Economistas, empresarios y dirigentes
políticos lo contactan para saber con qué Argentina se encontrarán
mañana cuando abran los mercados, cuáles son las medidas en
danza y para intentar dilucidar hasta qué punto le permitirán hundir el bisturí
en una economía con una inflación que no para de crecer y con las reservas de
dólares del Central al borde del colapso.
Massa,
en general, contesta con emoticones: con el emoji que
sonríe y con el que abre los bracitos y se encoge de hombros. Es una
manera de esquivar las preguntas. No las de todos: el nuevo ministro está atado
a un anillo de empresarios que lo sigue a sol y a sombra, protagonistas
del Círculo
Rojo que fomentaron su arribo y que ahora hablan de un shock
de confianza.
Massa se
ilusiona con recrear un ministerio fuerte, al estilo del que condujo Roberto
Lavagna en la presidencia de Duhalde y en los primeros años de Kirchner. De eso
habló con Lavagna el miércoles en una reunión de algo más de una hora. El
tigrense forzó ese encuentro. Habían quedado en verse a la mañana, pero cuando
el todavía presidente de
El ex
ministro veía a
Massa quiere que Lavagna lo
asesore, pero el economista rechaza todos los cargos. Así lo contó Massa, el
viernes, en una reunión con quince dirigentes del Frente Renovador. Massa
los había citado a las diez y media de la mañana en su oficina, pero debieron
esperarlo porque a esa hora iba de nuevo en camino a ver al Presidente. Los
dirigentes se quedaron en su despacho viendo las imágenes de su ingreso a
Olivos, en varias pantallas al mismo tiempo. Las medialunas, dicen, estaban
ricas.
Los canales de noticias
transmitieron su salida de
Ahora en
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