El informe de Melisa Molina
Alberto Fernández viaja a la
asunción de Lula da Silva y busca reforzar las relaciones con Brasil
Página/12
31 de diciembre de 2022
El 1º de enero el presidente Alberto
Fernández abandonará el país con rumbo a Brasilia. Allí, a las dos de
la tarde, se va a llevar adelante una gran ceremonia para la asunción
del nuevo mandatario de Brasil, Luiz Inácio "Lula" da Silva. Será
un momento histórico para la región y para la relación bilateral entre ambos
países y Fernández no se lo quiere perder. Ese día, según supo este diario, en
la capital brasileña no solo habrá delegaciones de unos 120 países y la presencia
de 17 jefes de Estado, sino que también, por la tarde, se llevará a cabo
un "show popular" para el que esperan la asistencia
de unas 500 mil personas. El 24 de enero da Silva vendrá a
En un principio desde el
gobierno argentino habían evaluado que el Presidente y su familia pasen la
noche del 31 en Brasil, junto con el embajador en ese país, Daniel
Scioli. El acto del primero iba a ser temprano y, si el Presidente no
dormía en Brasilia, no iba a llegar. Sin embargo, Lula decidió postergar el
acto de asunción para horas de la tarde y, de ese modo, lograr que más
presidentes viajen a la ceremonia. El mandatario, que pasará la última noche
del año en
Lula da Silva aseguró
que su primer viaje fuera de Brasil será a
Según confirmaron a Página12, el
plan es que, durante la visita del brasileño, Lula y Fernández firmen
un "gran acuerdo estratégico". En la elaboración del mismo
vienen trabajando hace meses la embajada de
Allí se explica que la
cooperación se dará en el marco del fortalecimiento del Mercosur y
de otros mecanismos de integración regional en distintos ejes, dentro de un
plan de acción que incorporaría la integración económica, energética,
industrial, digital, turística, de salud, defensa y medioambiente, entre otras.
La versión original todavía no está lista. Para eso trabajarán a contrarreloj
todos los funcionarios involucrados hasta el 23 de enero.
Uno de los puntos centrales
de ese acuerdo sería el proyecto para una moneda común. La
semana pasada el ministro de Economía, Sergio Massa, viajó a Brasil
y tuvo encuentros de trabajo en San Pablo con dos de los hombres fuertes del
futuro gobierno de Lula, Fernando Haddad, quien será ministro
de Hacienda y Geraldo Alckmin, vicepresidente y futuro ministro de
Industria y Comercio. Allí conversó sobre el proyecto de una moneda común entre
Argentina y Brasil. Esa idea se llevaría adelante sin eliminar el peso ni el
real. Desde el Gobierno aseguran que su implementación es “realista” y que se
podría complementar con un swap entre ambos países.
En cuanto a la integración
energética, otra área clave, en noviembre pasado, ambos gobiernos firmaron
una actualización del Memorándum de Intercambio de Energía hasta
2025, que será renovado automáticamente cada cuatro años. De esa forma
Para la elaboración del
documento que los presidentes firmarán a fines de enero, el embajador no solo
conversó con el presidente y los ministros, sino también con la
vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner. Hace unos
quince días se reunieron, Scioli le presentó la idea y la vice estuvo de
acuerdo con que, durante el proceso anterior de integración regional --que
encabezaron el gobierno de ella y el de Néstor Kirchner, el de Lula y otros
líderes de la región-- hubo una "gran integración
político-ideológica", pero que "faltó pragmatismo", en cuánto a
lo productivo. La idea es avanzar fuerte en eso en esta nueva etapa.
Según algunos rumores,
existía una posibilidad de que Scioli deje la embajada durante el mandato de
Lula porque al nuevo presidente brasileño le habría resultado llamativo
el buen vínculo que el embajador argentino logró con Bolsonaro, en
las antípodas del pensamiento de da Silva. Sin embargo, cerca de Scioli
desestimaron esa versión y dijeron que él se reunió con Lula antes de que
anuncie su candidatura. Allí habrían hablado del tema. El argentino le explicó
que no se trató de una relación de amistad, sino que él tenía la orden
explícita del presidente Fernández de llevar adelante una buena relación con
Brasil por la central relación política y comercial que tienen ambos países,
más allá del signo ideológico del mandatario. Desde ese momento, dicen, quedó
todo aclarado entre ellos.
Para enero habrá otras dos
visitas importantes: a fines de mes arribará a
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