La columna política de Nelson Castro
Cristina se puso a gobernar
Cristina Fernández de Kirchner atacó de nuevo. No fue
casual. Nada es casual en lo que hace o dice la ex presidenta en funciones.
Hubo un cambio en su accionar. Es producto de la realidad: ve que la elección
del 2023 está perdida y ha decidido dar batalla. Por lo tanto se ha puesto a
gobernar. Eso significa levantar el perfil, señalar los errores del Presidente,
contactarse con intendentes, gobernadores y economistas. Su objetivo es
intentar revertir esta situación adversa como sea. La reunión con Carlos
Melconian, cuyos detalles esenciales el economista hizo públicos, responden a
esta decisión táctica y estratégica que, además, implícitamente representa un
cuestionamiento severo para el ministro de Economía. Algo similar viene haciendo
Sergio Massa.
Para eso necesita darle volumen político a sus secuaces. A
esa categoría han dejado de pertenecer las principales organizaciones sociales
que ya no comanda. El Movimiento Evita está a la cabeza. No debería sorprender.
Es consecuencia de una larga historia. En la elección de 2017 el Evita apoyó la
candidatura de Florencio Randazzo y se apartó de CFK, lo que a la postre
significó su derrota. Rencorosa como es, la ex presidenta en funciones nada de
esto ha olvidado y mucho menos perdonado. No obstante, las críticas los abarcan
a todos, a pesar de que los que le son afines trataron de desmarcarse por medio
de un comunicado que hicieron público el jueves. “Con este nivel de
desocupación hay muchos planes sociales”, dijo CFK en su discurso del lunes en
el acto que le organizó
¿Cuáles son los planes de la vicepresidenta? Los aplausos y
la arenga de sus acólitos no alcanzaron para teñir de épica y buenas
intenciones el motor real de sus palabras. “Por la plata baila el mono”, dice
el viejo dicho popular. Fue ella misma quien, junto a su difunto marido,
construyeron poder a base de dádivas y del reparto de planes sociales, la forma
más cínica y desalmada de privar a la gente de su libertad. El clientelismo
como una forma de toma de rehenes para mantener el voto cautivo. El problema
principal es que desde hace un tiempo las organizaciones sociales no le
responden. La caja de la ayuda social es una de las pocas que no está en sus
manos y, la madre de Máximo reclama ese botín para su hijo y para el resto de
La explotación política de la pobreza representa una
inmoralidad mayúscula. El 2% que los dirigentes del Polo Obrero le quitan a
cada beneficiario no es el único ejemplo de extorsión. La obligatoriedad de
asistencia a los actos, el uso de los chicos como barrera de protección para
frenar cualquier intento de las fuerzas de seguridad para evitar los cortes de
calles y rutas que perjudican a miles de trabajadores son muestras de ese
sometimiento.
El Movimiento Evita y Barrios de Pie le disputan poder
territorial a
¿Qué quiere CFK? En relación a los planes sociales,
quitarles el manejo a las organizaciones y traspasarlas a los intendentes,
hecho que va a generar un problema con los gobernadores. El otro proyecto es el
del salario mínimo universal. Esta idea disparatada, que tiene el
acompañamiento de Juan Grabois, representa, además, un instrumento que regenera
la expectativa electoral de CFK. Tiene un ancla en un hecho del pasado:
El duro presente del oficialismo ha puesto otra vez sobre el
ajedrez de su interna política la candidatura de la vicepresidenta.
A todo esto, el Gobierno se mueve en un zafarrancho que va
desde el banal fallido de Alberto Fernández en su mención a Garganta Profunda
–que no fue casualidad–, hasta su desdén ante la gravedad del caso aún no
esclarecido del avión venezolano con tripulación iraní encabezada por el
comandante Gholamreza Ghasemi, un integrante de las fuerzas Quds, brazo
paramilitar de
Fuente: Perfil
(*) notiar.com.ar
26/6/022
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