La reflexión de Néstor Pitrola
Octubre, muy lejos
Prensa Obrera
30/8/023
Transcurridas dos semanas desde las Paso se confirma nuestra
caracterización de que el triunfo de Milei ha sido un factor de
agravamiento de la crisis nacional en todos sus aspectos -política, económica,
social. Nuestro desafío es cómo intervenir en el cuadro de conmoción popular
abierta por el triunfo de Milei en las Paso y la devaluación de Massa, dicho de
otro modo: cómo promover la intervención de los trabajadores en la crisis.
La derrota de las dos grandes coaliciones que nos vinieron
gobernando configura una crisis de régimen, no solo un resultado electoral. La
emergencia del facholibertario como posible presidente ha planteado un debate
en todas las clases sociales. Entre los trabajadores, por las consecuencias
enormes que puede tener, y entre la propia burguesía, por la viabilidad del
experimento en puerta y su sustentabilidad política y social.
A la velocidad del rayo se ha neutralizado la devaluación
pactada con el Fondo a espaldas del pueblo, porque la brecha cambiaria se
incrementó y del desembolso del FMI quedó nada debido a las deudas de corto
plazo contraídas, lo que está paralizando aún más la economía. La estanflación
se acentúa en el tramo final hacia octubre, que en este cuadro luce extenso e
impredecible, incluso en cuanto a la credibilidad del sistema bancario y sus
depósitos. La magnitud de la crisis en este plano ha producido el primer
impacto, incluso en la prometida dolarización sin dólares de Milei, que según
Marra podría quedar “para el gobierno que sigue al primer mandato” de
Los primeros días han estado atravesados por el impacto de
una escalada inflacionaria que pulverizó los ingresos populares. Los saqueos.
La rápida y oportuna movilización del sector consecuente del movimiento
piquetero. El replanteo de huelgas docentes y hasta la victoria del Sutna en una nueva paritaria
indexada y por encima de la inflación, en el marco de la reapertura de varias
paritarias, son algunas de las primeras consecuencias sociales.
Las “compensaciones” de Massa son chirolas, tres kilos
de carne en dos cuotas para el Potenciar Trabajo, dos anticipos de paritarias
de 30 lucas que algunos ni cobrarán, y un refuerzo del bono para la mínima de
los jubilados que convalida una pérdida en los básicos de 50 puntos aproximados
a noviembre. Como contrapartida, retenciones cero para las “economías
regionales”, que tendrán impacto inflacionario en distintos alimentos. Para las
pymes, 50% de rebaja en las cargas sociales, pero sujetas a los precios
cuidados que nadie cumple. Se nota a la legua que la mano de Georgieva y el
ajuste fiscal están en cada una de las medidas “nacionales y populares”.
Alta presión al interior de la clase capitalista
Sin embargo, han sido suficientes para meter alta presión a
la crisis.
Solo la genuflexión de la burocracia de
En tanto, la designación de Jorge Macri a una larretista
como su vice muestra la tendencia a la disolución política de Juntos por el
Cambio. Después que los radicales sacaron casi la mitad de los votos en la
interna de
En otro punto, nuestro Comité Nacional abordó un tema
candente: la naturaleza del gobierno que prefigura Milei, un fascista personal
sui generis que se corresponde con una variante criolla de los fenómenos tipo
Trump, Vox, Le Pen, Bolsonaro, etc., aunque no se parezca exactamente a
ninguno. Importa destacar que promete un gobierno de ofensiva en regla contra
la clase obrera y distintos derechos democráticos conquistados. Esto, mediante
un régimen plebiscitario de poder personal, en una democracia reforzadamente
represiva, con un replanteo negacionista de la dictadura con las Fuerzas
Armadas y de seguridad. Al mismo tiempo, con propuestas que ya empezaron a
hacer ruido entre los capitalistas como la eliminación de la obra pública, que
mereció un inédito comunicado de
Por otro lado, el formateo de un régimen de plebiscitos por
parte de quien no dispone de un solo gobernador y no tendría control alguno del
Congreso, promete grandes crisis políticas y giros que tendrán que pasar por la
prueba de la lucha de clases, porque no llegará al gobierno tras una derrota
física de los trabajadores, sino para llevar adelante lo que no pudieron los
anteriores gobiernos agentes del FMI, el macrismo y el peronismo. Una
perspectiva de inestabilidad política se suma al horizonte de megadevaluación,
default financiero y económico. Al mismo tiempo, resaltamos lo que une a la
burguesía de cara al próximo período, incluso con Milei: “Diana Mondino, en una
reciente exposición en un cónclave empresarial, afirmó que la inflexibilidad
monetaria que impone la dolarización debe ser complementada con una
flexibilidad laboral que permita incrementar los ritmos de producción, la
extensión de la jornada laboral y establecer la polifuncionalidad”. Con
dolarización o sin ella, es la agenda.
Los trabajadores y la izquierda
Las condiciones del triunfo de Milei se explican por la
desarticulación de la clase obrera y su pasividad y control por parte de la
burocracia, en particular en la pospandemia. Grandes luchas que hubo, como en
Salta, Santa Cruz, incluso las masivas movilizaciones en Jujuy, la huelga del
Sutna, las grandes luchas del movimiento piquetero, fueron aisladas
políticamente. Sobre esa base creció Milei y la derechización general que
dominó las elecciones y domina hoy el debate político. En
Pero hay una nueva situación abierta, por la deliberación
política entre miles de activistas, en la que inscribimos los paros docentes,
la paritaria triunfante del Sutna y algunas combativas asambleas estatales. En
todos estos casos, las tareas del partido apuntan a convocar y desarrollar
asambleas y movimientos de lucha, que asumirán, hasta cierto punto,
características de frente único con sectores que votan al peronismo u otras
fuerzas políticas. En esa perspectiva planteamos el congreso de sindicatos y
organizaciones de desocupados con mandato, para impulsar todas las
aproximaciones posibles, reclamando paro nacional y plan de lucha. Promovemos
una lucha en común colocando en todos los casos un programa de reivindicaciones
actuales, que choca con el ajuste del gobierno, junto a la denuncia de los
planteos de Milei. Denunciamos la pasividad de la burocracia sindical y los
sectores más integrados al Estado. Le planteamos al Frente de Izquierda
asambleas para debatir la intervención en la crisis. Y reivindicamos el voto al
Frente de Izquierda como canal de independencia política sin ultimátum hacia
los movimientos de lucha, pero contra el intento de colonizar al activismo en
función de un voto a Massa, cuya función es, objetivamente, la colaboración
política con el gobierno de ajuste.
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