La columna judicial de Irina Hauser
Sabag Montiel: "Jamás fui violento con una mujer, solo
con CFK"
Página/12
31 de octubre de 2023
"Jamás fui violento con una mujer, solo con
CFK", sorprendió Fernando Sabag Montiel, el hombre que intentó matar a la
vicepresidenta, en una carta que mandó la semana pasada desde la cárcel de
Ezeiza a
Guerra
Cuando Uliarte se presentó --aconsejada por sus
actuales abogados Carlos Telleldín y Sabrina Mansilla-- pidió ampliar su
indagatoria y adjuntó un texto que anticipaba algunas cosas que quería decir,
como que Sabag Montiel no actuó solo sino que "claramente alguien está
atrás", fueron sus palabras. Hacía también una descripción de él en la que
contaba que si bien se conocían hacía varios años solo llevaban un mes y medio
en pareja. Ahí, sostuvo ella, descubrió que él tenía "conflictos de
personalidad", que era "bipolar" y "manipulador" entre
otras cosas. "Sufrí varios hechos de violencia de género", relató y
dijo que podían buscar fotos en su celular que daban cuenta de eso. Agregó que
el día del atentado, él la amenazó con un arma: "ahora si quiero te
mato", "vamos acompañame o te mato".
La carta de Sabag empieza con la respuesta:
"Respecto a las 4 hojas que presentó Brenda es cierto que solo salimos un
mes en agosto de 2022, jamás le pegué". Según su versión, al revés, la
defendió de un exnovio que "la amenazó con un arma (...) la protegí, la
cuidé y me amenazó a mí por culpa de ella y ella no hizo nada". Sabag
Montiel dice que Uliarte miente. "Que tiene fotos golpeada es mentira o
serán armadas, no sé que gana con eso", escribió. "La que tiene
problemas psicológicos es ella", dijo, y la describió con términos
similares a los que usó Brenda respecto de él: "bipolar",
"inmadura", "infantil", "negadora",
"creída", "no tiene empatía", "es sumamente egoísta y
malcriada". En medio de todo eso Sabag sorprende al afirmar que él solo
fue violento con CFK. Acusa, además, a Uliarte de no querer "hacerse cargo
de sus actos". "Es poco creíble --dice-- que la amenacé a punta de
pistola para acompañarme a hacer algo respecto del atentado, no sabe que
inventar..." También cuenta que le sacó fotos a ella con su arma, halladas
en la tarjeta SIM, porque se lo había pedido para atemorizar a sus
exparejas.
Algunos de los términos que usan para
describirse mutuamente aparecen en las pericias psiquiátricas de sus primeros
tiempos en prisión. Sabag Montiel aceptó una entrevista exhaustiva con
psiquiatras y psicólogos por entonces. Brenda solo respondía por sí o por no.
Evitaba explayarse. Sobre él concluyeron que tenía una “personalidad anormal”
con “rasgos de trastorno narcisista”, “patrón dominante de grandeza”,
“necesidad de admiración” y “falta de empatía”, entre otras cosas. Sobre ella,
quienes la evaluaron dijeron que la vieron "fría, insegura, abatida, sin
disposición, poco empática, con dificultad para expresar sus emociones y
hostilidad contenida". Concluyeron que su postura reticente mostraba
conciencia de la situación que enfrentaba. Sobre Sabag también afirmaron que
comprendía la criminalidad de sus actos.
Versiones
"Jamás fui a una marcha ni me pagaba nadie
y jamás me vieron en una marcha", dice la carta de Sabag Montiel, sin
mencionar a Milman. Brenda había dicho: "Yo no sé por qué Nando (Sabag)
hizo esto, pero sí sé que él no es capaz de organizar y hacer todo esto solo
(...) nunca vi a Milman pero decían que les pagaba a varias personas para que
participaran en manifestaciones y con ello generar disturbios y violencia
alrededor de la casa de Cristina Kirchner. Yo no digo que financiaron el
atentado pero sí financiaban para agitar y armar quilombo". Relacionaba
con ésto que Sabag hablaba, según ella, con una tal "Carolina" y le
decía que era "la secretaria de un amigo". El interrogante es
si se trata de la colaboradora de Milman, Carolina Gómez Mónaco quien igual que
su jefe entregó en la investigación un celular que no se puede analizar, modelo
posterior al ataque a CFK. Según Sabag Montiel, "Carolina" es un
invento de Brenda.
Uliarte lo había vinculado con la organización
violenta Revolución Federal, que además de protagonizar agresivas acciones en
las calles organizaba charlas en Twitter Spaces donde se llegó a hablar sobre
cómo matar a la vicepresidenta, y una de las formas fue la que usó Sabag,
mezclado como si fuera un militante que iba a respaldar a CFK. Uliarte le daba
instrucciones y seguía sus pasos, surge de sus chats. "Yo fui un solo día
a la sede de Revolución Federal, a vender copitos, que me llevó Fernando, él
era parte de todo eso, yo no. Si le preguntan a los miembros de Revolución
Federal nadie me conoce", había pedido declarar Brenda, que estuvo por lo
menos en una marcha de antorchas frente a
Sabag Montiel replicó: "Ella dice si le
pregunta a RF nadie la conoce y a mí tampoco me conocen. Yo a ella jamás le
conté nada de ellos porque no los conozco, aparte dice que que a la
sede de RF y que no los conoce. Es contradictorio (...) Si le preguntan a RF
van a ver que todo lo que dice Brenda es mentira". "Yo a Brenda jamás
la llevé a una sede, vendíamos en la calle, no en sedes", agregó. El texto
contiene frases enrevesadas y una teoria de que Brenda y Carrizo conspiran en
su contra y sugiere que plantaron un arma.
¿Efectos?
Brenda Uliarte leyó la carta de Sabag Montiel,
la última de más de una decena, y enfureció. Ya estaba enojada por el juicio en
el que ambos fueron condenados por la tenencia de un DNI ajeno que estaba en el
monoambiente que compartían en San Martín y que él dijo haber encontrado en la
calle.
Hasta ahora, cuando tuvieron la oportunidad de
declarar en indagatoria, ninguno de los dos dio ninguna precisión de los
hechos. Sabag, llamativamente, sí había dicho "Brenda no tuvo nada que
ver". Después del escrito de ella que pedía ser indagada otra vez, nada
ocurrió y no está claro que relevancia le darán en la causa donde sigue en pie
la "pista Milman" a cargo de la jueza María Eugenia Capuchetti y el
fiscal Carlos Rívolo. Tanto la querella de CFK como la de Juan Grabois pidieron
en el expediente sobre Revolución Federal que la citen a Uliarte como testigo.
Eso tampoco sucedió.
Sabag Montiel está aislado en una celda sin
contacto con otros detenidos y no recibe visitas. Pero mira televisión y
escribe cartas. En una de las primeras pedía que lo defendiera el fiscal Diego
Luciani, quien había pedido condenar a CFK a 12 años de cárcel e inhabilitación
perpetua. En otra introdujo el nombre de Hernán Carrol (de la agrupación Nueva
Centro Derecha), una pista que quedó sin profundizar. En otras dice no ser
"un sicario", que nadie le pagó y que en realidad no sabe disparar,
entre una mezcolanza de conceptos a veces difíciles de comprender.
Sus manuscritos y la presentación de Brenda
contienen relatos que quedan flotando en la causa, que tienen un papel
indefinido pero que podrían abrir pistas de investigación, en especial teniendo
en cuenta aquello que guía a posibles rastros políticos y financieros. Aun así,
lo que queda en instrucción marcha a tranco lento. Sabag, Uliarte y Carrizo
aguardan el juicio oral por el intento de homicidio que ya se ve marcado por
las tensiones entre los detenidos y por lo que no se hizo en la
investigación.
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