La columna internacional de Germán Gorraiz López
España: Los
jueces que no amaban a Puigdemont
IP-30/1/024
La nueva investidura de Pedro Sánchez
como Presidente del Gobierno habría encendido todas las alarmas en los
despachos del establishment españolista quienes habrían preparado una trama
judicial para retrasar in aeternis la entrada en vigor de
Puigdemont, la bestia negra del lobby judicial
El lobby judicial tardofranquista
habría fagocitado los principales estamentos judiciales del Estado español
(CGPJ, Tribunal Supremo y Tribunal de Cuentas) y tendría al Tribunal Supremo
como muro de contención de los decretos-leyes aprobados por el “rodillo
progresista” del Congreso; a su Presidente Francisco Marín Castán como croupier
en la ruleta de cargos y adjudicación de procesos judiciales, a los jueces
Marchena, Llarena y García Castellón como sus estrellas mediáticas y a los
fiscales del “Clan de los indomables” como sus abnegados peones.
Asimismo, el Tribunal Supremo estaría controlado por el llamado “clan de los políticos” en palabras del ex-Presidente de Sala del TS, Ramón Trillo, y habría devenido en “un verdadero lobby o grupo de presión de la derecha tardofranquista que mediante controvertidas decisiones judiciales se ha afanado en intentar paralizar o revertir las decisiones políticas o económicas del anterior Gobierno de Sánchez” y en esta ocasión, los jueces tardofranquistas procederán a presentar una cuestión prejudicial al TJUE, lo que dilataría in aeternis su aplicación práctica.
“Operación Pinza” contra Puigdemont
El cisne negro de Puigdemont sería la
nueva estrella mediática del Tardofranquismo Judicial, el juez de
El juez García Castellón, habría
iniciado el sumario basándose tan sólo en sospechas y presunciones contando tan
solo como prueba con un informe elaborado ex profeso por
Sin embargo, a pesar del recurso de
apelación presentado por
La otra pata de
En consecuencia, Puigdemont se habría
convertido de facto en un rehén en manos de ambos magistrados que buscarían el
impedir la presentación de Puigdemont como candidato a las Elecciones Europeas
de Junio, con lo que Puigdemont perdería su condición de Parlamentario y su
inviolabilidad, momento que aprovecharía el juez Llarena para emitir una nueva
Euro orden que facilite su detención, extradición y posterior juicio, pues
Puigdemont sería “la ballena blanca que Llarena lleva años intentando apresar”.
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