La nota de Diego Cabot
EL GOBIERNO
ARRINCONA A LOS GREMIOS AÉREOS EN UNA PARTIDA DE AJEDREZ EN LA QUE SE SIENTE MÁS CÓMODO
CON EL CONFLICTO
Fuente:
(*) Identidad Correntina
27/2/024
Es una
típica jugada de ajedrez donde cada uno se guarda el próximo movimiento. Lo
único que termina por condicionar la estrategia es el irremediable paso del
tiempo. Quedan poco más
de 10 horas para que se inicie el paro que convocaron algunos gremios
aeronáuticos y, por ahora, nada está definido. En
principio, hasta que los gremios hagan una conferencia de prensa en el curso de
la tarde, no hay confirmación respecto de si habrá o no aviones mañana.
Como se
dijo, es un juego de ajedrez en el que no está claro quién juega con blancas,
es decir, quién tiene la ventaja de ir una jugada antes que el otro. En
principio, los hechos.
Edgardo
Llanos, con 20 años en la conducción del sindicato, Pablo Biró, con 12, y Rubén
Fernández, con 14, son quienes llamaron a la medida de fuerza. Los pilotos y
APA, que nuclea a los empleados de Intercargo, tienen capacidad para frenar
toda la operación aeroportuaria con excepción de dos empresas: American Airlines y Flybondi, que se
prestan sus propios servicios en Ezeiza y no están dentro del sindicato de
comandantes. Los demás, se quedarán quietos.
Ahora bien,
paradójicamente, los sindicatos
son los que se encuentran más incómodos en el umbral del paro. Se
preguntará el lector cómo es posible que quienes convocaron el cese de
actividades sean los que están más fuera de línea a pocas horas de que
comience. Sucede que la estrategia que empleó el presidente Javier Milei y los
funcionarios con los ferroviarios de
Gran parte
de los sindicatos que tienen
trabajadores en empresas públicas o directamente en el Estado, no todos, hay
que aclararlo, desarrollaron una postura pública vociferante frente a los
conflictos, pero negociadora puertas adentro. Eran
profesionales en eso de llamar a un paro a los gritos con la campera de cuero
puesta y, luego, esperar ansiosos la conciliación obligatoria. Entonces, en
salas con aire acondicionado y mucho teléfono, negociaban con los funcionarios
con dinero ajeno. Finalmente, llegaba el acuerdo y todo se financiaba con la
máquina de hacer billetes. Crónicas
de
En el
trasporte, sea aeronáutico, ferroviario o terrestre, se convirtieron en expertos
en este arte. Pero Milei, un
rupturista, cambió el escenario. Los ferroviarios de
Con las
vías quietas, Omar Maturano, con
30 años al frente de “los fraternos”, fue la parrilla delantera
de un auto a alta velocidad en medio de una nube de insectos. Se le pegaron
todas las críticas y quedó expuesto ante millones de pasajeros que quedaron
varados. En un día, en redes sociales, aparecieron sus autos, sus
emprendimientos gastronómicos en terrenos ferroviarios, sus hobbies y hasta el
sueldo mínimo de sus representados.
Por estas
horas, el sindicalista está
incómodo. Los otros gremios del sistema, señaleros, Unión
Ferroviaria y alguno más pequeño, se
prestan a firmar el acuerdo paritario.
La semana
pasada, en el Gobierno hicieron un cálculo. Se preguntaron cuándo era más inconveniente el paro en los trenes. La
respuesta la entregó la reglamentación sobre la conciliación obligatoria.
Sucede que este instituto, que suspende
la posibilidad de medidas de fuerza por 15 días, se puede entregar una sola vez
por conflicto. Si lo pedían entonces -afirmaban en el
Gobierno- ya no se podía solicitar más. Ahora bien, si en esas dos semanas de
impasse no se acordaba nada, el sindicato está habilitado a regresar a la
protesta. “Ese tiempo de imposibilidad de hacer paro terminaba cuando ya había
clases, por lo tanto, el problema iba a ser mayor. Con ese apuro, nos iban a
presionar mucho más. Nadie pidió nada y tuvieron que terminar en paro”, confió
una alta fuente oficial que estuvo cerca de la negociación.
Esta vez,
sucede algo similar. Esa cuenta que hace el Gobierno, en caso de pedir ahora la
conciliación obligatoria, además de agotar el remedio, llevará esa pausa a
mediados de marzo. Los negociadores
miran un fin de semana de reojo: el de Semana Santa, a fines de marzo, que
consolida 6 días no laborables para gran parte de los
trabajadores. De ahí que prefieren guardar esa instancia para cuando el mercado
esté más difícil de manejar y reprogramar.
En pocas
palabras: hecho el escenario de daños, en el Gobierno consideran que, si bien
nunca es buena noticia un paro, no es tan grave como si sucediera en ese fin de
semana de enorme movimiento aéreo.
En el medio
están Aerolíneas Argentinas e
Intercargo. Ambas empresas son sociedades anónimas y son las
empleadoras de la mayoría de los trabajadores que paran. Hasta ahora, ninguna pidió la conciliación
obligatoria, apenas cursaron una comunicación a
En la
secretaría, a su vez, tienen la carta de los pilotos en la que informan la
medida de fuerza; UPSA y APA aún
no entregaron nada. este tipo de notificaciones no son menores, ya que la nueva administración de Milei está dispuesta a
imponer fuertes multas a los sindicatos que no cumplan con los requisitos
formales a la hora de una protesta o medida de fuerza. De
hecho, ya impuso una por 165 millones de pesos a una organización gremial que
inició la paralización de actividades 12 horas antes durante el 24 de enero,
día del primer paro que enfrentó Milei.
No solo
hubo un cambio en el nuevo paradigma que impuso el Presidente a los gremios,
sino que Aerolíneas Argentinas ya
no tiene el teléfono rojo del “Estado protector” para
subsidiar acuerdos colectivos fuera de mercado. Las épocas de la billetera boba
parecen lejanas. Desde el Gobierno negocian con los gremios con otra
perspectiva: “Nos separan unos pocos puntos, pero no es cuestión de dárselos y
que todo siga igual. La idea es que se comprometan a trabajar para ser más
productivos, para bajar costos de personal y gastos operativos”, dicen en el
ministerio que tiene a su cargo el nuevo esquema salarial para este año. La sola enumeración de estas palabras generan una
suerte de reacción alérgica en los gremialistas aeronáuticos, sobre todo en
Biró.
Otro de los
problemas que hay es que Fabián
Lombardo, el actual presidente, era el director Comercial
durante la gestión de
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