La postura de Néstor Pitrola
Una terrible reforma laboral que no tiene nada de light
Prensa Obrera
29/4/024
Como la reforma laboral incluida en la nueva ley ómnibus pasó de 60 artículos a 23, se ha
montado una interesada campaña para llamarla light o “lamentablemente
degradada” como la calificó Marcelo Longobardi, campaña que alimenta a través
de “voceros”, la propia CGT. Varios compañeros del movimiento obrero en
simultáneo recordamos la vieja estratagema de la burocracia sindical que
“logra” reincorporar 40 de un total de 60 despidos, por ejemplo, quedando en la
calle exactamente los que quería la patronal, a menudo activistas que defienden
los derechos obreros.
En este caso los artículos que quedaron constituyen el mayor
ataque legal a los trabajadores (si excluimos la dictadura) que la memoria
histórica registra. Muy superior a la ofensiva de Menem en la década de los
‘90. El capítulo central de los temas laborales fue bautizado como
“modernización laboral”, una notable coincidencia semántica entre Cristina
Kirchner,
Profusamente los medios le atribuyen tres ejes a la reforma:
el reemplazo de la indemnización por un fondo de cese laboral tipo Uocra a
incorporar en los convenios colectivos, el fin de las multas por empleo no
registrado y la extensión del período de prueba a seis meses y hasta un año en
las Pymes si se pacta en convenio.
Es cierto todo esto pero hay mucho más y tal vez peor que lo
anterior: la figura del “independiente” que puede emplear a otros cinco
“independientes” carentes de todo derecho, la no reinstalación por despido
discriminatorio que incluye a delegados y activistas sindicales, la legalidad
del despido de estatales de planta permanente de organismos que cierren, se
reestructuren o simplemente por “exceso de personal” dictado por la jerarquía
del área y la desafectación de la empresa principal en las tercerizadas.
En otro articulado se deroga la última moratoria jubilatoria lo que
hará que para nueve de cada diez mujeres no será posible jubilarse y a las
cuales se les eleva la edad a 65 años. Para ellas solo habrá una prestación de
tipo asistencial que carece del monto y los derechos jubilatorios mínimos. Esto
también es reforma laboral aunque sea en el rubro previsional. Ambas reformas,
la laboral y la previsional se cruzan y se asocian por diferentes vías.
Un adecuado desarrollo de todos estos puntos requeriría un
trabajo más amplio que estas líneas, algo que sin duda encararemos si este
nefasto instrumento llega a ser ley. Estos capítulos de reforma laboral, por
otra parte, están acompañados de delegación de facultades al presidente en materia
económica, administrativa, financiera y energética que bien pueden significar
nuevos golpes.
Un
salto histórico en la precarización laboral
El nacimiento de esta nueva figura del “colaborador” sin
relación de dependencia en emprendimientos de hasta cinco personas más el
empleador, llamado también “independiente”, esperará una reglamentación que con
toda seguridad apuntará a quitar derechos de aguinaldo, vacaciones, enfermedad,
licencias de cualquier orden e indemnización, es decir, de las condiciones básicas
de la ley de contrato laboral. Una enorme masa de trabajadores del comercio y
otras ramas pueden pasar a este régimen de esclavitud anterior al siglo XX,
porque además de las unidades productivas de este número de trabajadores pueden
entrar miles de tercerizadas que violen así los convenios colectivos de las
actividades centrales. Complementariamente, se quita a la empresa principal
toda responsabilidad solidaria sobre la contratada (art 87).
Las disposiciones de extensión del período de prueba a seis
meses y hasta un año según los casos no tienen objeto alguno que no sea
quitarles estabilidad y explotar esa condición para mejor someterlos. Por otro
lado, el tramo llamado contra “la industria del juicio” elimina las multas por
empleo no registrado, lo cual es una invitación a prolongar y agravar el
porcentaje de empleo informal que hoy orilla el 40% de los trabajadores, sin
considerar las formas encubiertas de fraude laboral. Esto no es un golpe al
“negocio” de los abogados laboralistas como lo presentan los facholibertarios y
elementos patronales de todo orden, sino un golpe a la mínima protección
jurídica del más desprotegido de los trabajadores que es el informal. Se premia
la forma más aguda de la superexplotación actual.
No
atacan a la “casta sindical” sino al activista fabril
En el artículo 93, convenientemente disimulado, se establece
un “agravamiento” indemnizatorio del despido discriminatorio por raza, etnia,
religión, ideología, opinión política o gremial, sexualidad o condición
económica, que puede ser del 50 o 100% según los casos, que se define “no
acumulable con regímenes especiales”, pero lo más importante es que la
desvinculación es definitiva y no admite reclamo alguno.
Es para terminar con las reinstalaciones judiciales que
muchas veces, aunque sea años después, han vuelto a sus puestos de trabajo a
los compañeros perseguidos. Esto no sería posible porque contradice la ley
23.592 que copia el convenio 111 de
Esto es un ataque vertebral a la organización sindical de
los trabajadores. En absoluto afecta a las cúpulas de la burocracia sindical
enquistada en tantos sindicatos argentinos, sino a la base de la organización,
sus delegados fabriles y de lugares de trabajo, a sus activistas, a quienes se
presentan en muchos casos para desafiar al candidato de la burocracia o la
patronal y es despedido, una práctica permanente que es el principal obstáculo para
el avance del clasismo, especialmente en el movimiento obrero industrial, pero
en todas las ramas y lo será si es ley también en el Estado a partir del ataque
a la estabilidad del empleado público.
Este es un aspecto brutal de la reforma. No tiene relevancia,
al lado de semejante ataque, que haya quedado afuera la prohibición de las
cuotas “solidarias” compulsivas de las que se vale la burocracia para
financiarse en lugar de afiliar masivamente. Los radicales disfrazan el ataque
usando el estandarte de la cuota compulsiva y van por más, que las patronales
no sean agentes de retención. Quedará para futuros envistes en este plano, como
el fin de la ultraactividad de los convenios que quedó en la gatera o la
penalización de los bloqueos y acciones propias de una huelga obrera.
El
ataque a la indemnización es más que económico
La constitución de un “fondo de cese laboral” en lugar de la
indemnización mediante un aporte mensual del 8% es un golpe demoledor. Está
sujeta a incorporación a los convenios, pero ya Cavallieri dio su ok, lo mismo
que Barrionuevo y el propio moyanismo dejó trascender que podría ser válida
para la rama recolección (no sabemos por qué, excepto que sea en función de las
empresas del sector ligadas al sindicato).
El aporte en estas condiciones elimina el vestigio de
estabilidad laboral que significa la indemnización. Estos fondos serán motivo
de negociados financieros a los que tal vez se asocie la burocracia sindical
como ocurrió con las AFJPs en su momento. La patronal lo irá incorporando como
parte de la “masa salarial” y será el propio trabajador el que lo financia con
la rebaja salarial del mercado.
Es un sistema por el cual la patronal no tiene obstáculo
para despedir y la amenaza de despido directo se transforma en el arma de
imposición de las condiciones laborales de manera despótica por la parte
patronal. Perder el derecho indemnizatorio es mucho más que una cuestión
económica, que también lo es. El abaratamiento del despido promoverá más
despidos, no más puestos de trabajo como venden los economistas del sistema.
Paro
activo ya y plan de lucha, que la reforma no pase
Como hemos señalado, la cuestión previsional se asocia a la
laboral y en esta ley se deroga la última moratoria, condenando a nueve de cada
diez mujeres y a centenares de miles de varones que no tengan los 30 años de
aportes a perder la jubilación y tener que acogerse a una especie de pensión
asistencial de monto reducido como
En otro orden, asociada a esta ley bases II, se ha
presentado a votación el paquete fiscal que vuelve con el impuesto al salario
para aquellos trabajadores que alcancen un ingreso bruto de $1,8 millón para
solteros y $2,2 millones para casados, de ahí los descuentos, pero con
inclusión de extras y viáticos y todo importe en blanco. O sea, la confiscación
de quienes alcancen una verdadera canasta familiar. Esto mientras se rebaja el
impuesto a los bienes personales, llamado impuesto a los ricos, todo en el
mismo descarado paquete fiscal.
Se anunció un paro de tres horas de los gremios del
transporte de
Son luchas válidas. Pero este paquete, esta reforma laboral
y previsional con impuestazo, en el contexto de centenares de miles de despidos
privados y estatales, de la licuadora descomunal sobre todos los ingresos de
los trabajadores, activos y jubilados, de vaciamiento de los comedores
comunitarios y de congelamiento de los planes sociales lo tenemos que enfrentar
como el recorte a las universidades, masivamente y en las calles. Para eso las
centrales obreras en lugar de sentarse a negociar con Pichetto una falsa
reforma laboral light tienen que convocar de urgencia un paro activo y un plan
de lucha, que preparen la huelga general. Otra conducta es una entregada histórica.
Por eso estaremos ante el Congreso movilizados y con estas banderas haremos
columna independiente y acto el 1º de Mayo. Vamos por la derrota de todo el
plan Milei.
https://prensaobrera.com/politicas/el-29-todos-al-congreso-contra-la-ley-bases-y-la-reforma-laboral
https://prensaobrera.com/politicas/romina-del-pla-la-ley-de-bases-es-una-de-las-legislaciones-mas-antipopulares-de-las-que-haya-memoria
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