La columna política de Carlos Pagni
MUTA LA SOCIEDAD Y EL GOBIERNO
CAMBIA DE MÚSICA
Fuente:
(*) Identidad
Correntina
31/5/024
Las
encuestas que reflejan las principales preocupaciones de la sociedad están
registrando un cambio paulatino. El desvelo por la inflación está cediendo
espacio a otro drama: la pérdida del trabajo. La carrera de los precios se desacelera sobre el
paisaje de una profunda recesión. Los márgenes de ganancia de
las compañías se abrevian y los empresarios reducen costos. Entre otros, el de
la planta de personal. El indicio de este proceso son las 275.000 cuentas
sueldo que se cerraron durante los tres primeros meses del año.
Esta
mutación en el ranking de prioridades del público induce a un cambio de música
en el oficialismo. La reestructuración de
En el
centro de esta operación estará el negocio de la energía, liderado por YPF y su actividad en la
explotación y comercialización de hidrocarburos. El talismán seguirá siendo,
como durante la administración de Alberto
Fernández, la promesa de una apuesta de Petronas, la petrolera estatal
malaya, para desarrollar una planta de licuefacción que permita la
exportación de gas. Los anuncios aprovecharán el marco normativo que ofrece el
Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), establecido en el capítulo VII de la ley ómnibus
que se está tratando en el Congreso.
Hay que
prepararse para una gran puesta en escena. No sólo porque el presidente de
YPF, Horacio Marín,
está ansioso por desplegar su obsesión industrial. También porque será la
primera aparición de un experto en exhibiciones de luz y sonido, Guillermo Garat, el socio de Santiago Caputo que controla la
imagen y comunicación de la principal petrolera del país. Caputo, “el Mago del
Kremlin”, está disfrutando de una gran expansión de poder. Al contribuir a
la salida de Nicolás Posse,
ahora tiene el camino más despejado para intervenir en las estrategias
empresariales del Gobierno, en especial en los procesos de privatización.
En la jugada,
además, capturó
Técnico
mecánico por formación, en la actividad privada, Neiffert se dedica al negocio
de la publicidad vial. Y participa de una sociedad que lo inscribe ya en una
tradición: representación e intervención en actividades de jugadores de fútbol.
Un homenaje al polémico Gustavo Arribas.
¿Neiffert
llega a
Neiffert
fue un colaborador muy estrecho del exintendente de Malvinas Argentinas Jesús Cariglino. Por ese vínculo
conoció al escribano Claudio
Caputo, padre de Santiago. Así llegó “el Mago” a intimar con
Neiffert, un amigo heredado que le fue mostrando en los últimos años algunos
secretos del conurbano bonaerense. Intimidades de la política y la vida
judicial. Neiffert carece de experiencia en materia de espionaje. Pero
cuenta con ese capital que, por razones misteriosas, parece ser un mérito
indispensable para ocupar el cargo: discretos contactos cultivados en la
embajada de los Estados Unidos. Como se ve, Santiago Caputo no sólo piensa en
que se multipliquen los negocios del Estado. También está mirando el gran
desafío del Gobierno: tener una visión ajustada de la vida bonaerense, que
incluye la actividad de los movimientos sociales, que siempre inquietaron a
Milei; la atracción de intendentes huérfanos de mando, y la necesidad de ganar
las elecciones del año próximo.
El estímulo
a la inversión, que estará en el centro del discurso oficial a partir de las
próximas semanas, tendrá que superar algunas limitaciones. No se reducen a las
que enumeran los macroeconomistas cuando señalan al cepo cambiario como un gran lastre
para cualquier despegue. Tampoco que, como observan algunos especialistas desde
otro nivel conceptual, es muy difícil encontrar experiencias de
reactivación con un tipo de cambio real bajo, que desalienta las exportaciones.
Estas son las condiciones generales del modelo actual, que pueden modificarse
con el tiempo. Más allá de que Milei insiste, cada vez con mayor claridad, que
su sueño es una gran apreciación del peso, aun pagando el costo de una
deflación que él ve como virtuosa.
La mayor
dificultad con la que se encontrará el empeño del oficialismo para seducir a
grandes inversores tiene que ver con las contradicciones que él mismo introdujo
en la escena. En especial, en el punto de apoyo que pretende utilizar para
movilizar la vida material: la energía. El articulado sobre el RIGI, que está a
punto de sancionarse en
Sin
embargo, el gobierno que escribe en piedra ese juramento es el mismo que, para
liquidar la deuda del Estado con los generadores de electricidad, a través de
la empresa que administra ese mercado, Cammesa, formuló este insólito criterio en la Resolución SE 58/2024:
considerando “que en tiempos de graves trastornos económico-sociales, el mayor
peligro que se cierne sobre la seguridad jurídica no es el que deriva de una
transitoria postergación de las más estrictas formas de imputación de los pagos
en el MEM establecidas en Los Procedimientos, sino el que sobrevendría si se lo
mantuviera con absoluta rigidez, por cuanto ellos, que han sido fecundos para
épocas de normalidad y sosiego suelen resultar ineficientes frente a la crisis
que dan cuenta los Decretos Nros. 55/23 y 70/23″. Sintetizado: cuando aparecen inconvenientes
económico-sociales, la seguridad jurídica es amenazada por la rigidez de las
normas. Más claro: hay circunstancias en que la seguridad
jurídica se ve afectada por la estabilidad jurídica; y quienes deciden cuáles
son esas circunstancias son los funcionarios. Una confesión inesperada para un
grupo humano que denuncia que los ciudadanos, sobre todo los empresarios, son
víctimas de una asociación criminal llamada Estado.
Esa
afirmación, destinada a ingresar a la historia de la psicodelia administrativa,
fue la coartada para no cumplir con los contratos de Cammesa con los
generadores eléctricos y con los productores de gas destinado a la generación.
Cammesa, controlada por el Estado, mantenía con los dueños de usinas una deuda de alrededor de 1200 millones de dólares,
acumulada en diciembre y enero, cuando Milei ya estaba en
Los que
venden energía a Cammesa, además de verse dañados por el default, sufrieron una
licuación por el salto cambiario. Cammesa reconoce el tipo de cambio del fin de
cada mes. En diciembre, esos proveedores se vieron afectados por la
devaluación. En cambio, los contratos con Enarsa, que fueron sometidos al mismo
tratamiento, se fijan con el tipo de cambio del día de pago. Por eso en
Economía alegan que se vieron beneficiados por la devaluación, lo que
justificaría el pago con un bono. Pero ese razonamiento olvida que las mismas
empresas pagan algunos insumos, las deudas financieras y los dividendos a los
accionistas, en un dólar que a partir de diciembre fue más caro. Es decir,
también se perjudicaron con la devaluación.
El
tratamiento a los generadores de energía estuvo agravado por otros factores.
Uno de ellos es que la mayoría de los distribuidores, que tienen una deuda
gigantesca con Cammesa por la electricidad que le compran, fueron tratados como
amigos: se les ofreció un plan de pagos de 48 cuotas con la tolerable tasa
de interés del Banco Nación. Esta prerrogativa genera controversias porque uno
de los inspiradores de la política energética del Gobierno, el prestigioso Carlos Bastos, ha prestado durante
años servicios para José Luis
Manzano, accionista de Edenor, un gigante de la
distribución. Las distribuidoras reguladas por el Estado Nacional están de
fiesta. Su participación en la boleta de la luz tuvo incrementos que van del
200 al 400% según el caso. Todo un drama para Luis Caputo, que ahora no tiene
margen para aumentar los otros rubros de la tarifa. No hay que olvidar un
antecedente:
Las distribuidoras gasíferas también
tuvieron coronita: se les pagó la deuda por el subsidio a zonas frías sin
recorte alguno. Bueno sería que los defaultearan: esos recursos fueron
retenidos por el Ministerio de Economía de un fideicomiso, es decir, eran
fondos que no pertenecían al Tesoro. Con un espíritu cooperativo encomiable,
nadie formuló una denuncia penal.
Este
conjunto de excepciones, que sacrifican las garantías de las leyes y contratos
en el altar de la emergencia, tienen una razón última: alcanzar, como sea, el
superávit fiscal del que se enorgullecen Milei y Luis Caputo. Ese objetivo
es el que también impone algunos ahorros que degeneran en crisis de alta
sensibilidad. Es muy probable que la decisión de no contratar un barco de gas
natural licuado por parte de Enarsa, que produjo el colapso experimentado en
las últimas 48 horas, haya estado inspirada en la draconiana imposición de no
gastar.
Después de
muchos tironeos, las compañías aceptaron el agresivo recorte de Caputo. Aun
cuando el ministro se negó a atender a sus directivos. Él puede haberse
regocijado en algún pliegue subjetivo, por una añeja antipatía hacia Marcelo Mindlin, titular de Pampa y
gran afectado por este tratamiento. Como señaló el jocoso ejecutivo de una de
las empresas: “Esto es massismo de malos modales”.
Más allá de
la licuación de la deuda de Cammesa, sobre el mundo de la energía pesa una
incógnita crucial: ¿el secretario Eduardo Rodríguez Chirillo y Bastos, su
mentor, cumplirán su propósito de retirar al Estado del
negocio? Ellos sueñan con que
generadores y distribuidores celebren sus propios acuerdos eliminando a Cammesa.
La pregunta siguiente es obvia: ¿qué pasaría si, como es muy probable, el
Estado decide mantener el atraso de las tarifas por razones políticas, como
viene haciendo desde hace 20 años? Este interrogante fue traducido de este modo
por un generador: “¿Yo debería confiar en que, si no le dan un precio
aceptable, Manzano igual me pagará la electricidad?. Enigmas metafísicos.
Conclusión: la
actual gestión energética aspira una reforma que podría significar, en el mundo
real, que los generadores, y los que les proveen el gas, se hagan cargo del
subsidio político a los consumidores de electricidad. Sería un alteración de todo
el negocio, con una modificación
sustancial sobre el atractivo de Vaca Muerta. Consideraciones
indispensables para evaluar el discurso del Gobierno a favor de la inversión.
¿Todas las
generadores y productoras de gas se inclinaron ante las cuentas de Caputo?
Todavía es un misterio, porque en el mercado se especula con que la francesa
Total se resistió y podría demandar. No es el único rumor. También existen
versiones de que la norteamericana AES, gran generadora del norte bonaerense,
está buscando un banco para deshacerse del activo. La emblemática Exxon tomó la
decisión desde hace tiempo y abandona
Entre las
perjudicadas por el incumplimiento del contrato de Cammesa hay una compañía que
se perdió una oportunidad: YPF. La petrolera con participación estatal
podría haber litigado contra el Estado. De ese modo, tendría un argumento para
demostrar que se trata de una Sociedad Anónima independiente. No el alter ego del Tesoro. Es un detalle
de suma relevancia, porque la jueza de Nueva York, Loretta Preska, debe resolver si,
además del Estado, YPF debe ser embargada para resarcir al fondo Burford y a la familia Eskenazi por
la demanda de 16.000 millones de
dólares por la estatización dispuesta por Cristina Kirchner y Axel Kicillof.
Si se inclina en ese sentido, YPF se verá ante una crisis grave, porque los
acreedores podrían afectar toda su operación internacional. Una eventualidad
que hoy están mirando todos los inversores relacionados con la compañía.
Preska, en la línea de su antecesor Thomas Griesa, está tomando decisiones que
privilegian los intereses del demandante privado por sobre la defensa de
El furor
estatizante de Axel Kicillof no se detiene a pesar de los castigos judiciales.
El gobernador está por proponer a
El cantar
de gesta del oficialismo a favor de la inversión, que pronto se empezará a
escuchar, presenta otro desafío. Esa seguridad jurídica que aparece sacralizada
en
La
candidatura de Lijo ha quedado muy dañada. No sólo por sus pobres antecedentes
académicos. Ni siquiera se podría tomar en serio el atenuante esgrimido por uno
de sus apologetas, Miguel Licht,
quien arguyó que los jueces tienen tanto trabajo que no tienen tiempo para la
actividad intelectual. No sería el caso de Lijo, que pasa numerosísimas mañanas
jugando al pádel en el Racket de Palermo, acompañado por los adorables “Nacho”
Hakim y Luis “Fer” Segura, y por Lucas
Nejamkis, secretario privado del tenebroso Antonio Stiuso y gran “puntero”
del polémico juez. También participa otro promotor de Lijo, Julián Leunda, colaborador
indispensable de los malhadados Fabián
de Sousa y Cristóbal
López, castigados por
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