La postura de Martín Granovsky
Pelearse con Lula es pelearse con la Argentina
Página/12
30/6/024
El Presidente decidió aislar a
Javier Milei disfrutó como un niño yendo al
Facha-Fest de Vox, pero se peleó con el primer ministro de España, segundo país
por origen de inversiones en
Milei también desairó a China, uno de los dos
principales socios comerciales. Al margen de declarar que no negociaría de
Estado a Estado con Xi Jinping, decisión que no podrá mantener porque la única
verdad es la realidad, consagró el desprecio como postura geopolítica. Mientras
Alberto Fernández y sus dos cancilleres, Felipe Solá y Santiago Cafiero, habían
negociado trabajosamente el ingreso argentino a los Brics, que debía
concretarse el 1° de enero, el libertario de ultraderecha avisó a Brasil,
Rusia, India, China y Sudáfrica que no integraría el nuevo pelotón del grupo.
De ninguna manera el desaire fue una cuestión personal. El jefe del Estado
argentino aisló a
Javier Milei usa la expresión “fenómeno barrial”
como una ironía. La tuitea cuando un economista marginal español le da un
premio --sin prestigio académico, además-- o cuando un grupúsculo checo lo
endiosa. Es verdad que Milei fue recibido por empresarios importantes como Elon
Musk, pero también Carlos Menem, Fernando de
La realidad, con perdón por las viejas leyes del
barrio, es que el Presidente representa un curioso fenómeno de parroquialismo
diplomático.
Una prueba es que atacó a Luiz Inácio Lula da
Silva, presidente del aliado histórico número uno de
Le guste o no a Milei, Lula es un político
experimentado y muy profesional. Por ambas cualidades no solamente le importan
los matices, en los hechos y en el discurso, sino que busca expresarse con
precisión.
Consultado sobre por qué en la cumbre del G-7 no
hubo bilateral con Milei, dijo Lula: “No conversé con el presidente de
La verdad es que Lula nunca fue comunista, y si
lo hubiera sido tampoco esa palabra suele ser usada por los presidentes como un
insulto a 35 años de la caída del Muro de Berlín. Y la verdad es que
Como buen topo que encarna el objetivo de
destruir al Estado (autodefinición suya) Milei está desargentinizando la
política exterior. Le está quitando la identidad mercosurista, sudamericana,
pacifista y de rescate del derecho internacional de los derechos humanos. Está
tirando a la basura el prestigio ganado con la política de Estado de memoria,
verdad y Justicia. Pone en peligro la obtención de divisas al disociarse de
Brasil, principal destino de las exportaciones de productos manufacturados, y
China. Desatiende mercados potenciales como Colombia, América central y África,
donde
Las acciones del Presidente lo colocaron, eso
sí, como un referente de la ultraderecha mundial. Sin poder alguno, porque no
proviene de los Estados Unidos como Donald Trump o de Brasil como Bolsonaro
sino de un país empobrecido, pero rutilante como un rockstar de las alt-right.
El problema de considerar a Lula un enemigo no
es psicológico ni de relaciones humanas. Desarma una construcción que ayudó a
industrializar el país, convirtió a Sudamérica en zona de paz y colaboró en el
reclamo nacional por
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