El informe de Melisa Molina
Javier Milei en Mileilandia: celebró el ajuste, aseguró que la
pobreza baja y que los salarios y las jubilaciones suben
Página/12
29 de septiembre de
2024
Sin importarle que hace dos días su gobierno
cosechó en el primer trimestre del año el número más alto de pobreza después de
la crisis de 2001, el Presidente Javier Milei subió este sábado a un escenario
montado en Parque Lezama --en un acto por la presentación formal de su partido
a nivel nacional-- sonriente y extasiado. Fuera de sí, agitando los brazos y
cantando a los gritos y a capela: "Hola a todos yo soy el león",
Milei le chocó los cinco a su hermana y, en un intento de remontar la caída que
su imagen sufrió en las últimas semanas, dio un discurso cargado de odio e
insultos. Dijo que su gobierno es "el mejor de la historia", que,
en realidad, "la pobreza está bajando", que él es un "defensor
del peso", y que en 2025 su partido va a dar "un batacazo
electoral, que permitirá que triunfen los justos y se hundan los
populistas".
"Que les quede bien claro: los hermanos
Milei, las promesas que hacen, las cumplen. Gracias a todos. Ahora, vamos a
recibir al mejor presidente de la historia: Javier Milei", dijo sobre el
escenario en Parque Lezama Karina Milei, la presidenta del flamante
partido de LLA a nivel nacional, que se presentó anoche. La hermana del
Presidente sorprendió a todos cuando tomó la palabra porque casi no se le
conocía la voz. Cuando terminó su discurso, Milei se bajó de una
camioneta negra polarizada y empezó a caminar --rodeado de seguridad--
entre la gente, al ritmo de la versión libertaria de Panic Show.
"Te necesito para terminar con la
casta", decían los carteles de LLA que estaban pegados en los baños
químicos. Tenían la cara de Milei apuntando con el dedo a la cámara copiando al
cartel del Tío Sam que, en Estados Unidos, se usó para reclutar soldados para
que vayan a combatir en la primera guerra mundial. Esta guerra, la que propone
Milei, es contra "la casta", el paraguas que él utiliza
discursivamente para meter en una bolsa a todos sus adversarios políticos y descalificarlos.
El blanco de la mayoría de sus críticas fueron al kirchnerismo y a Cristina
Fernández de Kirchner: “Cristina presa, Cristina presa”, gritaba el
público, mientras Milei se reía y les respondía “Señores jueces,
teléfono…”.
Cada vez que él mencionaba a la expresidenta la
gente se tapaba los oídos, también gritaban "hijos de kuka";
"fuera kukaracha", y "tomá Kuka, la concha de tu madre".
Entre los carteles que había en el público, se destacaba un dólar gigante con la
cara de Milei, distintas banderas de LLA con el nombre de municipios del
conurbano bonaerense, otros que decían "las fuerzas del cielo", y
hasta una bandera con la cara de Julio Argentino Roca. En
total no fueron más de diez mil personas. Muchas de ellas llegaron en micros
que se apostaron sobre las avenidas cercanas al parque y que, antes de que
termine el discurso se empezaron a ir.
"Acá están los que no quisieron ser
sacrificados en el altar de la maldita justicia social", arrancó Milei
envalentonado, una vez que subió al escenario y le agradeció a su hermana por
la "titánica tarea" de convertir a LLA en partido a nivel nacional.
"Estamos haciendo historia en la historia argentina y en la historia
mundial", disparó y empezó a criticar a la "putrefacta casta
putrefacta". La gente le respondía con cánticos: "Ohhh
que se vayan todos, que no quede ni uno solo".
El Presidente dividió su discurso --que duró más
de una hora y media-- en tres partes: una sobre los inicios de su
partido, en la que intentó imprimirle toda la épica posible, la segunda
en la que enumeró los supuestos "logros" de la
gestión y la última en la que mencionó algunos "desafíos a
futuro".
Además de críticas a la expresidenta Cristina
Fernández de Kirchner, también disparó contra los sindicalistas, los
movimientos sociales, el periodismo y "las palomas", de Juntos por el
Cambio. Habló bien de Macri, de quién dijo que "tenía las
ideas correctas, pero se rodeó de la gente equivocada, como Marcos Peña",
y de varios de sus funcionarios. Sobre los periodistas disparó una catarata de
odio e incitó al público a replicarla. Dijo que, en uno de sus primeros actos: "La
casta periodística, los micrófonos ensobrados, nos hicieron un apagón".
"Ese día comenzó a cambiar la realidad de los medios. Ninguno vino al
acto, pero ustedes le dieron vida a este movimiento con su celular: comenzaron
a transmitir y les cerramos el orto", dijo.
Después agregó: "Le agradezco a cada
militante, que nada tienen de troll. Son de carne y hueso, pedazos de
soretes. Acá tienen a los trolls."Eso soy, soy un troll", gritaba
uno entre el público. Milei seguía arengando: "Escuchen
periodistas ensobrados, esto es lo que siente la gente por ustedes", dijo
y su público cantaba "Hijos de puta, hijos de puta". "Les
tapamos bien la cara y la boca", replicaba el Presidente desde su
atril.
En otro momento se agachó para saludar
al ministro de Economía, Luis Caputo, que estaba en primera fila con el
resto del gabinete. "No todos los días se puede saludar al mejor ministro
de Economía", dijo. "Toto, Toto", gritaba el público. Milei
espetó "esto es un fenómeno: el ministro que hizo el ajuste más grande de
la historia de la humanidad, vivado por toda la muchedumbre". "Seguí
ajustando", decían desde la tribuna. En medio de la feroz interna, no
sorprendió la ausencia de Victoria Villarruel. Justo el viernes la
vicepresidenta cuestionó en duros términos el acuerdo del Gobierno con el Reino
Unido para la reapertura del diálogo por las Islas Malvinas.
Como sus "logros", Milei dijo que
llegaron "prometiendo motosierra al gasto público, diciendo que
íbamos a eliminar la corrupción, ministerios, que iba a hacer
competencia de monedas y que íbamos a dar un giro en la política exterior: que
nos íbamos a alinear con EEUU e Israel y poner al país en lo más alto", y
evaluó: "vaya que lo estamos haciendo". También dijo
que Bullrich "está exterminado la inseguridad". Felicitó
a Guillermo Francos y a Federico Sturzenegger por
su tarea, también a Sandra Pettovello y hubo una mención para José
Luis Espert. Se anotó como "logro" terminar con la obra
pública, con las "transferencias discrecionales" a las provincias y
"con los empleados públicos que nunca iban a trabajar".
Felicitó al presidente del BCRA, Santiago
Bausilli, Caputo y al secretario de Finanzas, Pablo Quirno, "por desarmar
la bomba de los pasivos remunerados en 7 meses", y dijo que "la
inflación mayorista bajó de 17 mil anual al 28 por ciento anual". "Vaya
si éste no es el mejor gobierno de la historia", se autoevaluó.
Sobre el futuro, dijo que "en diciembre
vamos a eliminar el Impuesto País", y que con el protocolo antipiquetes
"llevamos cuatro meses sin cortes". Adelantó que avanzaran
con la modificación de la ley penal juvenil "para que los delitos de
adultos sean juzgados como adultos", y con la "Ley de
reiterancia para que se termine la puerta giratoria para los chorros".
Su estrategia para intentar justificar el número
de pobreza más alto de los últimos años fue culpar al kirchnerismo.
Y también decir que lo que se conoció del INDEC en realidad no eran cifras
reales. Explicó que "el primer trimestre la pobreza creció al 55%. Pero
quiero contarles algo a todos estos sensibleros hipócritas empobrecedores: la
pobreza en el segundo trimestre del año fue de 51%; por lo tanto, la pobreza ha
empezado a caer en Argentina". Consideró, además, que los salarios
"le vienen ganando claramente a la inflación, recomponiendo el poder real
de compra".
En cuanto a la delicada situación que viven los
jubilados el Presidente, otra vez, fue en busca de culpar al kirchnerismo:
"a los sensibleros que hablan de los jubilados, les digo que son los
mismos que le robaron las jubilaciones del sistema previsional privado para que
los usaran a diestra y siniestra los kukardos dilapidando todo el FGS
que tenía que financiar las jubilaciones. Eso lo hizo Boudou con
Massa, en el gobierno de Cristina". Y cuestionó a quienes se pudieron
jubilar con moratorias. "Duplicaron la cantidad de jubilados, jubilando
gente que no había hecho aportes y llevando las jubilaciones a la mitad de lo
que deberían ser". Y para cerrar el capítulo volvió a las descripciones
idílicas de la "realidad": "Triplicamos las jubilaciones en
moneda dura, no en pesos papel pintado". Insólitamente, a continuación
aseguró a los gritos: "aquí estamos nosotros para defender al peso".
Por último, después de felicitar a Francos por
la aprobación de
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