La trama política de Eduardo van der Kooy
La
guerra de Milei, la guerrilla de Cristina
Fuente: Clarín
(*) Notiar.com.ar
29/6/025
Javier Milei va recobrando temperatura después del
enfriamiento político que le provocó la condena de Cristina Fernández y su
arresto domiciliario. El Presidente volvió a las redes; sus patrullas digitales
también. Existió para el líder libertario un disparador: la intervención
directa de Donald Trump, de Estados Unidos, en el conflicto entre Irán e Israel
que derivó en una tregua. “Hoy es un gran día para la civilización occidental”,
replicó en sus redes un posteo original del empresario Marcos Galperín.
El Presidente se excitó tanto con aquella novedad que
terminó estrujando en un abrazo a su hermana, Karina. Creyó formar parte del
éxito por esa férrea alianza estratégica que decidió establecer con Washington
e Israel. Su unilateralismo exterior lo estaría distanciando de otras
relaciones, sobre todo en la región. “Se pierden oportunidades, aunque habrá
que aceptar que la iniciativa la tiene el Presidente”, comentó el ex
embajador en Washington, Jorge Arguello.
Hay otras razones que explicarían el entusiasmo
presidencial. Impactó el modo en que irrumpió Trump en medio del conflicto.
También la manera como decidió que la “guerra de los 12 días” había terminado.
Sobrevoló la idea de la simple voluntad de un hombre para ¿solucionar? las
cosas. Nada menos que en Medio Oriente. La impronta de la providencia que Milei
suele asociar con él mismo y con las invocaciones a las Fuerzas del Cielo.
El Presidente volvió a sentirse en éxtasis cuando el
canciller de Israel, Gideon Sa’ar, celebró la voladura de una prisión en Israel
con un posteo que coronó con la frase libertaria más célebre: “Viva
En enero de este año Patricia Bullrich, la ministra de
Seguridad, anunció la construcción de un alambrado de
Los motores del gigantesco conflicto son el actual
presidente Luis Arce y el ex mandatario Evo Morales. Socios hace algunos años,
enemigos ahora. A este último le acaban de anular un proceso judicial por
presunto abuso de menores e insiste con una nueva postulación que el Tribunal
Supremo le rechazó en varias ocasiones. Morales alienta los piquetes en todos
los rincones del país. Cuando Arce amaga ir por él se refugia en la región
campesina de El Chapare, la principal zona de producción de hojas de coca.
En medio de ese caos existirían dos razones de
preocupación para
La descripción de esa realidad no implica ningún
presagio malo, pero cobra actualidad por un motivo. El juez Daniel Rafecas,
candidato frustrado por Alberto Fernández para ocupar
Milei, después del fallo de
Ese plan resulta facilitado por el apartamiento de
Mauricio Macri y la paulatina disgregación del PRO. Sobre todo, lo alienta un
trabajo que le acercó uno de sus principales consultores. Allí se indica que,
al menos en el principal distrito electoral, la polarización estaría tocando,
como nunca, un extremo. Se estaría a favor o en contra de
Tal paisaje podría resultar desalentador para otros.
El diputado Emilio Monzó, de Encuentro Federal, ha venido conversando con Macri
sobre la posibilidad de que el PRO se distancie de los libertarios. Habría un
anzuelo: la reticencia de más de media docena de intendentes del PRO para
integrarse en Buenos Aires en un acuerdo con los libertarios. La primera
constancia pudo recogerla el gran negociador, Cristian Ritondo, jefe del bloque
de diputados macristas, cuando se reunió con la intendenta de Vicente López,
Soledad Martínez. Discípula de Jorge Macri. ¿Estará el jefe de gobierno porteño
detrás de esa resistencia?
Los pioneros, en ese aspecto, han sido Santiago
Passaglia, intendente de San Nicolás, y su hermano Manuel. Macri, Mauricio,
estuvo hace días con ellos. Lanzaron un nuevo partido político, Hechos, alejado
de la asociación macrista y libertaria. Desde ese lugar piensan combatir al
kirchnerismo. A todos. ¿Podrá ser ese espacio de centro imaginario tan amplio y
generoso? Por el mismo andarivel circulan el radical Facundo Manes, el ex
intendente de San Miguel, Joaquín de
El kirchnerismo actúa en espejo respecto de lo que
programa el Gobierno. Si el adversario en Buenos Aires es, en efecto, el
mileísmo estará obligado a agotar recursos para desgastarlo. Se niegan a
aceptar que la baja inflacionaria y la previsibilidad que provoca en la
sociedad neutralice conflictos sociales de elevada sensibilidad. El Hospital
Garrahan, la insatisfacción de los jubilados, la emergencia por discapacidad o
el bloqueo a los fondos extraordinarios aprobados por el Congreso (al margen de
los que dispuso el Gobierno) para atender la devastación que un diluvio produjo
en marzo en Bahía Blanca.
Los kirchneristas, con la lanza del ministro de
Justicia bonaerense, Juan Martín Mena, indagan si la causa por el escándalo de
la criptomoneda tiene algún destino en la justicia local. Las averiguaciones en
torno a María Servini de Cubría no resultaron alentadoras. En el mundo
libertario hay especialistas que tienen buen trato con la jueza. Contrariando
la afirmación de Milei que después de la condena contra Cristina proclamó que
fue posible gracias a la independencia que su Gobierno garantiza al Poder
Judicial.
La batalla por ese episodio se ha trasladado a otro
teatro. Donde al parecer tampoco avanza.
La misma sensación comienza a embargar a Cristina. Los
días del acompañamiento popular han dado paso a un clima de mayor tranquilidad
en el barrio de la calle San José 1111. Era previsible que la espuma inicial
bajara. La ex presidenta tomó sus recaudos ante la posibilidad que el juez
Jorge Gorini pudiera modificar el domicilio de su arresto.
Los pleitos parecen plantearse ahora puertas adentro
de la calle San José. Cristina alentó una iniciativa para que todos los
diputados y senadores de Unión por
La calle, de todas formas, no ha quedado vacía. En
lugar de simpatizantes aparecieron grupos que reivindican a la ex presidenta
consumando actos violentos. Hay una novedad. Esos grupos no son de militantes
anónimos. Son de ex funcionarios que han estado en el poder. Los más destacados
serían José Lepere y Pablo Giles, ambos funcionarios de alto rango en el
ministerio del Interior mientras lo condujo Eduardo De Pedro. De
Cristina ha vuelto a insistir que el modelo de Milei
se “caerá a pedazos”. El Presidente responde con la sostenida baja de la
inflación y explicaciones macroeconómicas que solo entiende él. Pero los ojos
oficiales, en especial los de Luis Caputo, el ministro de Economía, están
puestos sobre ese torrente de dólares que sale del país.
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