La mirada de Jorge Liotti
Algo se rompió en el corazón del Gobierno
Fuente:
(*) Notiar.com.ar
31/8/025
Ya atardecía en el segundo día de la semana y en medio
de un concurrido evento social el joven veinteañero se paró orgulloso frente a
su interlocutor para relatarle la tarea que desempeñaba en
Si la revelación de los audios de Diego
Spagnuolo había dejado al Gobierno en estado de shock en los primeros
días, la posterior reconstrucción de los hechos que hicieron varios actores le
dio paso a una fase más profunda: la del quiebre interno, el
desbarranque espiritual. Esa dolorosa constatación de que el proyecto
que venía a reparar los vicios de la casta política puede terminar enlodado en
un caso de presunta corrupción.
“Todos fingimos demencia y nos mantenemos como si nada
hubiera ocurrido, pero hay varios que pensamos que lo de lo que revelan los
audios es real”, reconoció un transeúnte reconocido de
Porque más allá de la estrategia de la negación
pública a la que se aferró el discurso oficial, había funcionarios que
sabían que el extitular de
En un período de tiempo que va desde el fin del verano
hasta las primeras semanas de otoño, Spagnuolo mantuvo una serie de
charlas reservadas en las que al menos a tres personas distintas del Gobierno les
comentó el esquema de coimas que supuestamente regía en su dependencia. A una
de ellas le dijo: “Se están llevando 800.000 dólares en mi
cara”, a lo que el funcionario que lo escuchaba, en claro conocimiento
de la situación, le respondió: “No, se están llevando dos palos”. La
única recomendación que recibió desde el vértice del poder fue que lo hablara
con Karina Milei, estación en la que su inquietud se terminó de
marchitar.
Spagnuolo era una luz roja que caminaba sin que los
detectores de riesgo se encendieran. Tampoco su gestión al frente de
Es decir, nadie estaba al tanto de a quién le compraba
ni a qué precios, un agujero negro por el cual transitó sin problemas
La auditoría que dispuso el ministro Mario
Lugones, a partir de la intervención de
En
También en ese ámbito se hace el seguimiento de la
causa judicial que tienen a su cargo el juez Sebastián Casanello y
el fiscal Franco Picardi, una tarea que recae en el letrado Santiago
Viola. La designación de abogados por parte del extitular de
El propio Spagnuolo, en conversaciones informales
que tuvo con sus antiguos compañeros de aventura en estos días, dejó
entrever que la decisión de presentarse como arrepentido dependerá del nivel de
hostigamiento del Gobierno. Si lo arrinconan, reaccionará como un gato
sin escapatoria. Su situación también es compleja: no podrá inculpar a nadie
sin autoincriminarse por no haber denunciado el supuesto ilícito.
La venganza
La filtración de los audios malditos sigue siendo materia
de controversia interna en ese ámbito. Un sector sostiene con convicción que
quien está detrás es Franco Bimbi, el esposo de Marcela
Pagano, quien lo habría grabado cuando Spagnuolo estaba en la búsqueda de
asesoramiento legal. Así les habría contado sus penurias a varios abogados,
entre ellos a Bimbi, quien después se encargó de filtrarlo a través de sus
conexiones de inteligencia kirchneristas. Otros, en cambio, apuntan a
la traición de una pareja que tuvo Spagnuolo durante un año. “Aparentemente
hacía catarsis con ella, y un día lo empezó a grabar al darse cuenta del valor
que tenían las revelaciones”, comenta uno de los que sostienen esta
teoría, según la cual después se lo habrían hecho llegar a Pablo
Toviggino, dueño del canal de streaming en el que se difundieron.
Sin embargo, algunos interlocutores vigentes del
exfuncionario aseguran que Spagnuolo les confesó que esas charlas las mantuvo
con Fernando Cerimedo, cuya esposa fue su segunda en
Pero todas estas hipótesis tienen la ventaja de estar
protagonizadas por villanos externos, el pérfido Bimbi, el inescrupuloso
Toviggino, el malvado Cerimedo. El gran problema es que también hay
quienes insisten en que las revelaciones guardan relación con la interna de
Karina con Santiago Caputo, a quien le imputan, al menos, no haberse
esforzado para evitar la difusión de las grabaciones.
Exhiben como prueba que el caso de los audios buscó
tapar el escándalo del fentanilo adulterado que tenía en situación incómoda a
Lugones, un protegido suyo, y que la intervención de
Y ahí anida el otro problema acuciante para Milei,
porque la situación entre los dos bandos es cada vez más insostenible. Del
lado de Caputo sugieren sin eufemismos que todo lo que rodea a la
estructura de Lule Menem genera ruidos y sospechas, desde las denuncias en
las dependencias del interior de
Del otro lado, empiezan a verbalizar una amenaza
encubierta: que el poder de Santiago será recortado apenas
termine el proceso electoral. Concretamente, que perderá algunos de
los soldados que le permiten manejar buena parte de la gestión de gobierno.
Actores que conocen de cerca la relación entre Milei y Santiago Caputo aseguran
que el vínculo entre ellos no tiene la misma fluidez de antes. Karina y Javier
son siempre y en todo lugar un fenómeno inseparablemente fraterno.
El enfrentamiento entre la secretaria y el asesor
tiene cooptado a un gobierno que enfrenta múltiples
flancos abiertos en pleno cronograma electoral. Muchas veces emerge en forma de
parálisis y desconcierto; en otras, como intercambio de operaciones cruzadas,
cada vez más osadas. La divulgación de un audio de la hermana presidencial,
presuntamente registrado en una reunión interna del año pasado, fue sal
derramada en la herida. El mensaje no reveló nada importante; lo grave fue la
señal de que hay grabaciones clandestinas sobrevolando como drones la cabeza
del poder.
La advertencia desoída
Un sondeo que encargó
En el caso de la elección del próximo domingo su
efecto puede ser temporalmente más cercano, pero al mismo tiempo puede ser
neutralizado por el nivel de apatía irreversible que se percibe en el
territorio. Prácticamente no hay campaña; sólo algunos afiches y la soledad de
los candidatos y punteros arengando para que vayan a votar.
Da la impresión de que la elección en
En el Gobierno hacen saber que están detrás del
peronismo por entre 5 y 8 puntos, aunque parece el mismo
truco que utilizaron en mayo en la ciudad: mostrarse perdedores para sorprender
con un mejor resultado. “Si nos ganan por menos de 5 puntos, es un triunfo
para nosotros; si perdemos por entre 5 y 10, la interpretación depende del
resultado seccional; y si perdemos por más de 10, es grave”, resume
una figura al tanto de la estrategia, que reconoce que el problema de
fondo es la lectura que hagan los mercados el día después, porque una
reacción adversa podría comprometerlos hacia octubre.
En el marco de desinterés electoral
generalizado, la única vibración surge de la crispación de la
militancia, manifestada en los episodios violentos de Corrientes,
Junín y Lomas de Zamora (para algunos observadores un mal preámbulo para la
enrevesada elección del próximo domingo). Frente a esos espectáculos
callejeros, los votantes no hacen más que aumentar su distancia y su rechazo.
En la recorrida que hizo Milei el jueves, y que
terminó con un piedrazo y una evacuación de emergencia, el Gobierno
buscaba exhibir cercanía y contacto con la gente, atributos que, percibían,
el Presidente había descuidado. “Recuperar el espíritu de
Por ese motivo mantuvieron la idea de hacer la
caravana por Lomas de Zamora, a pesar de que habían recibido una
advertencia de los servicios de inteligencia de que se trataba de una
desaconsejable excursión por “territorio hostil”, mensaje que le fue
comunicado a Casa Militar. Por ese motivo se dispuso una custodia reforzada,
pero a la que se le ordenó que no impidiera la cercanía del Presidente con sus
seguidores.
Quedó claro que los agresores estaban vinculados con
el peronismo local, pero a algunos actores del Gobierno les generó dudas la
presencia en las cercanías de al menos tres funcionarios del municipio de Lomas
de Zamora. “¿Para qué fueron a poner la cara ahí si sabían de la emboscada?”,
se preguntaban en el oficialismo. La violencia de los militantes del PJ parece
basada en una lógica tribal: el enemigo no puede pisar el territorio. Más allá
de los comentarios jocosos sobre las agresiones que después hizo Milei en el
Cicyp, alguien que estuvo cerca del operativo lo calificó como “un
hecho muy grave. El Presidente quedó regalado, era un blanco móvil”.
La interpretación posterior al incidente quedó
dividida en dos, como todo lo que afecta al Gobierno últimamente. Unos se
alegraban de que el kirchnerismo hubiese vuelto a mostrar su peor versión y
que les ofreciera una vía de escape del escándalo de los audios. Otros, en
cambio, estaban preocupados por la percepción negativa que genera el
hecho de que un Presidente no pueda moverse libremente, como si hubiera
zonas donde está cancelado. “Cuando empezás a no poder controlar el territorio,
comenzás a no controlar el Estado”, describió con crudeza un
funcionario del Gobierno que tiene experiencia de otras vidas políticas.
Aparece entonces un dilema profundo para los
postulados de
El caso Spagnuolo justamente expuso esas
complejidades. Un outsider sin experiencia puesto a administrar un aceitado
mecanismo de prestaciones entre funcionarios y droguerías. Es un
problema que merodea en torno de Milei desde el principio. El precio de ser un
antisistema.
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