La columna política de Horacio Verbitsky
UN DISCURSO HISTÓRICO Cada vez que habla, dentro o fuera del país, el Presidente Javier Milei proclama que sus actos y sus palabras son históricas, que no tienen precedentes en el género humano. Esta compulsión por sobresalir, parado sobre un cajoncito detrás del atril, desde el Congreso de la Nación , en el horario central de la televisión un domingo, tendría algo de tierno, si las consecuencias de esa hipérbole no fueran tan duras para tantos hombres y mujeres que seguramente también habrán soñado con hacer realidad las fantasías de su infancia, que las de Milei trituran. Al mismo tiempo, el oximorónico jefe del Estado que propone destruir, inscribe su retórica en la línea de los gobiernos liberales del siglo XIX, que como dijo cuando firmó en julio el pacto de mayo, convirtió a la Argentina en la primera nación del mundo. Aquello que Natalio Botana llamó un paraíso perdido que no resiste la historia comparada. No fue el único que le bajó el pulgar. La asistencia legislativa